Rewriting (Swanqueen)

Capítulo 10

Sentada en su oficina en el Ayuntamiento, Regina no podía concentrarse en el trabajo. Seguía pensando en el abrazo, en no poder ofrecerle consuelo a Emma. De repente, en su mente, ella estaba afuera. Estaba oscuro y lluvioso, y vio a Emma llorando en el hombro de Hook. La abrazó y ella se aferró a él, mientras Regina observaba desde lejos, agarrando su paraguas con fuerza. Sintió que sus ojos picaban con lágrimas al ver cómo siempre se la percibiría, observando desde la distancia, deseando que fuera su chaqueta la que Emma agarró con tanta convicción.

Sacudiendo la cabeza, se trajo de vuelta al presente. Con un gesto de su mano, trajo el libro y la pluma. Ella abrió el libro y comenzó a escribir.

"Un mes después de su primera cita, Emma le confesó a Regina que estaba embarazada y le explicó cómo se había ido Neal cuando se enteró".

Ella sonrió y agregó: "El bebé será un niño y su nombre será Henry".

Emma se sentó en el piso del baño, agarrando la taza del inodoro y exhalando grandes bocanadas de aire.

"¿Emma? ¿Está todo bien?" La voz de Regina sonó desde detrás de la puerta cerrada.

"¡Muy bien!" gritó, esperando que sonara convincente. Internamente, estaba en pánico. Recordó otro momento no hace mucho, sentada en un baño también, mirando un palo blanco que lo cambió todo. Neal la había abandonado cuando descubrió que estaba embarazada, considerando que tener un hijo sería una carga.

Seguramente Regina no la dejaría porque estaba embarazada, ¿verdad? Regina amaba a los niños, por eso estaba trabajando en la biblioteca infantil. ¿Pero y si ella no lo hizo? Apenas habían estado saliendo durante un mes, y aunque Regina parecía maravillosa, Emma había tenido demasiadas experiencias con personas que la dejaban por las cosas más simples. Le había dado forma a tener cuidado con lo que compartía y con quién.

Pero una vez que salió del baño, se encontró con Regina mirándola, con la cabeza ligeramente inclinada. "¿Que pasó?"

Emma se mordió el labio e inconscientemente fue a envolver sus brazos alrededor de su vientre aún en su mayoría plano y protector.

"Hey", dijo Regina, tomando a Emma en sus brazos, besando su frente suavemente. "No te pongas nervioso, estoy aquí para ti. Si quieres tu espacio, te lo daré, pero solo sé que puedes confiar en mí".

"Estoy embarazada", espetó Emma, ​​enterrando su cabeza en los hombros de Regina, no queriendo dejar la comodidad. Para su felicidad, Regina simplemente apretó el agarre. Una vez que se separaron, Regina estaba radiante. "¿No estás enojado?"

Regina ni siquiera podía encontrar en sí misma alterar su entusiasmo, pero sacudió la cabeza. "¡Por supuesto que no! ¿Por qué estaría enojado?"

Emma se encogió de hombros. "No lo sé. Neal se fue cuando se enteró ..."

Agitándose, Regina se burló. "Es un idiota. ¿Ya has hecho un chequeo?"

Cuando Emma respondió que no, llamaron para reservar una cita. Afortunadamente hubo uno en una hora, por lo que se apresuraron a llegar a tiempo. El bebé estaba sano y sus síntomas eran bastante leves, no había estado vomitando antes de hoy, por lo que el médico los aclaró que estaban bien. También les dio una cita para otro chequeo y muchos ultrasonidos, en ese momento podrían averiguar el género del bebé.

Regina ya sabía que sería un bebé, su pequeño Henry, pero actuó despistada por el bien de Emma, ​​aunque dejó escapar que sentía que sería un niño.

"¿Oh enserio?" Emma preguntó con una sonrisa divertida. "¿Ahora eres un experto en bebés?"

"Quizás", respondió Regina con un guiño.

Cuando llegaron a casa, Emma prácticamente se derrumbó en la cama. Cuando Regina fue a verla y le preguntó si quería almorzar, se rió en silencio por lo adorable que se veía su novia. Novia El título aún le daba escalofríos. Estaba saliendo con Emma Swan, por increíble que pareciera.

Regina había dejado a Henry con los Charmings por la noche, y decidió que aprovecharía el hecho de que estaba cerca para dirigirse al restaurante y tomar un bocado rápido. Sin embargo, su momento podría haber sido mejor, ya que vio cuando entró que Emma estaba con Hook sentado en una mesa, claramente en una cita.

Decidiendo que tomaría su comida para llevar, se acercó al mostrador para hacer su pedido. Mientras esperaba, su mirada se dirigió a Emma, ​​quien le dirigió una pequeña sonrisa y una mirada melancólica. Regina suspiró y miró hacia otro lado, decidiendo que no tenía tiempo para lidiar con la mirada confusa de Emma mientras estaba claramente en una cita con el pirata.

Una vez que tuvo su orden, huyó rápidamente, dirigiéndose a casa para enterrarse por escrito.

"¿Qué te dije?" Regina se rio, besando el hombro de Emma. Estaban sentados en el sofá, Emma entre las piernas de Regina, de espaldas contra su pecho, las manos sosteniendo las de Regina sobre su vientre ahora más prominente.

"Bien, bien, eres un experto en bebés", admitió Emma. Acababan de descubrir el género del bebé y, tal como Regina sabía, era un niño.

Frotando sus manos suavemente sobre el estómago de Emma, ​​dijo: "¿Qué tal los nombres?"

Emma gimió. "Soy terrible para inventar nombres. Se te ocurre uno".

Fingiendo pensar, Regina dejó escapar un zumbido. "Usaré mis poderes de bebé para determinar el nombre perfecto para nuestro pequeño hijo".

Había sido perfecto con cómo Regina comenzó a considerar al niño como suyo. Emma hizo lo mismo, lo que hizo que su rayo.

Emma soltó un chillido y luego inclinó la cabeza como si hablara con el niño. "Si te quedas atascado con un nombre terrible, lo siento mucho niño".

Regina se burló indignada. "¡Honestamente!"

Girando la cabeza para mirar a Regina, Emma extendió la mano para plantar un beso en su mandíbula. "Sabes que estoy bromeando. Dispara con las sugerencias de nombre".

"¿Qué tal ... Henry?"

Emma guardó silencio por unos momentos, probando el nombre en su mente. Entonces ella asintió. "Suena perfecto. Gracias por estar aquí conmigo, incluso si en algún momento te sorprendiste un poco, las palabras no pueden decir lo bueno que fue tenerte allí conmigo".

Regina asintió, sonriendo. Había estado muy emocionada durante toda la cita, y aunque le dijo a Emma que era solo porque esto se sentía especial, fue un poco más lejos para ella. Nunca había experimentado esto en su línea de tiempo original, y se sintió absolutamente increíble estar aquí con Emma. Cuando vio por primera vez la ecografía, dejó escapar un sollozo de felicidad, apenas creyendo lo que estaba viendo, y Emma apretó la mano que había estado sosteniendo y le sonrió tranquilizadoramente. Esto sería mágico.