Capitulo 2.

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Me quedo inmóvil un instante. ¡ no creo lo que ven mis ojos! Decenas de paparazzi y periodistas de cadenas informáticas es6an frente a mí.

¡Es fascinante... y a la vez aterrador!

Tengo la impresión de ser la protagonista de 《La increíble familia manson》

Yo, que soy muy reservada, no se donde meterme. Y no quiero que sepan cómo mi relación con Juan.

(Si ni siquiera lo sé yo misma...)

Imagino que ni las estrellas se deben acostumbrar a ver tanta gente recién levantada. Entonces, para alguien como yo, que no tiene ninguna intención de ser una estrella ez absolutamente inesperado. Solo quiero una cosa: volver a mi casa y esconderme...

Pero Juan va a llegar, y no puedo dejarlo plantado. Sobre todo en un momento en que nuestra relación se pa4ece a la porcelana: tan valiosa como frágil. En cuanto pongo un pie en la acera, la masa de periodistas se lanza en mi dirección. Estoy tan impresionada que se me corta la respiración. Loa flashes me ciegan, y un montón de preguntas se mezclan en un barrullo ensordecedor. Mi burbuja de intimidad estalla ante mis ojos. El sueño de esta noche me ha impactado, pero la vuelta a la realidad... ¡no se si será mas perturbadora aún!

Periodista
¡Señorita Daniela! ¿Puede hablarnos de su relación con el señor Londoño?

(Me gustaría hablar de ella con él...)

Periodista
¡Señorita Daniela! ¡Señorita Daniela! ¡¡Aquí!! ¡Señorita Daniela! ¿Es cierto que se va a casar con el soltero de oro de Nueva York?

(Gracias pir meter el dedo en la llaga...)

Ignoro sus preguntas intentando mantener la cabeza alta. Claro que con la nariz que me gotea y lis ojos hinchados, no es fácil... Paso una mano ante mis ojos para protegerme de los flashes e intento avanzar. ¡Es como si tuviera objetivos en vez de ojos! Encima ahora los curiosos, con sus smartphones en la mano, vigilan también mis gestos y lo que digo.

Periodista
¡Señorita! ¡Señorita!

Apenas me dejan pasar. ¡ El ambiente se vuelve irrespirable! Estoy como en un vagón de metro atestado de gente del que no me dejan salir.

Daniela
¡Dejenme pasar! ¡No tengo nada que decir!

Esperan información jugosa, la frase del año para poner en primera página, el titular que dejará al gran Juan Londoño en ridículo. Juan ¿ Donde esta, mientras que yo sufro las consecuencias de su fama?  Intento escapar para acercarme rápidamente a la entrada.

Periodista
¡Señorita! ¡Concedanos soko un minuto!

Acelero hacia la derecha, y me siguen. Vuelvo sobre mis pasos, y ahí estan. Intento moverme, da igual en que dirección. No quiero ser la presa de sus intrusivos objetivos. Adopto una técnica de supervivencia en un medio hostil que no habia utilizado desde el Instituto: me inclino hacia adelante y bajo la cabeza. Avanzo entonces a ciegas, con mi pelo sirviéndome de escudo. De pronto un periodista me coge del brazo y me planta el micro tan cerca de la cara que me hace bizquear. Siento el calor de los flashes en mi piel. Intento abrirme camino entre esta masa compacta. Aunque estoy al borde de un ataque de nervios, intento soplar para calmarme. De nada serviría ponerme histérica...

(¡Calma, respira Daniela! Todo va a ir bien).

¡Desgraciadamente, es más fácil de decir que de hacer! Intento empujarlos con mi mano izquierda y avanzo un poco.

Daniela
¡¡¡¡PERO DÉJENME EN PAZ!!!!

(¡Genial!... Yo que no quería perder la calma).

Mi Sexy Jefe Temporada IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora