Nos despedimos creí que no volvería a verlo pero él me empezó a buscar y yo recordaba los sueños de la vida compartida con él. Accedí a su amistad y a su amor. Nos volvimos a ver pero esta vez fueron encuentros más comprometidos. El había aprendido mi lenguaje. Yo un poco el de él. Se hacían divertidas nuestras conversaciones y salidas. Conocimos lugares extraños y lindos. Comíamos juntos. Pasábamos todos los días haciendo planes y todo iba bien pero. Llegó otra vez la despedida. Esta vez lloramos los dos. Nos guardamos un secreto en el corazón que solo pude develar a mi prima. El prometió volver, y yo también a él. Iba a ser complicado pero lo intentaríamos. Todo iba bien hasta que un día el diablo metió la cola y todo se desmoronó, yo sabía su verdad y él la mía, nos aceptamos, pero comenzamos a pelear todos los dias. Sabiendo que llorabamos por no estar juntos empezamos a herirnos, cruelmente. Hasta que dijimos basta ya no somos felices así, no volveríamos a vernos más. Nos dijimos cosas horribles, nos deseamos la muerte, nos despreciamos y decidimos no hablarnos más. La promesa de una vida mejor se esfumó en mi, me quebré pero ya estaba fuerte y solo lloraba su pérdida como mi compañero como habíamos dicho que seríamos siempre. Me las arreglé para no tentarme y llamarlo para ser autosuficiente, no debía depender de un amor para salir de la zona de confort. Pero parecía que los astros estaban en mi contra, no avanzaba, todo aquí era oscuro en energías y en posibilidades de progreso, me tenía que largar, pero como tenía casi todo y ahora era ir a cero, aquí estaba lo oscuro pero seguro, allí estaba lo oscuro pero inseguro. Obvio me quedé un tiempo en la seguridad, me costó soltar la idea de que él me salvaría, pero día a día aprendía que yo sola me salvaría y así empecé a empoderar me
Mi vida se hizo de no depender, de no esperar, podría decir que aprendí a ser espiritual, sin ser creyente, perdoné a todos los que me dañaron sin antes dejarles en claro que lo habían hecho. Pues ante todo siempre hay que ser sincera. Me gané enemigos obvio, pero yo estaba trabajando en mi, en los proyectos, y sabía que iba a lograrlo con un poco más de tiempo.
AMIR apareció otra vez ya más calmado pero ambos distantes, solo paseamos unas veces prometió ser mi amigo por siempre y yo prometí odiarlo y olvidarlo. Lo solté de mi corazón y volé hacia mi interior y supe que la dependencia emocional nos atrapa cuando estamos muy solos. Pero aprendí que puedo hacer más cosas sola que con él. Y así empecé una nueva vida. Junto a chicas que toman las riendas de su vida y empiezan a ver que un hombre no salva, que los sueños de hadas solo son de películas, que podemos hacer muchas cosas, y sobre todo valorarnos. Porque nadie nos salva de nosotros mismos, será una frase hecha pero primero nos salvamos nosotros, luego podemos abrir nuestra alma al otro que esté en tu misma sintonía, que sea recíproco, en toda relación es una reciprocidad y para eso hay que dejar ir las fantasías, el pasado y lo perfecto que una imagina que es. Aunque creo que existe un amor sublime y de complicidad, aún lo he experimentado en mi imaginación y muy poco tiempo en la realidad. Amir sigue existiendo, ahora solo nos enviamos fotos de rutas o caminos. Y así día a día deje de amarlo como antes, a veces quisiera volver al Amir que compartió tanto amor conmigo, pero cuando recuerdo las peleas el odio me invade y tengo ganas de mandarlo a la mierda, creo que mandar fotos de caminos, calles, o rutas es la metáfora que mejor encontré para decirle Adiós.
Si continúa? Veremos donde nos llevan esos caminos y rutas