El boleto de avión en sus manos le dice que su relación poliamorosa está por terminar, por más que quisiera creer que Hyunjin y Jeongin esperarán pacientes su regreso y serán el soporte de su vida futura, no puede, porqué no es posible tal cosa.
Seungmin les ama, lo hace con cuerpo y alma, pero también ama sus sueños y metas, no está dispuesto elegir entre ambos, es evidente que su amor a sus sueños es mucho más grande, ha luchado tanto por ello que no quiere ni siquiera pensar en la posibilidad de olvidar su propósito por un amor ciego.
Esos dos hombres parados detrás de las cintas de seguridad agitando sus manos para despedirle, lo hacen sentir nostalgia, no quiere dejarlos, de verdad sufre por ello, pero tampoco puede quedarse para darle la razón al egoísmo de sus amantes, él desea ir y vivir esas nuevas experiencias.
Con una última mirada y besos voladores se despide de sus chicos para adentrarse en el pasillo que le llevará al avión, se acomoda en su asiento y respira profundo, coloca sus audífonos y abre su libro, su vida dará un giro de miles de kilómetros, y eso le hace feliz.
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No querían hacerlo, pero la ansiedad y la ganas de sentirse completos fué mucho más grande que el amor que le profesan a Seungmin, Jeongin gime loco de placer mientras Hyunjin devora con hambre todo de él, tomado lo que siempre ha sido suyo, pero que también es de Seungmin, o lo era.
Ciegos de deseo le fallaron a Seungmin, la lujuria de sus cuerpos fue más fuerte que su voluntad, esos seis meses que prometieron ser fieles se fueron a la mierda cuando ambos decidieron follar esa tarde, su tración se volvió real cuando al no estar satisfechos siendo ellos dos, buscaron a alguien más, un chico cualquiera, una persona aleatoria, alguien que llenará el vacío que la ausencia de Seungmin dejaba.
No saben cómo o porqué, pero se acostumbraron tanto a ser tres, que al estar solos necesitaban a alguien más, el tercer chico del cual el nombre no importa besaba el cuerpo de Hyunjin mientras Jeongin lamía su miembro con gran entusiasmo. Hyunjin cerró sus ojos, imaginaba que es Seungmin quien le besa.
Seungmin...
El mismo que justo ahora se encuentran tan sólo, rogado que los seis meses terminen rápido, así podrá tener entre sus brazos a sus amantes, aquellos que le juraron lealtad y fidelidad, aquellos que justo a hora corrompen su gran amor con la presencia de un tercero que por supuesto no es él, quiere llamarlos, decirles lo mucho que les extraña, lo mal que se siente al estar lejos de ellos y también hablarles sobre todo lo que aprende a diario, lo bien que se lleva con sus compañeros, lo increíble que son las clases y lo mucho que han mejorado sus escritos.
Younghyun le acompaña y ayuda siempre, por supuesto mantiene la distancia adecuada y Seungmin es felíz con sus compañía.
No tiene idea de la tración que su grandes amores comenten una vez por semana. A tan solo tres meses de haber iniciado el intercambio Seungmin enamoró a varios de sus compañeros, contando también a las chicas y es que Kim Seungmin es perfecto, tanto que vivir meses sin él debilita el alma y hace vulnerable al corazón.
