6. Color rosado

920 120 61
                                    


Color rosado: El elfo y el hombre

Eren aún miraba aquella puerta por la que Erwin Smith y Levi Ackerman habían salido, no entendía por qué no podía apartar la mirada de aquel pedazo de madera, por qué sus pensamientos habían salido detrás del hombre moreno. Los humanos siempre le habían causado curiosidad, eran volátiles, ingeniosos y sobre todo, seres que evolucionaban constantemente, lo que su raza no podía hacer porque estaba destinada a estar estancada. Pero éste humano en particular lo intrigaba en formas que ni siquiera Hanji había logrado. Quizá, se debía a que Hanji siempre había sido como un libro abierto para él, mostrando abiertamente sus pensamientos y sentimientos a Eren.

¿Pero Levi Ackerman? Las únicas veces que habían hablado, habían sido para insultar al príncipe y luego, exigir una libertad de la que Eren no se sentía responsable. Eren había tratado de ser cortés, amoldarse al hombre, pero parecía que entre más trataba de entenderlo, Levi Ackerman parecía más arisco. Estaba claro que lo odiaba por el simple hecho de que era un elfo, no era como Erwin Smith, que de inmediato lo vio como algo intercambiable; o como Hanji, que en cuanto lo observó sintió curiosidad y fascinación por él. El capitán Levi Ackerman simplemente miraba al príncipe como si éste fuera personalmente culpable de todas sus desgracias.

Hanji suspiró con cansancio, cuando los ojos de Eren se dirigieron a la mujer, ésta ya lo estaba mirando con una clara expresión de disculpa, en realidad, no tardó en hacer evidentes sus sentimientos cuando dijo:

—Disculpa a Levi— Rascó la parte trasera de su nuca, parecía estar cansada de estar excusando al otro hombre.— Está pasando por una temporada difícil.

—¿Es debido al comandante Erwin Smith?

Ni bien terminó de preguntar, Hanji ya había respingado y lo observaba con enormes ojos marrones llenos de sorpresa e incredulidad. A juzgar por la expresión llena de preocupación de la mujer, parecía ser que éste era un gran secreto que se suponía que nadie más y mucho menos Eren, debían saber.

—¿Quién te dio esa información?

Eren encogió los hombros con desinterés, no había necesitado que nadie se lo dijera. Lo supo desde el primer instante en que vio a los dos hombres juntos, la forma en cómo Levi Ackerman miraba a su comandante; aquella mirada que decía a gritos que el hombre estaba dispuesto a conquistar y poner reinos enteros a los pies del otro hombre rubio, si éste así se lo pedía. Todo el anhelo contenido en sus ojos que estaba a punto de desbordarse... Eren simplemente lo supo desde el primer momento.

Erase una vez, hace mucho tiempo, el príncipe había visto de la misma forma a su enigmática Centinela, por eso, lo sabía sin necesidad de que alguien más se lo hiciera notorio y Hanji acababa de confirmarlo.

También estaba la otra cara de la moneda: Erwin Smith. Estaba implícito que él ni siquiera notaba esos fuertes sentimientos, no, aún peor que eso, lo sabía pero prefería ignorarlos, pretender que no estaban allí cuando incluso Eren podía verlos con claridad, y entendía perfectamente el frío que el rechazo dejaba en el pecho. Entonces, había sido fácil deducir que Levi Ackerman tenía a su propia Centinela. Tal vez, por eso mismo, Levi Ackerman lo intrigaba en demasía. Comenzó a sentir que Hanji comenzaba a ponerse inquieta ante su prolongado silencio, por lo que carraspeó la garganta y volvió a encoger los hombros con simpleza.

—La reina solía decirme que soy bastante perceptivo con todos a mi alrededor— Su mirada verde regresó a la puerta blanca de madera.— En realidad sólo fue una sospecha que acabas de confirmar.

Hanji palideció.

—Metí la pata— Murmuró, pero casi enseguida dio un par de pasos hacia el príncipe y con una expresión suplicante, pidió:— Por favor, no le digas a nadie sobre esto. Nadie nunca tiene que saberlo.

Beloved by the green; EreriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora