Cápitulo 17: ¿Me Enamoró?

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Al ver a Dani salir de mi casa, me di cuenta que estaba sintiendo algo por ella. Digo, no fue nada serio, simplemente nos dejamos llevar, pero hasta ahora me he dado cuenta que Daniela es una chica muy guapa.

Es inteligente y muy alegre, tal vez si algún día le dijera lo que sentía por ella.. Espera, salí de mis propios pensamientos, ya había pasado por esta situación antes.

Regresé a mi primaria, ese lugar donde pasé los peores 6 años de mi vida, mi mente me transportó de nuevo al salón de clases, estaba sentado de nuevo en medio de todos, volví a sentir todas las miradas en mi, esas miradas que sólo reflejaban asco y burla. Después de toda la terapia, después de todas las noches que lloré, después de todas esas veces que pensé que ya había superado esto, habían sido en vano. Estoy volviendo a recordar, estoy volviendo a sentirme despreciable, inútil, como si no mereciera vivir.

Vi en frente de mi a la maestra, estaba escribiendo en su pizarrón unas operaciones matemáticas, no estaba prestando atención a mi entorno, cuando de repente sentí una bola de papel golpearme en mi espalda, la tomé y la abrí, en la hoja estaba escrita la palabra CERDA, en mayúsculas. Volteé hacia atrás de mí y vi a los 4 niños que siempre me molestaban desde 1 de Primaria. Estaban allí, sentados como siempre, todos alrededor del supuesto líder de ellos, "Jerónimo".

-¿Qué pasa gorda? , a qué hora vas a irte a tu charco de lodo cerda- se burló Jerónimo de mi. Los demás lo apoyaban, riéndose y señalandome, después al mismo tiempo en coro comenzaron a cantar una canción que siempre me la cantaban para hacerme sentir mal, y fue la razón por la cual mis ojos amanecían rojos e hinchados después de haber llorado toda la noche.

Los ignoré, me gire y volví a ver hacia adelante. Pero mi mente volvió a hacerme una mala jugada, apareció frente a mi Ivonne, estaba igual que siempre, hermosa con sus ojos azules y su largo cabello negro, tenía una carta en su mano, y yo sabía que era. Era la misma carta que yo le mande junto a unos chocolates, donde por fin me abría hacia ella y le consesaba mis sentimientos. Ese día, que me había armado de valor, ese día, fue uno de los peores. Fue la primera y última vez que me enamoré.

Ella extendió la carta hacia mí, yo ya conocía la respuesta así que la tomé sin decir nada. Ella aún así me respondió lo mismo que ese día -Diego, no quiero ser tu novia- empezó -un gordo y una niña delgada como yo, no quedan juntos, consíguete a alguien de tu tamaño-. Recuerdo esas palabras, las mismas que me dejaron marcado, todos los demás se empezaron a reír y a burlarse.

Decidí hacer algo, yo ya había cambiado, era una persona distinta. Estaba decidido a enfrentarme a Jerónimo y su pandilla, pero algo me detuvo.

Un espejo se puso frente a mí, y me vi reflejado en él. Pero al instante, mi figura se esmpezo a transformar, me volví más pequeño y mi cuerpo se tornó ancho y gané peso. Poco a poco me di cuenta que era el Diego de primaria, el que tenía sobrepeso, el que tenía inseguridades, el que fue rechazado frente a todo su salón y juro que no se volvería a enamorar de nadie.

Mi mente no pudo con todo lo que estaba reviviendo, y unas lágrimas cayeron en el suelo. Me derriba mi pasado, el cual aún no había superado, el cual he estado intentando esconder en mi interior, dejando a un lado mi parte inteligente para ser aceptado.

Mi mente estaba perdida, pero en el espejo además de mi figura, había alguien más, no se podía describir. Era una sombra negra, con brazos largos y un rostro desfigurado, era difícil encontrar su tenía alguna emoción, pues sus ojos y boca apenas y eran visibles, en un momento, la sombra me tomó del hombro y sonrió al mismo tiempo que decía con una voz gruesa y maligna -Sabes que en el interior sigues siendo el gordo que no le caía bien a nadie. No podrán librarse de mi. No hay escapatoria para nadie-.

Al finalizar de decir esas palabras, soltó una fuerte carcajada. Mis piernas empezaban a temblar, al igual que mis manos, decidí girar para ver el rostro de esa sombra. Pero en el instante que giré, me volví a encontrar en mi casa, solo.

Había sigo una experiencia llena de emociones, pero esa sombra, no la había creado yo. Eso no fue un recuerdo, algo más había entrado a mi mente y se había puesto a revisar mis recuerdos.

Esto no estaba bien. Tenía que resolver todo este misterio, se me ocurrió quién podría ayudarme, así que tome mi celular y marque el número correcto.

~Hola.

~Renzo, nos vemos en el parque cerca de tu casa en media hora.....

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⏰ Última actualización: Nov 13, 2019 ⏰

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