All the Blood

Cap 4:"Atraer los"

Algo me daba mala espina así que volví al usar mi don para ir al lugar del que provenía el aullido, pasé todo el bosque y me encontré una manada de lobos, unos lobos enooormes, pero por suerte los chicos no estaban ahí, entonces apareció alguien, "Ostia el capullo de mi profesor" pensé, estos empezaron ha hablar.

- No tenemos la culpa de que hayan llegado nuevos vampiros - parecía muy tranquilo, pero los lobos estaban más alterados.

- No puedo hacer nada para que se vayan... Ya se cual era el trato... ¿Y que quieres que haga?... - el hombre hablaba con los lobos, estos parecieron calmarse, todos menos  uno que aún estaba a la defensiva, "Vaya, este tío es el encantador de perros", pensé y reí.

- No creo que una pelea sea los más indicado... Bueno en realidad no sabes si los atraerán... - ¿atraer? ¿atraer a quien? Pero si dijo que atraeriamos a los hombres lobo. Nos mintió, no se refería a ellos - si... ya se lo que paso la última vez... no lo he olvidado... si, tal vez tengamos que hecharlos por las malas... Ya hablaremos de esto luego.

Y dicho esto se fue, los lobos hicieron lo mismo, seguí el rastro del profesor hasta su casa, estaba entre lo árboles en una parte muy oscura. Entre y los vi a todos sentados escuchando al hombre.

- No nos harán nada a nosotros, pero no puedo decir lo mismo de los otros - dijo serio.

- Da igual, mientras se vayan no importa lo que ocurra - dijo una chica de pelo castaño.

El hombre no habló solo se limitó al subir a la planta alta. Yo volví al mi cuerpo para encontrarme que los chicos estaban entrando en la casa. Debo admitir que estoy muy preocupada, los lobos pueden ser muy peligrosos. Baje las escaleras e hice como su todo estuviera bien, "Esperaré hasta la noche e iré ha hablar con  él,  no puedo permitir que le pase nada a mi familia"

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La noche inundó el cielo y el bosque.

- Alex voy a salir a comer - dije antes de salir por la puerta.

Recorrí el bosque con cautela, no quería en contarme con ninguno de esos perros, llegué a la casa y llamé al timbre, la puerta la abrió una chica de cabellos pelirrojos

- ¿Qué hacés tu aquí? - pregunto.

- E venido a ver a... - dije pero alguien me cortó.

- Helena que... - el profesor salio un se quedó parado en seco.

- Quería hablar con él - dije mirándolo. El me miró por un momento.

- Esta bien - dijo Helena iba a protestar pero el profesor hablo antes - pasa.

Entre en la casa, y todos se me quedaron mirando fijamente a los ojos, puede ser por que no tenía las lentillas y mis ojos eran rojos como la sangre. El hombre me llevo por un largo pasillo y entramos en algo que parecía un despacho.