POV Dahyun
Desperté.
Exacto, desperté. Todo había sido un sueño, un sueño agridulce, un sueño que me hizo creer que todo sería como imaginé. Pero no, lamentablemente no fue así.
Departamento de Minatozaki y Kim... hace 16 horas.
Llegué al departamento, y no pasó como en mi sueño.
"Knock knock" Llamé a la puerta.
Nadie respondió.
"Ding Dong" El timbre sonó repetidas veces, pero nadie salió a mi encuentro.
- Probablemente no esté en casa. - Me decía a mi misma en voz alta. - No quiero aparecer de repente... Me quedaré aquí esperando. - Asentí sonriente, con la esperanza de que mi compañera volviese en unos minutos.
(...)
Pasaron 10 minutos. Estaba de pie, parada frente a la puerta de mi nueva casa.
- Dios mío... - Suspiraba cansada, miré mi reloj. - ¿Qué? ¿Solo 10 minutos? - Bufé frustrada al notar que el paso del tiempo no era el que quería.
Cansada de estar levantada, decidí sentarme y recostar mi espalda en la puerta.
- Venga Dahyun. Pronto estarás durmiendo y olvidando esto, pronto todo pasará. - Me repetía a mi misma esas palabras, en voz alta, pero no surtían ningún efecto.
Saqué mi móvil, dispuesta a jugar a algún juego que me distrajera de lo monótona que se me hacía la espera de mi compañera.
- Joder soy malísima. - Bufé frustrada al ver que de nuevo la pantalla de "Game over" se burlaba de mi. - De verdad, no se me da bien ni un juego, ¿tan inútil soy? - Comencé a frustrarme cada vez más. Guarde mi dispositivo con desprecio, abracé mis piernas y recosté mi cabeza entre ellas.
Pronto, caí en un sueño extraño, donde las sombras del pasado me perseguían y la figura angelical de, lo que creo recordar, una chica de cabellos castaños me ayudaba a huir, a salir corriendo de aquel caos, aquel descontrol en el que se había convertido mi propia mente al revivir inconscientemente la escena más terrorífica y perturbadora de mi vida.
¿Por qué el ser humano era tan cruel? ¿Cómo... todo el amor que había entre nosotros se desvaneció en una sola noche? Sin darme cuenta, pensaba en Jackson aun en sueños, sin darme cuenta, lloraba por su culpa, sin darme cuenta, creaba aun mas caos en mi mente al revivirlo todo, al intentar buscarle el sentido al desastre, y, finalmente, aun sin ser plenamente consciente de que una voz me estaba intentado devolver a la realidad, desperté, y lo primero que vi me encantó.
- ¿Hola? - El rostro afligido, confundido y curioso de la chica en frente de mí me hizo darme cuenta de que había despertado de mi pesadilla. Rápidamente saqué mi móvil para verificar la hora y... - Disculpa, no me ignores. - ¡Joder! Llevaba durmiendo dos horas. Miré a la chica aun algo adormilada, esta, me tendió la mano amablemente y yo la acepté, sintiendo la calidez que desprendía la misma con solo un roce.
- ¿Eres Minatozaki? - Hablé con la voz algo entrecortada, ¿Qué carajo? esta chica era muy hermosa, en serio, muy hermosa. Espera, no, no puedo...
Minatozaki asintió, me tomo de los hombros con cuidado y me apartó ligeramente de la puerta para poder abrirla.
- Yo soy K-- - Ya sé quien eres. - Su tono de voz era bajo, suave, sin llegar a ser despectivo o agresivo. Sana abrió la puerta, dio un paso corto hacia atrás y me observó expectante. - ¿No vas a entrar? - Preguntó aun con ese tono tranquilo el cual llegaba a parecerse a un susurro. Yo asentí y entre con cautela, arrastrando mi equipaje a través del suelo de parquet. Asumo que Sana me siguió ya que la puerta se cerró y sus pasos me alcanzaron, posicionándose prácticamente a mi lado mientras me observaba
- ¿Dónde dormiré? - Pregunté observando las paredes blancas y pulcras.
- En el sofá. - Me dijo la japonesa a la par que me adelantaba y abría una de las puertas del pasillo. Deduje que era su habitación ya que tenia varias fotos de ella y dos chicas más, imágenes aparentemente nostálgicas de ella y un cachorro de Shiba Inu ,y brochazos hechos con pintura negra. Una puerta la mar de artística a mi parecer.
Espera, ¿ha dicho que dormiré en el sofá?
- D-de acuerdo. - Dije algo confundida.
Sana asomó la cabeza y me miró con curiosidad. - ¿De verdad pensabas que dormirías en el sofá? No, soy fría, pero no tanto. - Alzó su brazo y apuntó a la puerta paralela a la de su habitación. Una puerta blanca y limpia. - Ahí, esa habitación. - Me volvió a mirar. - Buenas noches. - Cerró la puerta y se adentro en su propia habitación, en su mundo.
Dicen que la habitación de una persona dice mucho de ella, pero sobretodo su estado anímico, es... Algo complejo saber cómo es una persona solo por ver su habitación, pero igualmente puedes hacerte a la idea de cómo está estructurada su mente.
Y en ese instante me pregunté, ¿Cómo es la habitación de Sana?
- Buenas noches. - Dije aunque ya hubiera cerrado la puerta hace rato.
Salí de mis pensamientos y volví a la realidad. Decidí entrar a mi nueva habitación, abrí la puerta y observé la estancia perfectamente colocada y ordenada. - ¿Eres minimalista? - Le susurré al aire, aún sabiendo que no recibiría respuesta. Me adentré al cuarto, cerrando la puerta y dejando mis cosas a los pues de la cama. - Casa ordenada, mente ordenada... O eso dicen. - Suspiré aliviada al ver que todo estaba saliendo bien, tal vez, el primer encuentro no haya sido de lo más agradable, pero pronto podremos hablar tranquilamente.
- ~You make me feel special~ - Escuché la voz de Sana desde mi habitación, observé la puerta con curiosidad y me quedé en absoluto silencio apreciando la voz tan angelical que poseía la chica de lindos rasgos japoneses. - ~That's what you do~ - Su voz me hizo sonreír, y como por arte de magia, mi corazón latía calmado al escucharla, mi pecho, antes oprimido por el miedo y la duda, ahora desprendía calor y se podía notar que, sin duda, esta noche dormiría tranquila.
Y para acabar de derretir mi corazón, la chica suspiró profundamente. Un suspiro dulce que me hizo sonreír de nuevo.
- Dios mío... Canta genial. - Susurré al meterme en la cama y cerrar los ojos.
Y finalmente, caí dormida, pero esta noche no soñé con las sombras del pasado, nada perturbó mi mente, solo soñé con la voz de Sana, cantando una y otra vez aquellas estrofas que me habían tomado por sorpresa y que habían cautivado mi corazón por unos instantes.

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TALK TO ME - SAIDA
FanficDahyun es una joven que viaja a Japón para escaparse de su ahora ex-novio. Consigue un apartamento en Osaka, pero en este le toca convivir con otra chica de nombre Sana. Sana es una japonesa de pocas palabras. Sus únicas amigas son dos japonesas lla...