Querido Lucas...

Capítulo 7

El lunes que llegó Mariana de su viaje me vió y me abrazó, le correspondí el abrazo, me empezó a contar cómo fue el viaje, que lugares visitó y cosas así.
En el receso se sentó a comer conmigo, me dijo que había hablado con Lucas, el le dijo que yo le pedí el beso, básicamente que lo forcé pero no fue nada de eso, le conté la historia a Mariana de pies a cabeza, cuando terminé de hablar, me hizo una confesión la cual era que Lauren le dijo que me estaba haciendo la víctima y que me aislé para que me sintieran lastima, no lo podía creer, ¿Lauren? ¿Quien se suponía que era mi amiga?, nadie comprendía que era pasar por algo así, le dije a Mariana que en ningún punto llegué a tratar que me tuvieran lastima, yo me decepcioné de mi misma de mis acciones de como pude haberme dejado llevar por algo y alguien así; estaba molesta.

Los días empezaron a pasar y poco a poco las cosas se fueron olvidando, empecé a hablar más con Abril y a pasar más tiempo con ella, recuerdo que hablamos muy metafóricamente;
El 30 de abril hablamos en la noche por mensaje, ambas amábamos a alguien con quien nunca íbamos a tener posibilidades, pero en realidad no sabía nombre de quien ella amaba, así que le pregunté, de la nada el celular empezó a vibrar, contesté y ella estaba hecha un mar de lágrimas, me dijo que le gustaba una chica, que la quería olvidar pero no sabía cómo, se sentía culpable, la empecé a tranquilizar, hicimos una promesa, que ella iba a olvidar a su amada y yo a Lucas; empezamos una larga travesía.

De repente sacaban a conversación lo de el beso de Lucas y mío, cuando escuchaba que lo hacían solo me volteaba porque era algo de lo que me arrepentía y me avergonzaba, pero siempre tenía a mi lado a Abril.

Pamela, una chica chaparrita y con un tanto de carisma le gustaba Paolo, el más cerebrito de su salón, él era un año más grande que ella, a Paolo también le gustaba, algunas veces se acercaban a hablar pero sus conversaciones no tenían nada de interesante, una tarde le dije a Pamela que me llamaba la atención su mejor amigo de Paolo, su nombre era Alejandro, él era alto, llenito, cachetón pero no tenía nada de belleza, la tarde siguiente Pamela me arrastró para llevarme con él, me colocó frente a él pero claro yo estaba muy chaparrita y él demasiado alto para mi, Alejandro solo me vió y se dió la vuelta, más tarde me mandó mensaje por Instagram pidiéndome disculpas por ignorarme, le pasé mi número y empezamos a entablar una conversación, pocos días después me empezó a poner en los mensajes "bb", "bonita", yo era súper cortante, no me gustaba que me llamara así, en ese momento supe que lo cursi no era lo mío, llegó un punto donde veía mis notificaciones, decían su nombre y volteaba los ojos porque ya me había aburrido, tras un mes me peleé con él y le dejé de hablar, no pude haber hecho nada mejor.