El Juego del Psicópata.

Capítulo dos. XOXO, Tu Querido Psicópata

   "Presta atención, chica.

   Primero, me presentaré como es debido. No diré mi nombre, pero estaré cerca tuyo por un buen tiempo a partir de ahora. Puedes llamarme Querido Psicópata.

   Soy un viejo amigo-no-tan-amigo de tu padre.

   Pregúntale por su pasado, así sabrás de qué te hablo en mi próxima nota.

   Pregúntale qué le robó a quién que sea tan importante como para que ahora quiera recuperarlo.

   Por ahora me voy, solo quería hacer una pequeña introducción.
                                                                          XOXO,
                                                                                    Tu Querido Psicópata"

   Cierro el casillero agresivamente, causando un fuerte sonido.

   Camino con las rosas secas, la caja sorpresa y la nota hasta el basurero más cercano, donde los lanzo sin pensarlo ni una vez.

   Primero Johan, diciendo un montón de incoherencias que me dieron dolor de cabeza, y ahora algún estúpido que quiere ser muy gracioso, mas no le pienso dar el gusto a ninguno.

   Diviso una rubia-pelirosamorada sobre un par de edificios que se hacen llamar zapatos un par de minutos después, cuando ya me he tranquilizado un poco. Camino hacia ella.

   -¡Hasta que te dignas a aparecer! ¡Te he estado buscando desde que entré y te vi discutiendo con Johan!

   -Hola a ti también. -Ella rueda los ojos.

   -Sí, sí. Como sea. ¡Habla de una vez! ¿Qué quería tu ex?

   -Dormí muy bien, gracias. Cuando llegué a casa pensé que Mónica estaba muerta, pero resultó ser que sólo estaba inconsciente... Así que supongo que la fiesta se cancela...

   -Eso me dice que Mónica sí estaba viva -comenta Elliott apareciendo.

   -Lastimosamente.

   -Hola, Ross -saluda a la chica que me mira entornando sus ojos y la conozco tan bien que sé que está a punto de llenar con aire sus cachetes.

   -Me vale verga que Mónica esté viva o muerta. Dime. Qué. Quería. Tu. Ex -Y al terminar de hablar, sus iris casi desaparecen bajo sus párpados y sus mejillas se inflan. Contengo la risa al saber que tenía razón.

   -Me pidió perdón -inicio con la historia mientras empezamos a caminar hacia la cafetería -. Dijo que fue un error haberse acostado con Julia, pero que estaba cansado de esperarme. Y no me creerán lo que dijo después.

   -¿Qué dijo? -Me insta Elliott, que aunque intente ocultarlo rodando los ojos, también es un chismoso y muere por saberlo.

   -Sabes que quieres saberlo. Dijo, y lo cito, "Pero ya teníamos seis meses de relación, tú no me dabas nada de acción, y tenía ganas", ¿pueden creerlo?

   -¡Es un cerdo!

   -Y después de decir eso se dignó a pedirme que vuelva con él.

   -Debería darle vergüenza. Incluso yo sé que eso no debe decirse.

   -No se debe ni siquiera pens...

   -Ross, es humano, está en su naturaleza. Simplemente no debía decir eso. Y menos de esa manera.