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En la noche, Sehun estaba sacando sus tazas de las alacenas y un par de cosas que el mismo había comprado.
En ese momento Kyungsoo bajo y a prepararse algo de comer.
Sacó un poco de pan y justo cuando lo iba a meter al tostador, su mano chocó con la de Hun.
Claro, ese tostador lo compró el menor y ahora se lo iba a llevar.

Ambos retiraron rápidamente sus manos, pero segundos después, Sehun río ligeramente.

—Hyung...

Dolía que ahora tendría que hablarle con respeto.
Dolía que ya jamás podría llamarle con apodos dulces y melosos.

— Puedes quedarte con el tostador. Yo ni si quiera lo usaré.

Kyungsoo lo miró por unos segundos.
Sonrió ligeramente y metió el pan en la tostadora.

— Gracias, Sehun. - Respondió.

Y el silencio se hizo presente otra vez.
Pero este se rompió con el ladrido de Vivi, quien se restrego en la pierna de ambos.

Ambos chicos se miraron a los ojos llenos preocupación, culpa y tristeza.
Ambos sabían cuál era el problema.

— Hyung... Yo, uh...
— Llevatelo. - Dijo dulcemente.
— ¿E-eh?...
— Llevate a Vivi.— Sonrió.— Estará mejor contigo.—Kyungsoo acarició al animal y se dirigió a la sala con el pan.

Eso fue rápido.

Por OrgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora