Sleep Next To Me 💫 »MinJoong«

Cap 4: 진실은 항상 빛에 온다

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10 años atrás...

—Madre ¿Realmente le regalas dinero a la gente? —Preguntó el inocente Mingi con un gesto de confusión en su rostro.

—Mama no regala dinero, Mingi. Solo le ofrece ayuda a las personas que lo necesitan. —Aclaró Minhyun mientras jugaba con su juguete favorito.

Irene se  limitó a soltar una leve risa al ver que su pequeño hijo Mingi, quien tan solo tenía 8 años de edad, sería bastante inteligente.

Bajaron de el auto al notar que la fundación Song se encontraba al otro lado de la calle. Minhyun agarró la mano de su pequeño hermano y junto a su madre, cruzaron la carretera para entrar a aquel sitio donde los esperaban muchísimas personas de bajos recursos, las cuales admiraban y querían mucho a Irene, debido a que está realmente les había ayudado en sus momentos difíciles.

—¡Alto ahí! ¡Irene, usted es una maldita perra! ¡NO MERECE MAS QUE LA MUERTE! —Gritó un hombre alto mientras, con un arma, disparaba a la castaña, haciendo que está cayera violentamente al suelo con una herida justo en el centro de su frente.

—Minhyun, ¿Que está pasando? —Preguntó Mingi mientras agitaba la mano de su hermano, el cual, segundos después, también calló al suelo a causa de un impacto en su pierna.

—¡Mingi, escondete! —Gritó Minhyun, Mingi, quien aún no entendía lo que sucedía, no fue capaz de moverse debido a que algo dentro de el le decía que no debía dejar a su madre allí.

Una pequeña mano tiró de la costosa sudadera que Mingi llevaba puesta, ayudándolo a esconderse debajo de una mesa.

Aquel hombre continuaba disparando a cualquier persona que veía moverse mientras reía de una forma tan macabra, que dejó helados a todos los que aún continuaban con vida.

—¿Por qué ese hombre está haciendo eso? —Le preguntó en voz baja al niño que le había ayudado a esconderse.

—Quizas solo quería robarle algo de dinero a tu madre. —Aquel niño intentaba hablar con una voz calmada, era consiente de que Mingi no tenía idea de los que estaba sucediendo y prefería que se mantuviera de esa forma.

—¿Por qué querría robarle a mi madre? —Preguntó

—Porque es una persona pobre.

Mingi entendió en esos momentos que las personas pobres eran simplemente malvadas, seres completamente diferentes a el, y desde ese momento, aprendió que debía humillarlos, o si no, lo asesinarian justo como hicieron con su madre.

Ninguno de los dos dijo nada más. Minutos después, una persona se encargó de capturar a quien había asesinado a Irene y de llevar a casa a Mingi.

Nunca supo el nombre de aquel niño que le había ayudado, y que había acabado por darle una gran lección de vida, sin embargo, jamás olvidaría su rostro. Jamás.

Mingi despertó completamente lleno de sudor y sobresaltado, haciendo que el chico que dormía a su lado despertara también.

—¿Te encuentras bien?—HongJoong acarició suavemente la cabeza de Mingi al ver que esté se encontraba sumamente pálido.

El menor giró su cabeza hacia donde se encontraba HongJoong, mirándolo como si acabará de hacer el descubrimiento más grande de su vida.

—Tu...Eres tú...—Susurró haciendo que HongJoong frunciera el ceño confundido.

—Duerme ya, estás delirando. —Fue lo que dijo antes de tomar su brazo y tirar de el para poder abrazarlo y dormir cómodamente.

Habían pasado ya 3 semanas desde que Mingi y su familia habían llegado a aquella casa y poco a poco, todos habían empezado a cambiar su forma de comportarse.

Minhyun parecía bastante comprometido con su trabajo como taxista, había conseguido un par de amigos y de vez en cuando los llevaba a la casa por algunas horas.

Por su parte, Miyeon había cambiado sus irremplazables tacones rojos marca Channel por un par de zapatillas simples y bastante cómodas que le permitian ayudar a la señora Kim a gusto.

Todos realmente parecían vivir muchísimo más agusto en aquella casa descolorida que en las grandes mansiones en las que estaban acostumbrados. Ningunos de los 3 hermanos sabía porque, pero se sentían realmente en casa.

Lastimosamente, el plan que el señor Song había elaborado estaba a punto de llegar a su final, y no tenía idea de cómo les diría a sus hijos que todo fue un montaje y que realmente nadie los está persiguiendo.

Hacia días, se les fue anunciado que derrumbarían aquel barrio que "dañaba la estética de la ciudad" para construir el centro comercial más grande de Corea, por lo que tenían una semana para desalojar aquella casa.

—¿De que querías hablarnos? —Preguntó Minhyun mientras tomaba asiento en el comedor junto al resto de personas que vivían allí.

—Volveremos a casa mañana. —Dijo el señor Song con un tono serio, sus tres hijos quedaron completamente confundidos ante sus palabras y se miraron entre ellos buscando alguna respuesta clara.

—¿Que? —Preguntó Miyeon.

—Derrumbaran está casa, y todas las demás, para construir un centro comercial. —El señor Song se puso de pie, dispuesto a dar por terminada la conversación a la mitad, justo como solía hacer siempre, pues no era un hombre de muchas palabras y no le parecía necesario aclarar lo ocurrido.

—Lo que no entiendo es como volveremos a casa si se supone que te están buscando. —Dijo Minhyun.

—Todo es mentira.

—¡¿Que?!—Gritaron los tres al unisono mientras que HongJoong y su madre simplemente guardaban silencio.

—Ustedes tres eran unos malcriados, así que pensé que sería buena idea darles una lección para que aprendieran lo que es trabajar para poder comer y...

—No puedo creer que nos hayas hecho esto, papá. —Dijo Miyeon levantándose de la silla con brusquedad.

—Esperaba un poco más de alguien como tú. —Dijo Minhyun con un tono enojado.

—La culpa es completamente de ustedes por...

La señora Kim y HongJoong se hicieron señas el uno al otro para retirarse juntos de la escena, dejando que aquella familia desahogara sus problemas en privado.

—No, papá. La culpa es tuya. Nunca te molestaste en aprender sobre alguno de nosotros, solo te importa tu jodida empresa. Somos de esta forma porque queremos tu atención. —Hablo Miyeon con frustración.

—No, por... —Una vez mas, el señor Song fue interrumpido, está vez por Mingi, quien habló por primera vez desde que todo empezó.

—Lo que dice Miyeon es completamente verdad. Crecimos solos, papá. ¿Acaso sabías que Miyeon sufre de bulimia desde que tiene 13 años? ¿O que Minhyun sufre de ansiedad desde que mamá murió ? ¿O que yo me autolesiono desde que era un jodido niño? ¡¿REALMENTE TE MOLESTASTE EN APRENDER ALGO DE NOSOTROS?!—Una lágrima rebelde resbaló por la mejilla de este, haciendo que su frustración aumentará más, no quería llorar porque se sentiría débil, pero ahora no le importaba. Miyeon corrió a abrazarlo rápidamente, le rompía el corazón ver a su hermano llorar, por lo que empezó a llorar en su hombro también.

—Yo...

—No, papá. No digas nada más, solo empeoraras las cosas. Mañana volveremos a casa, puedes estar tranquilo. —Dijo Minhyun mientras corría a abrazar a sus dos hermanos menores, sin poder evitar derramar lágrimas al igual que ellos.

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