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Esa tarde cuando Sehun llegó de su búsqueda, fue directo a la cocina.
Sintió pegajoso el piso y se sercioro de que no fueran orines del perro.
Y no lo era, de hecho no había nada ahí.
Seguramente Kyungsoo había derramado un poco de jugo y sólo lo secó.
Se acercó a la nevera para buscar algo para comer y se encontró con una notita.

"Salí con Jongin, regresó en la noche.
— Kyungsoo"

Dolía que sólo fuera una nota de aviso.
Dolía que ya no fueran notitas con dedicatorias lindas y corazoncitos.

Sonrió ligeramente y arrancó la notita del refrigerador.
La miró detenidamente y una gotita de agua cayó en esta.
Se tocó el rostro y noto que las lágrimas estaban saliendo sin control.
Diría que se quería morir, pero es que ya lo estaba.
Sin Kyungsoo, toda su vida se había acabado.
Le dijo que habían terminado con la esperanza de que este le detuviera y tratara de arreglar las cosas.
Pero no fue así.
Y Sehun no dijo nada.
¿Por qué?
Por puro orgullo.
Se limpio la cara, mentalizadose en que si no lloraba, no demostraría que le dolía y por lo tanto engañaria a su mente.

Estúpido, pero típico de Sehun.

Se dirigió a su cuarto y comenzó a empacar, y en ese momento Vivi le acercó una gran pelota de playa.

Seguramente el pequeño creía que se irían de vacaciones y por eso estaba empacando.
Sehun río y acarició al canino.
En ese momento, se quedó en shock.
Se iba a ir.
Soo se iba a quedar.
Pero... ¿Y Vivi?

Por OrgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora