Conociendo nuevas amistades

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Cuando sonó para salir al receso, Rapunzel buscó a Elsa.

"Dónde se podrá haber metido." Se dijo a sí misma Rapunzel.

Cuando pensó que podría haber estado en la cafetería. "Como no se me ocurrió buscar ahí". Pensó la castaña.

En cuanto ve a Elsa haciendo el mejor intento por ignorar al pelirrojo.

Rapunzel se aproximó a donde estaban los dos.

- ¡Hey Westergard, déjala en paz!- le gritó Rapunzel.

-¿Y quien te crees tu para decírmelo, eh?- le dijo el pelirrojo con su sonrisa socarrona
.
-Pues soy su amiga-dijo Rapunzel con un semblante firme.

-Y si no te molesta, nos vamos.- dijo la castaña tomando a la rubia por el brazo.

Pero antes de que se pudieran ir el pelirrojo corre detrás de ellas sin que se dieran cuenta, se les puso en frente.
-No creas que esto se termina así, rubiesita, tuviste suerte hoy.- dijo con una sonrisa temible.

-Me presentaré cuando menos te lo esperes. Porque a mi nadie me dice que no.- dijo Hans retirandose de ahí.

-Gracias Rapunzel te debo una- dijo Elsa con una sonrisa de
despreocupación en su niveo rostro.

-No hay porqué, yo siempre llegaré a tiempo para salvarte de ese imbécil- dijo Rapunzel, lo que causó una pequeña risa.

Juntas , fueron a comprar una ensalada y se sentaron a comerla y a platicar.

-Oye Elsa , cuéntame un poco sobre tu vida.-pregunto la castaña.
-Bueno...- dijo la rubia dando un
suspiro.

-...que te puedo decir. Cuando mis padres murieron caí en una depresión fuerte, y tuve que empezar a tomar clases con tutor durante cuatro años.
Ah, y tengo una hermana menor de 14 años y su nombre es Anna Schneider.- dijo la mayor de las Schneider.

-Y.....¿qué hay de tu Rapunzel?- preguntó Elsa con cierta curiosidad.
-Pues...unos días después de que nací me raptaron, estuve encerrada prácticamente toda mi vida, pero después me rescataron, me regresaron con mis verdaderos papás, y aquí conocí a un chico muy lindo, el cual es mi novio y se llama Eugene Fitzgerbert.

-Wow, tu si que haz tenido suerte.- dijo la mayor de las Schneider, introduciendo un pedazo de ensalada en su boca.

-Oye, ¿tú sabes por que Westergard es así?- preguntó la rubia con cierto interés.

-Hay Elsa , es una larga historia.- contestó Rapunzel.

-Bueno, como te darás cuenta,- empieza a narrar Rapunzel.

-El es uno de los muchachos más ricos de todo el colegio, porque su papá trabaja en una de las más grandes empresas de Noruega. Pero no todo es color de rosa para él. Aparte de eso el tiene 12 Hermanos mayores, y digamos que nunca fueron del todo amable con él. Muchos de ellos lo ignoraron cuando era un niño, y además , cuando el tenía 10 años su mamá murió de un paro cardíaco.
Su mamá era la única persona que le ponía atención, y que se preocupaba por él. Bueno también su padre se preocupaba por el pero de una manera muy rara. A partir de ahí , cuando cumplió 18 años, el y sus hermanos, se inscribieron en esta escuela, bueno algunos.-relató Rapunzel.

-¿Y sabes por que es así en el amor?- pregunto Elsa.

-Aparte de que su mamá se preocupaba por el , le enseñaba a amar a las personas, pero después de que ella murió, Hans se volvió muy seco en el aspecto del amor.-respondió Rapunzel .

Justo cuando Elsa sacó su ¡Phone 5 color azul , la chicharra sonó, indicando a los alumnos que su recreo ya había terminado.

Las dos amigas se tuvieron que separar, pues les tocaba en salones diferentes.

Cuando Elsa iba caminando en el pasillo "abandonado", un chico de ojos azules y cabello negro se le interpuso en el camino.

-¿A dónde vas linda?- preguntó el pelirrojo.

-Creo que eso no te incumbe.- respondió la platinada, con su carácter frío que siempre suele usar.

-Al parecer.....si.- dijo el muchacho acercándose más a Elsa.

Elsa al ver cuales eran sus intenciones, dio unos pasos para atrás pero no logró escapar.

-¿Qué es lo que quieres?- preguntó Elsa aterrada.

-Quiero todo el dinero que traigas.-le respondió el chico.

-¡¿QUÉ!?- respondió la rubia.

-Bueno querida , como veo que no me lo quieres dar por las buenas, tendré que quitártelo por las malas.- dicho esto, 5 chicos más, empezaron a rodear a Elsa.

-No porfavor, váyanse.- dijo la platinada.

-Hay querida, creo que fue demasiado tarde para pensarlo.- dijo uno de los muchachos que acompañaban al pelinegro.

-¡Auxilio!- Gritó Elsa con desesperación.
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Oh oh.... ¿Qué pasara con Elsa?

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Saludos, cuídense.

Bye

El amor es cuestión de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora