Extra

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Lean la nota final o les pateo.
Si algún verbo mal escrito me avisan porque empiezo en primera persona y siempre termino mezclándolo con segunda y tercera.

_______. Ocho años.

Mire hacia el lado derecho de el pasillo y después hacia el izquierdo, al ver que no había nadie cerca tome un libro del estante y me dispuse a leer.
Era uno de esos momentos en los que ninguno de mis siete hermanos estaban para molestarme, bueno en realidad seis ya que Vanya siempre resultaba ser una buena compañía, o cuando el mundo desidia estar en paz y no teníamos misiones que hacer.

Comencé a leer perdiéndome en la historia, una bella chica en un campo de trigo siendo perseguida por una bestia feroz con colmillos, sus piernas dolían y los dedos de sus pies se acalambraban a cada paso que daba, pero la historia dio un giro, la chica derrapó en la tierra mojada, ¿ Estaba lloviendo?, saco una gran espada larga que traía escondida en su vestido y...

Entre en un profundo sueño.
Alcanzaba a percibir la música del tocadiscos pero era muy tenue.
Ya me encontraba enredado por los brazos del cansancio.

Pum.

Me desperté por un golpe en el estomago, la alarma sonaba por todos lados y las voces y pasos de mis hermanos se escuchaban por los pasillos, mire el objeto que me golpeó, un zapato y dentro de este había una piedra.
Fruncí el seño y vi la suela del zapato, esta por supuesto tenía el nombre de número cinco. Fije mi vista en la puerta de la habitación, un pequeño cinco de ocho años me miraba con una sonrisa burlona. Aun con el seño fruncido le sonreí con malicia.
Corrí tratando de atraparlo, el hizo lo mismo y al final terminamos en una persecución por toda la academia, nuestras risas y pasos resonaban por doquier.

-¡Eso no es justo!- le grite ya que se había teletransportado hacia la sima de las escaleras, siendo que yo tenía que pasar por todas ellas.

-No mencionamos nada de ser justos.- respondió, yo solo gruñí en voz baja.

Había una emergencia y el y yo simplemente corríamos detrás del otro, también en parte Cinco me había quitado mi antifaz.

Salte lanzándome encima  de número Cinco para terminar con esto de una vez por todas.
Rodamos por el suelo y termine arriba de él, ambos riendo al unísono.

Inocentes.

Las risas terminaron cuando los gritos de Sr. Reginald iniciaron.

-¡¿Quien les dio permiso de jugar?!, ¡Estamos en medio de una crisis!- nos levantamos y terminamos de alistarnos en silencio.


...

Al regresar de la misión los siete de nosotros, ya que Vanya había subido directo a su habitación, Hicimos una columna tocando los hombros de los otros.

-Todos lo hicieron muy bien.- Nos decía mientras caminaba de un lado al otro.- Bueno casi todos.- Termino cuando se detuvo en mi.

Trague duro.

Comenzó a gritarme delante de todos, a decir lo incompetente entre otras cosas que a su vista era, a pesar de él dije de vergüenza que apareció en mi, nunca baje mi cabeza ni cambie mi semblante, los demás me miraban con lastima.

-Hoy tú limpiarás tus heridas, no te quiero cerca de la enfermería. - asentí sin quejarme.- Como se dice.

-S-si señor.- canine había mi habitación.

Los demás chicos pasaron por la puerta de mi habitación mientras me curaba las heridas, pero solo Cinco y Diego se detuvieron.

-¿Estás bien?- Preguntó Diego fuera de la puerta.

Asentí con una sonrisa de lado. Sonrió al igual y después siguió su camino, Número cinco dio dos pasos hacia mi cuando negué, miro había un lado, Sr Reginald venia había el pasillo.

Hizo una mueca y después salió dirigiéndose a su habitación.

Abrí mis ojos, de nuevo tenía treinta años, número cinco se detuvo agitado a un lado de la puerta.

-¡Rápido necesito que me ayudes con algo!

Siguió su camino, sonreí, las visiones y recuerdes habían vuelto.

Hola disculpen el abandono, de nuevo lo sé, yo ya no tengo excusa, pero bueno, espero que disfruten esto que escribí. Estarán confundides pero así como aclare en el aviso que deje unos capítulos más abajo ESTA PARTE, era la DISCULPA, pero ya vimos que cambie de opinión, bueno creo que es mejor que irme, después de todo es mi primera historia y cuando escribí la cancelación tenía la mitad de vistas y de votos que tengo ahora.

En fin montones de amor para ustedes y gracias por estar aquí a pesar de tener a una escritora tan floja.

Eight Days For Love. $Número 5 y tu$ CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora