ALICE POV.
Estábamos en coordinación esperando a Patricia. Después del incidente en el pasillo Matt solo se ha empeñado en molestarme. Idiota.
- Eres una chica ruda Gato.- Dijo con su pícara sonrisa.
- Cállate- Respondí sin mirarlo.
- Tranquila Gatita, yo lo soluciono,- Dijo guiñándome un ojo y sonriendo de medio lado.
- No lo creo,- Corté.- Y si vuelves a llamarme Gatita, ésto va a ser más que una simple pelea.- Lo miré desafiante. Por sus ojos cruzó un destello de... ¿Diversión?, ¿ Perversión?.. o algo más.
Me miró por unos segundos más para luego decir algo que me dejaría sin habla.- ¿ A- Aún me recuerdas?,- Preguntó completamente serio, con un rostro inexpresivo pero dejando ver en sus ojos dolor, tristeza, angustia.... Miedo. Enmudecí, no sabía qué responder a eso, no sabía qué quería decir con eso, me asusté, pero no por la pregunta, si no por su expresión, su dolor casi palpable pero lo peor de todo, que sentía un gran vacío en mi, cuando me refería a Matt con sentimientos como (odio o fastidio) sentía una presión en mi pecho, un sentimiendo indecifrable y un vacío gigante.
- Y-yo- aclaré mi garganta- N- Alguien entró en la dirección interrumpiéndome. "Gracias Dios", pensé. Matt me miró por unos segundos más, pero ésta vez sus ojos mostraban confusión, bajé la mirada, no podía recordar eso de nuevo... Esperen, dije...¿ Recordar?. ¡Cállate maldito subconsiente!.
- ¿y bien?, ¿Tienen algo que decir al respecto?.- Preguntó Patricia con tono severo.
- Fué mi culpa señorita,- Respondió Matt serio.- Sí, fué su culpa.- Dije divertida. Matt me miró con odio.- Es que la tonta tropezó conmigo y ambos caimos, yo solo recogí las cosas que cayeron.- Siguió- Por eso estabamos en el suelo cuando usted llegó.
- Está bien, los dejaré ir, pero si se presenta un mínimo inconveniente con ambos, los castigaré. Largo.- Terminó la subdirectora señalando la puerta. La pregunta de Matt retumbaba en mi cabeza como un martillo, todo me daba vueltas y sentía un cosquilleo en el estómago.
- Espera..- Una mano tomó la mía.- Matt tenía los ojos húmedos. Oh no, no podia verlo así. - Olvída lo que.. te dije antes.- Dijo en un susurro.
- Hay Lagarto, ¿ qué sucede?.-Pregunté preocupada acercándome a él. Pero no obtuve respuesta, no la necesitaba. Nuestras miradas se cruzaron y los sentimientos se encontraron. Sabía que pasaría...
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- Lagarto, te amo.
- yo tambien. Nunca hubiese pensado que terminaría a tu lado.
- ¿Tú crees que yo lo pensé?. Estar al lado de uno de los chicos mas codiciados del instituto, nunca, como tampoco pensé que me enamoraría y menos de tí. Latidos acelerados, respiraciones entrecortadas, miradas cruzadas... El sentimiento al que le temía ahora me invade, el chico con el que molestaba todos los días, ahora a mi lado, queriéndome.
- Me encantas Alice, amo todo de tí, todo. El corazón quería salirse de donde estaba.
- Cada momento sin tí es como...
Dolor, mi... cabeza. Cuando desperté estaba en el suelo (como de costumbre) veía sombras y luces, los ojos me iban a estallar. Miré el reloj 3:00 am, hoy era martes y tenía que ir por Diana, así que encendí la lámpara y despejé mi mente. Puto sueño, lagarto.... esa palabra la he dicho antes. En ese momento todo lo del día anterior regresó a mí como un huracán, la pelea, la dirección, la pregunta, sus ojos aguados y yo... le dije lagarto. Estaba confundida. "bueno, tal vez solo fué un sueño, sólo eso." Después de salir de la ducha abrí mi armario, no sabía que usar. Saqué unos shorts cortos negros y rojos, una camisa del Real Madrid con el número y el nombre de Ronaldo ( los amaba, a todos), unas vans color vino tinto y cogí mi cabello en una cola alta.
