Privacies

9. llaves de un para siempre

El fin de semana había terminado tan rápido como había comenzado y Valentina aún no estaba lista para volver a su realidad. No estaba preparada para regresar a su trabajo, mucho menos para tener que comenzar a escribir su historia quincenal en la revista, y su tiempo se estaba acabando. Ya era entre semana y todavía no podía escribir nada y eso era frustrante para ella, y simplemente no sabía cómo salir de ese agujero, o no le importaba lo suficiente.

Era miércoles, y ella y Juliana estaban en la habitación de la chica de cabello negro. Mientras Juliana terminaba de coser un vestido que le había regalado a su madre para celebrar su primer aniversario de bodas con Panchito, Valentina había estado acostada en su cama mirando al techo durante casi 30 minutos, sin poder pensar en nada. .

"Creo que mi carrera como periodista, que apenas ha comenzado, está por terminar. R.I.P" Valentina respiró hondo y se cubrió los ojos con el brazo izquierdo. "Lo juro, acabo de escribir el tema más horrible de mi corta carrera". Ella resopló.

"Amor", dijo Juliana sacando una aguja que sostenía en sus labios y mirando a su novia, "Dudo que sea tan malo o que sea malo en absoluto, tienes un talento increíble para escribir, es imposible que haya salido así de malo."

"Es lo peor que he escrito Juls, te lo juro". Valentina respondió sin siquiera moverse.

"Mira", Juliana se levantó y se sentó en la cama junto a la mayor. "Sé lo frustrada que estás. Sé lo importante que es hablar sobre el tema del artículo que estabas desarrollando, y sé que el hecho de que tu jefe, que probablemente tiene una idea de lo personal que es este tema para ti y todavía no te permite publicarlo, te afecta aún más "

"No me importa lo que él piense al respecto". Valentina habló con irritación interrumpiendo a Juliana.

"Lo dudo." Valentina puso los ojos en blanco. "Y eres muy obstinada cuando no quieres admitir que estás equivocada".

"No soy una cabeza dura Juliana, simplemente no sé qué más hacer para poder escribir algo realmente bueno, parece que mi cerebro está bloqueado y ya no puedo escribir nada-"

"Cariño, todos pasamos por etapas de falta de creatividad. Al igual que yo, a veces no puedo pensar en un solo modelo de ropa para dibujar, tu bloqueo te impide escribir. Pero no dura para siempre, a verás, muy pronto volverás a escribir como loca, solo dale tiempo ". Juliana besó la cabeza de Valentina y volvió a su vestido.

Valentina abrió la boca para responder, pero no se le ocurrió nada para decir que Juliana estaba equivocada. Sabía que tenía razón, pero todavía era frustrante que no pudiera escribir lo que quería cuando lo quería.

"Supongo que tienes razón."

"¿Cuándo no estoy en lo cierto?" Juliana le dio a Valentina una sonrisa irónica.

"Extraño cuando eras modesta, ¿sabes?" Dijo Valentina levantándose de la cama y abrazando a Juliana desde detrás de la silla. "Como cuando llegaste a México, toda tímida, poniéndote roja cuando decía que eras un gran diseñador de moda, -"

"Lo soy." Juliana estuvo de acuerdo con una sonrisa sarcástica.

"¿Ves?" Valentina dijo riéndose y se sentó en el regazo de Juliana, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de su novia. "Eso es lo que extraño, dirías 'oh no, no soy tan buena, solo sé cómo hacer algunas costuras aquí y allá', la vieja Juliana nunca se jactaría de sí misma". Valentina besó a Juliana. "¿Qué le pasó a esa tímida Juliana?"

"Conoció a una chica llamada Valentina que todos los días hablaba de lo buena que era como diseñadora de moda". Juliana le sonrió a su novia. "Y lo escuchó durante tanto tiempo que se convirtió en su comida diaria y hoy está abastecida por el resto de su vida". Valentina se echó a reír y echó la cabeza hacia atrás. "