Capítulo 26: Primogénita

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Sigo esperando que Samay diga una palabra pero aún sigue analizando todas las palabras que le he dicho, como también, no deja de verme con mucha cautela como si estuviera intentando buscar algo que este mal en mí, pero al final solo exhala el aire dejando ir un fuerte ruido que sale de su garganta para relamer sus labios y dejar que sus hombros caigan para no seguir tensa.

—No entiendo, es decir, tenías la oportunidad de salvar a Caden con la ayuda de su hermano, pero te negaste a aceptar su acuerdo. —Me doy cuenta que aún sigue confundida.

—Sí... Pero prefiero encontrar una solución a que Tahiel le pida ayuda a una bruja que atrapa niños para luego dárselo a otra bruja para que sacrifique a un inocente. —Le explico cómo quinta vez consecutiva.

—Lo sé, entiendo esa parte pero vamos a ver Gemma. —Se acaricia la cabeza. —Elly es una bruja maligna, ¿sí? —Asiento entendiendo eso. —Y atrapa niños inocentes para obtener su sangre y luego asesinarlos quitándoles algunos órganos de su cuerpo. —Espero que prosiga. —Ahora bien, Tahiel te propuso que hicieran un acuerdo con ella, en pedir un cachorro y llevárselo a Neferet, entonces, mi pregunta es, ¿qué es lo que te preocupa? —Me asombro al ver que la historia no altera sus emociones.

Ya no sé qué pensar de Samay, si realmente ella no tiene corazón o empatía al ver que asesinaran a un indefenso carrocho de cualquier manada de hombres lobo o en serio, mi amiga ya ha comenzado a volverse loca en pensar que aun siendo sensata en aquellas decisiones, tomare esa propuesta que Tahiel tiene para salvar a Caden.

La verdad es que no tengo muchas opciones y por supuesto, Kilian ya me dejo ver que por el momento no hay cura además de atrasar el tiempo, lo cual significa que Caden sigue en la cuerda floja de casarse con Zöe o aceptar el sacrificio de Neferet; ninguna de las dos opciones me gusta pero creo que la culpabilidad me llegaría a carcomer el alma si llego a ofrecerle un inocente a esa bruja.

—No quiero que asesinen a un cachorro, no podría vivir con ello. —Dije jugando con los acetatos de mi zapato.

Miro de reojo a Samay y veo como me da una mirada compasiva, a pesar que nos conocemos poco, sabe muy bien que no tomaría decisiones precipitadas cuando implican la salvar o herir la vida de un ser humano, como también, que no le haría una crueldad a un niño a pesar que sea mitad lobo y mitad humano.

—No estarás haciendo nada malo, si quieres que te sea sincera, puedes darle condiciones a Elly para que elija a un cachorro y no necesariamente que sea cualquier niño de su elección. —Me propone.

—Explícate bien. —Me recompuse para escucharla.

—No estoy segura de lo que te diré pero... Puedes pedirle a Elly que te entregue un cachorro desterrado, uno enfermo o uno que su destino no se apropie o cumpla con las leyes que tenemos los hombres y mujeres lobo. —Se especificó.

—Aun así lo veo difícil a que mi consciencia no me atormente por haber tomado esa decisión fácil en vez, de buscar algo que sea difícil pero que no implique asesinar. —Ella hace un gesto de frustración.

—Míralo desde esta perspectiva, Gemma. —Toma suficiente aire para volver a explicarme su idea. —Un cachorro desterrado, no tendrá oportunidad de sobrevivir solo, pronto un assasin o un científico lo puede encontrar y morirá de todas formas. —Comenta primero. —Un cachorro enfermo muere si no se le encuentra un tratamiento a su problema debido a que sus poderes sobrenaturales apenas empiezan a desarrollarse. —Se rasca la nariz. —Y, uno que incumpla las leyes será asesinado por la misma manada, no tiene oportunidad además que sea rescatado o exiliado, a lo cual terminaría a crecer sin poder controlar sus poderes haciendo que asesine inocentes o termine como un cachorro desterrado si no puede cuidarse de sí mismo. —Termina por explicarme.

El Secreto del Alfa (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora