Al llegar a la sala de nuevo, María José estaba revisando su celular.
Calle: Discúlpeme señorita, pero hoy esta pequeña se puso creativa a la hora del baño, (le dije mientras miraba a Emi en mis brazos, ella tenía una sonrisa traviesa en el rostro, como si supiera lo que había hecho).
Cuando vi a María José, no me estaba viendo, sus ojos estaban clavados en algún punto de la habitación, decidí que era hora de terminar con esto. Me encaminé al sofá frente a ella y me senté con mi hija en mi regazo, en ese momento ella pareció darse cuenta de mis piernas ya que sus ojos parecían examinarlas como si fueran mercancía haciéndome sentir un poco incomoda.
Era extraño tener la atención de una persona sobre mí.
Calle: Mire señorita Garzón para empezar, le quiero pedir disculpas por todos los inconvenientes que le estoy causando (ella solo me observa con una ceja enarcada).
Se ha quitado el blazer y quedando únicamente con su blusa de botones, es increíble que aun así esté para comérsela... No Daniela. Concéntrate. Trago el nudo que se me está formando en la garganta y continuo hablando.
Calle: Yo...yo crecí en el pueblo de Lane en Dakota del Sur con Paula Galindo, ella era mi mejor amiga, ambas nos mudamos a New York, ella para seguir estudiando y yo para trabajar pero... el plan se interrumpió cuando pau se enamoró y quedó embarazada..., su novio; el padre de Emilia le dijo que no se haría cargo del bebé, y sus padres... le dijeron que tampoco querían saber nada de ella. Los Galindos veían en Paula a la hija perfecta y no le perdonaron el hecho de que quedara embarazada. El embarazo de ella los decepciono. La negaron como hija (le dije serie recordado esos momentos amargos) así que juntas saldríamos adelante; pero durante el parto... hubo complicaciones, lo último que me dijo fue... (A estas alturas de la historia tenía un nudo en la garganta. Recordar a Pau todavía era difícil).
María José me miraba atenta esperando a que continuara pero aún me dolía recordar todo eso, baje la vista para ver que mi pequeña Emilia ya se había dormido en mis brazos con su boquita un poco abierta.
Calle: Lo último que me dijo fue que cuidara de su hija mientras descansaba, pero ella... ya no despertó, tuvo un paro pulmonar. Espero...espero que comprenda porque necesito proteger a Emilia (le acaricio la cabecita con su mano) Para mí, es mi hija y trataré todos los días de ser la madre que perdió.
María José se quedó en silencio, parecía atormentada, lo que yo no comprendía en ese momento es el dolor que ella sintió al verme con mi hija y saber que esa pequeña niña tuvo una pérdida igual a ella.
Calle: Te necesitamos, si tú desmientes el compromiso... ella me perderá y soy lo más cercano a su verdadera madre que ella nunca tendrá (le dije esperando aplacar a su corazón).
Pero lo que yo no sabía es que María José se sentía abrumada, una cosa es pensar que era una niña huérfana y otra era sentirse identificada con ella; y eso era algo que ella no podía permitir, se prometió a sí misma que nunca le harían daño otra vez, y el sentir empatía por esa bebé, sería solo el principio de su propia destrucción.
Me levanté de mi asiento, para llevar a mi hija a la recámara.
Calle: Ya se quedó dormida, la iré a acostar en lo que decide que hará con esta situación (me fui a la habitación de Pau, que ahora es mía).
Antes que Emilia naciera compramos una cuna para la bebé y la acoplamos en su cama de tal manera que ellas dormirían juntas, a veces, durante la noche me despierto y me siento una usurpadora, ya que tendría que ser paula la que esté durmiendo aquí, no yo; acosté a emilia en su lado y me acomodé a su lado, verla así tan tranquila me pone nostálgica, paula soñaba con poderla tener así, le acaricie la mejilla y ella me sonrió en sueños, sonreí solo con verla; haría lo que fuera por ella.
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Casada con mi Jefa || Caché {Adaptación}
Novela JuvenilDaniela Calle jamás espero ser madre tan joven, pero la muerte de su mejor amiga la obliga a serlo; con miedo a ser el fracaso que dicen sus padres que es, ella se arriesga a ser la madre de Emilia, pero solo hay un problema: servicios sociales. Mar...