Capítulo 5

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A pocos días de la ceremonia de graduación, el partido de despedida tan esperado para los alumnos de último año finalmente tuvo lugar.

—¿Porqué están todos reunidos?

—¿No te has enterado...? El equipo de fútbol femenino de primaria está compitiendo contra estudiantes de secundaria.

—¡¿Qué?!

La superioridad del equipo adversario era palpable, pero en el fútbol, nada está decidido hasta que resuena el silbato final.

"Rebote para Urabe-chan"

—¿Incluso han contratado a un narrador...?

"¡¿Goool?! ¿Que acaba de suceder? Las chicas han logrado un empate milagroso. ¿Alguien que me explique esa jugada? El balón pasó de un lado al otro de la cancha con una rapidez y precisión, impecable"

—El marcador está empatado a cuatro, y queda un minuto para el final del partido... ¿acabará en empate...?

—¡Goool!¡Goool! ¡LAS CHICAS HAN GANADO! ¡LO HAN CONSEGUIDO!

Tras ese día, el tiempo transcurrió tan velozmente que aquel diploma, que parecía tan distante, ahora reposaba en nuestras manos.

—Ánimo. Ahora somos estudiantes de secundaria.

—Lo sé. Pero...

—Parece surrealista —dijo Natsumi, su sonrisa suavizaba su tono habitualmente firme—. Iré a la secundaria Raimon.

Toko se inclinó y deslizó su dedo por la áspera corteza del cerezo.

—Papá ha decidido enviarme al extranjero. Partiré hoy a las cinco de la tarde.

Rika nos miró: ¿Y si nos tomamos una foto? Como recuerdo.

Natsumi jugueteó con un mechón de su cabello.

—No soy aficionada a las fotografías, pero esta es una ocasión especial, ¡hagámoslo! —exclamó, con un leve rubor en sus mejillas.

—No soy aficionada a las fotografías, pero esta es una ocasión especial, ¡hagámoslo! —exclamó, con un leve rubor en sus mejillas

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Aquí estoy, una vez más frente al director, mientras Rika intenta dialogar con el presidente del consejo estudiantil.

—¿Podría explicarnos la situación?

Ya estábamos a mitad del primer año de secundaria, y aunque había evitado este lugar durante seis meses, esta visita era inevitable.

—Hemos ganado cada partido programado, las calificaciones de cada miembro están entre las cinco mejores del colegio y, además, hemos elevado el prestigio de esta institución a nivel mundial —argumenté, esperando que mis palabras tuvieran el peso suficiente—. Entonces, ¿por qué reducir nuestro presupuesto e impedirnos participar en la competencia de fútbol frontera?

El director dejó su pluma con lentitud y exhaló un suspiro prolongado.

—El colegio no puede financiar a un equipo que nunca podrá competir oficialmente —reveló, señalando un documento—. El torneo de Fútbol Frontera estipula que solo equipos masculinos pueden inscribirse. Lo lamento.

—¿Lo lamenta? ¿Está considerando disolver al equipo femenino? —pregunté, tratando de ocultar mi inquietud.

—El presidente ha autorizado a nuestra institución para organizar su propia liga femenina —añadió, tomando asiento—. Se necesita presupuesto, y recortar el de ustedes es lo más sensato. Después de todo, es en beneficio de su club.

No pude evitar sonreír.

—En ese caso, tome todo el presupuesto, cuanto antes, mejor —dije, fingiendo desesperación al verlo negar con la cabeza—. Solo bromeaba. Jamás permitiría que se apropiaran de todo nuestro presupuesto.

¡EH! ¡¿Reencarne en un Anime de Futbol?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora