Capítulo 22: Verdades dolorosas

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Por más que intente explicarle a Justin que lo que hice no fue con intención de herir a Molly, él sigue negándose a creer en mi palabra y en confiar nuevamente en mí; sus brazo han permanecido cruzados y su espalda curvada en modo defensivo desde que hice que nos reuniéramos en una cafetería de Portland; los últimos días han sido demasiado crueles y difíciles para él, tanto que por desgracia, hasta perdió su empleo por romper varias copas, vasos y botellas de alcohol en el club por llegar ebrio, es de milagro que nuestro ex gerente y ex jefe no le hayan cobrado los daños hechos en el local y eso sin agregar que también pudo haber lastimado a alguien más ahora que no puede controlar su lado lobo, la verdad la parte de estar ebrio no fue el que lo motivo a ponerse agresivo, sino más bien, recordar que puede sanar rápido y no puede embriagarse con facilidad por ser ahora un licántropo.

La parte de ser hombre lobo ahora es que además de tener poderes sobrenaturales como los héroes de los comics ha implicado también ser inmune a cualquier enfermedad, daño colateral o herida que pueden recibir de forma inesperada o con el tiempo. Por ello, es que Justin se ve demasiado bien y estable físicamente para aparentar estar sufriendo por su novia.

Las palabras, las explicaciones y los motivos que tenía en mente ya se han acabado y ahora me mantengo callada sin saber que decir, él mismo ha agotado todas mis oraciones cuando ya le he repetido varias veces que Molly ya estaba muriendo y que iba a ser imposible salvarla, pero él se niega en aceptar esa realidad, tanto que me ha hecho callar varias veces en frente de los otros comensales quienes terminan por vernos extraño cuando se altera.

— ¿Te has quedado sin explicaciones?—dice renuente.

—Sí, gracias a ti y tú poca cordura en no querer mantener la cabeza abierta. —Discutí el asunto.

—Dime cómo quieres que acepte la realidad cuando un hombre lobo es inmune y pudo haberla sanado... —Dice entre dientes.

—Eres estúpido o qué. —Me toque la frente. —Son inmunes ustedes mismos, pero eso no quiere decir que pueden curar cualquier enfermedad como Jesús lo hacía con milagros. —Él rodó los ojos. —Esto es como la realidad, Justin. Los doctores pueden curar y prevenir varias enfermedades y virus pero no pueden curar algunos cánceres, el SIDA, el papiloma y otros. —Le replanteo mi punto de vista. —Así son los hombres lobo, lo que le sucedió a Molly, no tiene cura. Y te lo digo porque yo también lo sé y lo he investigado. —Intento abrirle los ojos.

Nunca se me había hecho tan difícil tener que explicarle a Justin un tema delicado, quizás porque se trate de su novia sigue queriendo no aceptarlo pero para su suerte empieza a ganar porque ya me estoy cansando de tener que repetirle las cosas y tenerle paciencia con sus malos humores.

Frunce la boca y encoje su cuerpo mientras mantienen su barbilla cerca de sus brazos cruzados, sigue poniéndose molesto pero ya está dejando de importarme porque no puedo hacerlo reaccionar y eso sin decir que he sido demasiado tolerante si no ya le hubiera roto un plato en su cabeza para ver si de alguna forma entiende mis palabras.

He tomado en cuenta que el tónico que Vernon le dio a Molly fue un simple analgésico para aliviar el dolor pero no dudo que también pudo haber servido para aminorar su muerte, en otras condiciones quizás su negligencia haya hecho que no le explicara a Justin los problemas que podía traer si Molly lo bebía pero también recuerdo que Justin no le dejo hablar en el momento en que estuvo preparando el té. En fin, ambos fueron poco responsables en la pérdida de una vida inocente, pero siendo sincera, hasta yo me implico en ello por haber dejado que Vernon siguiera dándole el té cuando ella empezó a convulsionar.

Me siento un poco frustrada con todo, no solo hablo por no hacerle ver a Justin que ahora al ser un hombre lobo debe de cuidarse más que como un ser humano, sino que también implica tener que pasar unos días más aquí en Portland soportando el rostro de Caden y sin agregar que debo de seguir actuando y mintiendo sobre todo lo que sé de los hombres lobo. En todo caso, creo que es apropiado mantener la boca cerrada y comportarme como una ignorante mientras esté aquí.

El Secreto del Alfa (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora