Alpha Supremo

CAP III

Liam Volkov

No puedo creer que esos idiotas no quisieran firmar; me arruinan el humor cuando recién empieza la noche.

—Hermano, ¿qué te sucede? Recién llegamos y ya estás de mal genio —Lili toma mi brazo.

—Me llamo Zion. Dice que no se puede cerrar el contrato y que muy posiblemente tenga que ir a Estados Unidos porque me toca solucionar todo yo —le digo, ya enojado.

—Liam, tienes que estar tranquilo; no sacas nada con ese humor tuyo.

—Liliana, me molesta que me digan que me tranquilice; es como si solo eso pudieran decir —ella me mira para todos lados, observando que todos nos miran— porque es lo único que he escuchado esta semana. No estoy estresado —me suelto y camino de un lado para otro.

Me dirijo al jardín donde será la presentación de la luna cuyo nombre es desconocido para mi, lo mejor que puedo hacer es tomar un trago para relajarme.

Me dirijo al jardín donde será la presentación de la luna, cuyo nombre es desconocido para mí. Lo mejor que puedo hacer es tomar un trago para relajarme.

- No es el momento de tomar alcohol, Liam - mi hermana me arrastra hacia los asientos en una de las primeras filas. - Qué bonita es la luna de Jack, ¿no lo crees? - Ella me mira, esperando mi respuesta.

- Solo espero que sea el equilibrio que ese idiota necesita - me río.

La presentación transcurre de la manera correcta, nada fuera de lo normal. Todos están hablando y riendo en la fiesta después de la presentación.

Yo me encuentro en la barra, por fin con un vaso de whisky en mis manos. - Recién comienza la fiesta y ya estás tomando - esa voz tan molesta solo puede ser de alguien.

- No eres la persona indicada para decirme eso, Jack. Eres peor de lo que soy, pero ¿qué haces aquí? Ve a bailar con tu luna - le doy un sorbo a mi whisky.

- Bailar no es lo mío - le doy otro sorbo a mi whisky.

- Eso no dijo tu padre - él rueda los ojos.

- ¿Vas a seguir jodiendo con eso? Lo tomé como mi despedida de soltero - levantó una ceja.

- ¿Y por qué no me llamaste si era una despedida de soltero?

- Porque tú eres de tomar solo - asiento con la cabeza, eso es verdad. - Segundo, Zion es tu sombra; donde vas, él también va, y él y yo no tenemos la mejor de las amistades, como sabes - le hago una señal para que sirvan otro whisky.

- Seguro que era solo eso - me causa gracia lo que sea que pasó entre ellos. - ¿Y cuántos estaban en la fiesta? Porque solo tú no creo.

- Para tu sorpresa, yo tengo muchas botellas de whisky y cerveza, nada más, lo juro - levanta las manos.

- Ya ve a ver a tu luna, tu presencia ya me está hostigando - sonríe y se va.

Lo mejor será que no tome mucho whisky, ya que mañana a las 6 a.m. sale mi avión para Estados Unidos, se supone. Pero mire, aquí estoy, ya voy por mi tercera botella de whisky.

- Hermano, ya vamos, ya tomaste mucho - Lili jala mi brazo sin lograr que me mueva.

- Espera, Lili, no estoy ni un poco ebrio, déjame - ella suelta el aire que tenía retenido.

- Liam - suspiro y me levanto.

- Feliz - digo, caminando hacia la habitación. Sé que ella viene siguiéndome para que no me desvíe.

Entro al baño, lavo mis dientes, me ducho, busco un pantalón de pijama, me lanzo a la cama e intento dormir. Últimamente, me está costando mucho conciliar el sueño; a la fuerza lo logro.