Desperté me dolía la espalda por lo incómodo que dormí, Tyler estaba sentado en el suelo, tenía sus ojos hinchados.
"Josh, me tengo que ir, necesito trabajar" negué con la cabeza.
"Puedes quedarte aquí, no importa" dije tratando de convencerlo para que se quedara.
"Ya he faltado demasiado al trabajo, una vez más y me despiden, Josh. ¿Puedo bañarme?" Dijo apenado.
Asentí y le mostré donde quedaba el baño.
Mientras el castaño se bañaba busqué una ropa que tenía guardada, era como un uniforme y a mí no me quedaba, era demasiado pequeña para mí.
Lo encontré y esperé a ir Tyler saliera del baño.
"Mira, esta ropa no me queda, no pienses ponerte la de ayer" dije sonriéndole.
"Josh, esto es exactamente como mi uniforme, además, es de mi talla" dijo riendo sorprendido.
Lo dejé para que se cambiara y fui a hacer el desayuno. Hot cakes y un jugo de naranja.
Serví dos platos uno para mí y otro para el lindo castaño.
Llegó y nos pusimos a comer, luego se despidió de mí para ir a su trabajo. Yo me quedaba en casa trabajando ya que soy escritor.
Llegué a las dos de la tarde al parque, ahí estaba él, esperándome.
"Hola Jish" dijo abrazándome, me sorprendí pero correspondí al abrazo.
Es muy cálido. Podría quedarme así toda la vida.
Nos separamos y fuimos a sentarnos debajo del árbol de almendras a hablar sobre cosas triviales.
"Tyler, ¿En serio te gusto?" Pregunté, Tyler sólo se sonrojó y asintió.
Quise besarlo pero era demasiado rápido para eso, aún no quería que pasara pero Tyler quizás sí por qué me robó un beso, fue muy corto pero me encantó. Sentí como me sonrojaba. Tyler sólo rió.
Ya era muy tarde y él se fue a su casa. Yo iba de camino a la mía con la sudadera de Tyler, se le había olvidado, pero unos hombres vestidos con ropas negras y pasamontañas me asaltaron en un callejón cerca de mi casa. También me golpearon, sentí que todo se volvía negro y después no recuerdo nada más.
