Secuestro Ruso

Capitulo 17

Dos días, dos días en los que no aparece por ninguna parte, joder... esto no es justo no puedes darme un alucinante beso y al segundo siguiente desaparecer de la faz de la tierra por dos días. maldito ruso, como lo odio.

la comida y la ropa me la sigue trayendo el mayordomo pero me encierra apenas se va. y ni hablar de irina que solo limpia ignorándome tanto como yo a ella, pues bien me canse, hoy  cuando venga el mayordomo me pondré manos a la obra y saldré de aquí así sea para caminar un poco me estreso en este maldito lugar.

las horas pasaban y estaba exasperada, cuando por fin abrieron la puerta me controle para no saltar a través de ella.

como siempre el anciano llega con una bandeja, esta vez tenia una especie de sopa y mas nada. frunzo el ceño. ¿me vuelven a quitar este privilegio? y ¿ahora por que? ¡arg! ignorando al mayordomo salgo de la habitación como siempre, el no hace nada para detenerme. como alma que lleva el diablo subo hacia la habitación del ruso. abriendo la puerta de un portazo me encuentro a irina. tendiendo la cama y mirándome con una ceja levantada.

la ignoro y voy al baño para encontrarlo vació, lo mismo con el armario. bueno el no esta aquí...

salgo de nuevo bajando al primer piso y caminando hacia la sala de juntas, la abro y de nuevo esta vacía. joder... cuando me giro el mayordomo aparece como un fantasma.

-joder no aparezcas así-protesto, pero el anciano se mantiene en control como siempre. ahora mas que nunca pienso que debe estar siempre bajo los efectos de un fármaco recetado. nadie puede nacer siendo tan impasible todo el tiempo.

-si busca al señor lev se encuentra afuera-se limita a decirme y levanto una ceja. pero el no dice nada, bien...

me encojo de hombros y voy a la salida principal, cuando me detiene la voz del anciano.

-por ahí no-no me giro a mirarlo-la salida de atrás-poniendo los ojos en blanco aunque se que el no puede verme giro. y voy por la puerta que escape hace algunos días.  donde me escape y el ruso me encontró.

abro la puerta y salgo. a varios metros veo a los hombres de luka haciendo una especie de competencia de tiro. ya que tienen unos blancos alineados y están disparandole a ellos. mientras mas me acerco mas miro alrededor buscando a luka.

no pasa mucho antes de que lo encuentre, en una mesa situada en el jardín el sostiene su teléfono con una mano y con la otra bebe una taza de lo que seguro es café. se ve... lindo.. debo admitir, no entiendo como es que anda sin camisa en esta temperatura. todos los hombres de luka están con suéter.

el parece sentir mi mirada porque levanta la vista de su teléfono y me mira. me paralizo en ese momento porque su mirada tiene fuego, me calienta demasiado el es peligroso.

no me muevo porque se que debería estar en la habitación comiendo la maldita sopa que llevo el mayordomo pero no estoy aquí viéndolo tomarse un café.

el suelta su teléfono dejándolo en la mesa y me hace un gesto con su dedos para que me acerque a el. retengo el impulso de mirar hacia atrás y decir ¿yo? ¿es conmigo? pero me armo de valor y hago a mis pies moverse hacia delante.

poco a poco bajo hasta la mesa en la que se encuentra y me detengo a su lado.

el levanta una perfecta ceja.

-¿que haces afuera valentina?-trato de no suspirar por su voz, cuando pasas tanto tiempo encerrada como yo extrañas, el contacto humano, bueno eso y la libertad.

-estoy harta de estar encerrada, quiero que me dejes salir-

-¿y desde cuando tienes derecho a exigir cosas?-