Trono Divino de Sangre Primordial: Nunca te rindas

Capítulo 94: Rompiendo relaciones (1)

Lan Zhi todavía confesó al final bajo la furiosa paliza.

Sin embargo, la paliza no se detuvo por eso. Más bien, continuamente aterrizaban sobre su cuerpo con fuerza.

Su Chen no requirió la confesión de Lan Zhi.

Todo lo que necesitaba era sangre fresca y fluida para saciar su sed de venganza.

Cada golpe en el cuerpo de Lan Zhi hace que la sangre vuele en el aire, la carne vuela en el aire y un llanto lastimoso.

Esto también fue dado que Iron Cliff estaba controlando su propia fuerza.

Como su maestro había dicho que la golpeara hasta la muerte, no podía matarla de un solo golpe.

Iron Cliff cumplió diligentemente las órdenes de Su Chen.

Los gritos lastimosos continuaron sonando, pero Su Chen ya no tenía ningún deseo de seguir escuchándola.

Se puso de pie y salió del pabellón Bright Prospects, caminando lentamente por el sinuoso camino. Juntó la mano y bajó la cabeza, como si estuviera pensando en algo. Caminó así todo el camino.

Hasta que llegó a la puerta del pabellón de fragancias azules, Su Chen no se detuvo y entró directamente.

Cuando una sirvienta vio entrar a Su Chen, su expresión se transformó en una de miedo. Se retiró unos pasos antes de darse la vuelta repentinamente y retirarse furiosamente.

Su Chen no la detuvo.

Continuó caminando hacia adelante paso a paso, pasando por el corredor y la veranda antes de llegar al patio principal frente a una pequeña habitación, situada cerca de una pared roja.

Yan Wushuang estaba sentada en su habitación en ese momento.

Llevaba un gran abrigo de visón azul, y se había pegado el broche de Jade Phoenix que Su Cheng'an le había regalado en el pelo. En ese momento, se estaba poniendo un poco de cinabrio en la frente mientras se enfrentaba al espejo.

La criada que acababa de huir estaba arrodillada a sus pies.

Al ver a Su Chen entrar por el espejo, la expresión de Yan Wushuang se puso rígida.

Luego, colocó suavemente el cinabrio sobre la mesa, como si no supiera nada.

Después de colocar el bolígrafo de cinabrio, ella dijo lentamente: "Así que realmente viniste".

"¿La señorita Wushuang quiere decir que sabías que iba a venir y que me estabas esperando?" Su Chen sonrió suavemente.

No la llamó Tía Cuarta porque formalmente hablando Yan Wushuang ya no era una Cuarta Tía, sino una sirvienta. Por supuesto, en realidad seguía siendo la cabeza del Pabellón de las Fragancias Azules. Ella continuó viviendo la vida de un maestro bajo el título de sirvienta.

Uno solo tenía que mirar su estilo de vida extravagante para saber que Su Cheng'an realmente era bastante buena con ella.

En cualquier caso, esta frase "señorita Wushuang" causó que las manos de Yan Wushuang se movieran violentamente.

Su cara de jade estaba tensa. "La persona que estoy esperando es mi esposo".

"¿Marido?" Su Chen estaba un poco aturdido. Dijo en voz baja: "Normalmente, mi padre aún se ocuparía de sus negocios; ¿Por qué regresaría? Alguien debe haberlo notificado. Desde el momento en que regresé, me enteré de la situación, fui a ver a mi madre y luego llegué aquí ...

Observó a Yan Wushuang. "Hiciste algunos preparativos, pero evidentemente aún eras demasiado lento".

La cara de Yan Wushuang estaba mortalmente pálida.