PROLOGO (Maldito sea el destino)

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Shawn (Naoki)

En un pequeño, rústico y poco poblado pueblo ubicado en mitad de la nada, un delgado niño de pelo blanco se encontraba sentado junto a una pequeña chica de cabello rubio bastante claro.

El blanco cabello del chico estaba sucio, lleno de tierra, además de que este tenía unos pequeños rasguños en su pequeña y algo delgada cara.Sus manos estaban bastante lastimadas además de estar tan sucias que pasaron de ser de un color claro a casi café.

*¿Por qué el chico se encontraba en esta condición?*

El chico con tan solo 12 años de edad había estado trabajando duramente en algunas de las obras en construcción de su pequeño pueblo.Con tan solo está edad el chico tenía unas grandes y obscuras ojeras provocadas por no haber dormido en más de 32h.

Todas sus acciones tenían un por qué y este estaba reflejado en la chica que estaba sentada a su lado.

Su largo pelo rubio claro estaba completamente limpio, no tenía ninguna clase de marca en cara o manos y a diferencia de el chico está portaba un uniforme escolar que quedaba perfecto con sus hipnotizantes ojos color miel.

El chico vestía nada más que una remera blanca sucia y algo rota, unos shorts que quedaban casi por arriba de la mitad del muslo y unos zapatos visiblemente gastados.

Y así es, como es fácil de deducir aquel chico trabajaba duramente para lograr darle a su "hermana" una vida digna y todas las posibilidades que cualquier niño debería de tener.La chica acudía a la escuela diariamente y unas vez llegaba a casa le enseñaba a su hermano un poco de lo que aprendía, la chica era considerada una de las mejores estudiantes ya que mostraba una dedicación envidiable y una determinación asombrosa.

*¿Por qué?*

La chica era totalmente consciente de el sacrificio que su hermano hacía por ella.

Y además también presenciaba la gran capacidad de su hermano ya que está siempre le enseñaba lo que aprendió cada día al llegar a casa.

Casa la cual era un pequeño apartamento de un piso con solo un baño, una habitación y cocina.

En su habitación ella le explicaba al chico cada tema, cada cosa que aprendía y el chico, al igual que una esponja retenía todo.Inclusive le hizo los mismos exámenes que le hacían a ella y que pasaba con calificación casi perfecta, para ver cómo su hermano en menos de la mitad del tiempo que ella completaba los exámenes sin un solo error ya sea de cálculo u ortográfico.

Muchas veces le propuso darle su lugar en el colegio ya que este lo aprovecharía más, sin embargo la respuesta de este siempre era la misma, solo la volteaba a ver fijamente a los ojos mientras le esbozaba una gran y blanca sonrisa para después decir...

-No Aliss lo hago por ti, sabes que eres lo más importante para mi y no pienso hacerte faltar a la escuela por mi... te amo por eso no lo haré y punto final.

Cada vez que pasaba eso el chico un poco molesto pero dosimulandolo salía de su hogar y Aliss solo podía pensar en lo mucho que su hermano la amaba y el gran hombre que era.

Al estar fuera, el chico caminaba sin rumbo, solo lo hacía para despejar su mente un poco y poder pensar en algo que no fuese lo sucedido.Siempre al caminar la mayoría, por no decir todas las personas lo veían con un poco de repulsión ya que pensaban que era un idiota, sin educación mientras que su hermana a ojos de los demás era todo lo contrario.

Era la mejor estudiante de la pequeña escuela del pueblo y todos pensaban que algún día sería una gran comerciante, miembro de la corte real o una excelente aventurera.

Al principio las miradas le dolían al chico, sin embargo con el paso de los años dejaron de importarle, ya que se concentró únicamente en trabajar, cuidar de su hermana y aprender lo que ella le enseñaba.

El salario que el chico recibía no era ni de lejos el mismo que le daban a los demás trabajadores, pero él no se quejaba solamente seguía trabajando duro, muchas veces intentaron hacer que se rindiese pero él siempre volteaba a verlos con una gran sonrisa y les decia...

-Gracias por sus palabras de apoyo, seguiré esforzándome.

Esto enfurecía a los que le molestaban y estos hacían que el nombre del chico estuviese en boca de todos, sin embargo este no era usado o posicionado en buenas maneras o lugares.

Se le llegó a prohibir la entrada a distintos establecimientos ya que se rumoreaba que podía intentar robar alguna que otra cosa.

Era en estos días cuando siempre al caminar de regreso a casa escuchaba a los demás aldeanos hablar en murmullos sobre Shawn el pequeño delincuente.

Shawn después de unas horas regresaba a casa y veía a su hermana con una gran sonrisa, una sonrisa que ocultaba dolor, soledad y necesidad de amor. Ocultaba sus problemas ya que no quería perjudicar aquello que era lo que más feliz en el mundo lo hacía... su hermana.

Aliss no se llevaba con muchas niñas en la escuela, ya que siempre procuraba estar la mayor cantidad de tiempo junto a su hermano. Aliss era una hermosa niña de rostro delgado, facciones finas y unas mejillas apretables las cuales le daban un aspecto tierno y hermoso.

En cuanto a Shawn, este era delgado, tenía un cuerpo bien formado para su edad debido al gran trabajo físico que este tenía, su rostro era algo fino y facciones definidas, sus pómulos sobresalían un poco dándole profundidad a su rostro, sus ojos era de un color miel y uno de sus más notables rasgos era la manzana de su cuello, que para su edad esta se notaba a simple vista así pareciendo todo un joven ya que el chico no era especialmente bajo, su revoltoso cabello blanco lo hacía ver misterioso, sin embargo todo esto era arruinado por el simple hecho de que siempre estaba un poco sucio debido a las intensas jornadas de trabajo y falta de tiempo.

Él tenía un sueño, ser el mejor aventurero de todos, llevar a su reino a la paz ... ser un experto y ayudar a los demás... ser un héroe.

Pero claro el sabía que era difícil si no es que casi imposible.

En cuanto a Aliss... ella quería igualmente ser una aventurera y estar siempre a un lado del hombre que más amaba en el mundo... su hermano, aquel que siempre velo por su seguridad y que siempre la apoyó hombre del cual tenía toda clase de sentimiento.

No siempre estuvieron solos, es aquí donde una de las jóvenes del pueblo llamada Lizeth esta era bastante hermosa además de entregada y trabajadora ya que está mantenía una pequeña tienda de víveres junto con un revoltoso chico al que cuidó como su hijo llamado Arthur.

Esta joven les daba víveres cuando el sueldo de Shawn no era suficiente, obviamente todo con buena fe y deseo de ver crecer debidamente a los chicos.

También ayudó a Shawn a ahorrar en secreto para que a los 15 años pudiesen salir de ese pequeño pueblo e ir a la capital para poder ingresar al gremio de aventureros y empezar su preparación en su academia.

Ella veía grandes cosas en el futuro de esos chicos, esto provocaba que su hijo Arthur les tuviese celos y se creara cierta antipatía entre él y Shawn.

Shawn estaría esperando a que cumpliesen los 15 años para irse y empezar una nueva vida, una llena de más felicidad y nuevas oportunidades.

Mientras que Aliss sin saber nada del plan de su hermano, maldeciría al destino por haberles dado tal vida por haber obligado a un chico de 12 años a pensar en sobrevivir y cuidar no solo de él sino de una hermana.

El camino de un héroe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora