Sello Tras Sello

Corazón Descuidado

"Marco aqui tienes el libro de respuestas del docente de Biología" Dijo Tania

"OH POR FIN! Aquí tienes lo prometido" Marco saca de su billetera dinero para dárselo a escondidas, en una plazuela muy cerca de las habitaciones de medicina.

"OH MARCO, pero no creerás que olvidé la segunda parte del trato..." Dijo en tono coqueto.

"Tania sólo será un vez ¿esta bien?" Marco se acerca rápidamente a la chica peli morado y la besa como un niño besando a un gatito... sólo que con asco.

"OK YA. YA LO CUMPLI, me iré" Dice quitándoselo el libro de las manos.

"HEY, Fué muy corto... por lo menos hazlo más lento"

"Yo ya cumplí con el trato, además ya obtuve el libro"

"Si no lo haces le diré a toda la escuela que Star está usando un libro de respuestas para los examenes!"

"Pero si tú también los usas! Todo tu grupo de amigas lo usan!"

"SI, PERO YO SOY LA HIJA DEL RECTOR, A MI NO ME PUEDEN ELIMINAR DE LA UNIVERSIDAD"

"Eres una zo... ¡Está bien!..."

Marco la toma de la quijada y la besa haciendo que el beso dure 2 segundos más que el anterior, pero él poniéndose muy rojo por el hecho, lo que a ella le fascino verlo sonrojado.

"Ja ja ja, nadie se resiste a mis encantos. Adiós Díaz por ahora eso es todo..."

"Eres una maldita...Sólo te bese porque quiero que Star deje de preocuparse por al menos una de sus materias"

"No te esfuerces Díaz, Star es muy tonta como para pasar el semestre completo, no durará más de 1 año aquí, es una pérdida de dinero." Dijo volteandose "Adiós primor, cuando quieras botar a esa rubia tonta aquí estoy yo"

Marco ya estaba muy molesto por los insultos que le lanzaba a su novia y más por la actitud creída de niña rica.  Caminó hacia su habitación para tratar de olvidar lo sucedido, mañana le daría a Star el libro y no podia esperar para ver una sonrisa en su rostro, podria inventar que lo consiguió de alguien que ya pasó la materia, eso ya lo vería en el momento.

"Que?..." Dijo oyendo gritos salir del cuarto de Janna. "Que extraño... seguro es la ambientación demoniaca de Janna para sus temáticas terrorificas." Supuso y se fué...

Con Janna:

Tom estaba abajo de ella recostado en la cama y ella dándole la espalda sentada sobre él. El chico había retirado toda ropa de la pelinegra a su paso, casi le arrancó la ropa sobrante y prosiguió con la manera salvaje de dar amor que solo él conoce. Los pechos de la pelinegra rebotan al compás de las caderas de Tom, un arte digno de admirar, más aún de que las manos del chico nunca se detenían y la tocaban en todo el proceso.

Tom se sienta en la cama sin detenerse y sin soltar a Janna, y la acomoda justo en la puerta de entrada mientras la levanta con sus brazos penetrandola al mismo ritmo, ella puede sentir cómo el orgasmo la quiere hundir en placer y deja escapar un gemido largo al mismo tiempo que Tom se corre dentro suyo.

Los ojos del demonio dejaron de brillar y exhausto se acuesta sobre Janna encima de la puerta, sus piernas y brazos le fallaron y casi la deja caer al piso.

"Hey!" Dijo Janna agarrándose de sus hombros para no caer y Tom la sostiene más firme tratando de que baje sus piernas por si sola de a poco.

Se deja vencer en la cama y Janna va a mirarlo.

"Tom... Tom... ¿¿Holaa??" Se comienza a preocupar y le da golpecitos en la cara. Pero el chico pone ojos blancos como adormecido.

"Me duele todo..." Dice levantándose para sentarse en la orilla. "Dios Janna!... Qué me hiciste?"