Faltan 20 kilómetros... 20 malditos kilómetros, llevo en este maldito autobús tres horas y ya me están empezando a picar la estúpidas lentilas, estoy por quitármelas y ponerme las putas gafas de sol, claro que sería muy raro teniendo en cuenta que está lloviendo fuera, y no quiero mencionar que llevo una semana si “comer” y que me están entrando ganas de beberme hasta la última gota de la anciana tan pesada que tengo delante. Pero bueno quiero pensar en positivo, y es que por fin volveré a ver a las chicas y sufrir las bromas y tonterias de Jake y JD, los hecho mucho de menos. Quizá fue una tontería el haberme ido tan repentinamente, pero lo necesitaba. Llamaba a Alex y Emmy todos los días, ellas se conportaban como niñas y Tessa siempre me decía que cuando iba a volver, que se aburría mucho sola. Se habían mudado 2 veces en 3 años ahora vivían en un pueblecito llamado Hollymean, casi siempre estaba nublado allí asi que bueno, pues un plus. Miré hacia la chica que tenía al lado, estaba leyendo Crepúsculo, la chica se dio cuenta de que la miraba.
- ¿Ocurre algo? – dijo cerrando el libro.
- No, nada – respondí - ¿te gusta Crepúsculo?
- Sí, me encanta, ojalá existieran de verdad – dijo desilusionada. Siguió leyendo su libro mientras yo pensaba “Cariño tienes a una igual que esos a tu lado” y es que Stephenie Meyer había estado con vampiros de nuestra raza y uno de ellos hizo que olvidara a quella experiencia, pero ella lo acabó recordando y decició escribir un libro, y bueno la muy cabrita no se equivocó.
El autobús se paró.
- Señoras y señores, vamos ha hacer un pequeño descanso, en 30 minutos seguiremos con el trayecto, muchas gracias por su atención. – dijo el hombre en un tono alegre.
Resoplé y llegué a la conclusión de que corriendo llegaría muuucho más rápido. Me levanté y salí del autobus, para mi suerte acabó de llover, cogí mis mochila y me dispuse a adentrarme en el bosque para que nadie me viera.
- ¡Chica!, ¿a dónde vas? – gritó el muy simpático conductor del autobus – venga sé buena y vuelve al autobus.
Tenía hambre y este capullo se había pasado todo el viaje cantando canciones de los años catapún, y además se había empeñado en que fuera con él a cenar una noche. Me giré y me avalancé sobre él. Su sangre tenía un regusto muy grasiento, pero aún así estaba muuuy rica, lo dejé tirado en el suelo y salí corriendo a mi velocidad vampiro, en 3 minutos habría llegado.
Los 3 minutos más lentos de mi vida, llegué a una casa muy grande, estaba en medio del bosque y aparcado delante esta un Ferrari negro, un Mercedes y Jaguar, “No saben regular el dinero”, pensé mientras reía. De la casa salió Jake.
- ¡SARAAAAAAAH! – gitó tan fuerte que casi me rompe un oído.
Emmy, Alex, Tessa y JD salieron gritando lo mismo, me habrazaron tan fuerte que casi me parten en dos.
- ¡Dios mío cuanto tiempo ha pasado! – dijo una Emmy muy feliz.
- Ya.. ya lo se… - dije intentando soltarme.
- ¡Cuidado que la matamos! – dijo JD.
Todos me soltaron al instante y me llevaron dentro de la casa. Resulta que había al otro lado del bosque otro clan de vampiros, pero de una raza distinta, y resulta también que van al mismo instituto que nosotros…
- ¿Qué? – pregunté indignada - ¿Al instituto?
- Sí, Sarah, tenemos que parecer humanos y si no vamos al instituto daremos mucho la nota – contestó Alex muy seria.
Yo no dije nada, solo me limité ha poner mis mofletes inchados y a entrcerrar mis ojos. Esto iba a ser divertido.
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All the Blood
VampireNo se por donde empezar... Hace ya 5 años que me convertí en lo que soy, al principio no quería aceptarlo y eso casi acaba con mi vida. A veces no puedes cambiar las cosas y aprender a vivir con ello, y eso hice yo, ahora vivo con mi "nueva familia"...