2. Color gris

985 132 76
                                    


Color gris: Humillación


"Mi castillo se derrumbó anoche, lleve un cuchillo a una pelea de pistolas. Ellos se llevaron la corona, pero está bien".

Call it what you want, Taylor Swift


Zeke resistía la plaga como sólo un príncipe guerrero, comandante en jefe del ejercito élfico podía hacerlo. Sus hombres aún quedaban de pie, pero ahora estaban más acorralados que nunca y la retirada parecía inminente; las criaturas tenían un parecido enorme a las salamandras pero tan grandes como una casa pequeña y modesta. Eran de un fuerte color morado, pero en realidad, el color no importaba demasiado porque todavía podían camuflarse a la perfección. Eran ciegas, pero eso sólo las hacía más peligrosas porque sus demás sentidos se agudizaban demasiado y nunca estaba de más decir que eran muy talentosas lanzando veneno corrosivo desde distancias largas.

Habían venido de alguna parte entre Helheim y los Pantanos del Sur a invadir las fronteras de Nórdian, Ninfairheim y Valvour, claro que el ejercito del rey elfo sería quien actuaría como defensor de las tres fronteras. Entre las criaturas mágicas no existía ejercito más fuerte que el de Nórdian, pero tal vez, el rey elfo era demasiado arrogante, pues sólo había mandado a un pequeño grupo de soldados a combatir a las criaturas y ahora, incluso el príncipe primogénito tenía problemas liando con ellas. Mikasa parecía ser la única guerrera que se las arreglaba perfectamente bien, era la única que saltaba de rama en rama, desgarrando y matando con tal facilidad. Mientras que los demás estaban acorralados en un pequeño circulo sin saber cómo manejar la situación.

—¡Zeke!— Pieck gimió con un grito ahogado mientras intentaba esquivar el ataque venenoso de una de las tantas criaturas.— ¡Debes ordenar la retirada!

—Odio admitirlo— Ésta vez fue Reiner quien asintió, tragando saliva con fuerza.— Pero si queremos vivir un día más, la retirada es la mejor opción.

—¡No!— La voz de Zeke se hizo escuchar, estaba totalmente destrozado y bañado en salado sudor.— ¡Somos el ejercito más fuerte! ¡La retirada es para cobardes!

Los saldados a su cargo también tragaron con fuerza, Pieck parecía cada vez más cansada y resignada a morir en ese lugar, mientras que Reiner sólo negaba con la cabeza y maldecía a su príncipe mentalmente. Un par de ojos verdes miraban toda la escena con diversión, el príncipe menor veía todo sentado desde la rama de un árbol alto y se deleitaba con la desesperación de su hermano y sus guerreros ineptos. A él nunca se le tomaba en cuenta cuando había batallas que ganar y realmente, no pensaba mover ni un solo dedo para detener toda ésta locura; sin embargo, recordó que el rey estaría furioso si sólo él regresaba, así que suspiró con fastidio.

Se concentró, buscando en su cabeza el hechizo ideal para este tipo de situaciones, no le llevó demasiado hallar alguno que pudiera usar en su ventaja y en menos de un parpadeo, las criaturas estaban ardiendo en llamas doradas entre chillidos espantosos y gemidos de dolor, todas y cada una de ellas. Los guerreros bajaron sus armas con una exclamación entre sorprendida y horrorizada, Zeke frunció el entrecejo cuando Eren se deslizó entre las ramas con la agilidad y elegancia digna de un príncipe y cayó de pie frente a ellos.

El príncipe menor enarcó una ceja burlona y con otro chasquido de dedos, redujo a las criaturas a simple nada. Todos miraron la escena con ojos bien abiertos pero en cuanto el estupor pasó, todos los soldados bufaron sin ni siquiera intentar ser discretos. Zeke gruñó y de mala gana les ordenó a todos que fueran a preparar los alces para regresar de inmediato al castillo. Pasó a lado de su hermano menor sin darle ni una sola mirada, pero Eren enseguida siguió a su hermano mayor.

Beloved by the green; EreriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora