ella y yo (Laura Pergolizzi)

Confusión XVIII

-Narra Carlo-

Llegue a casa con una gran opresión en el pecho, sabía que todo el teatro que desde un principio planee se estaba yendo directo a la basura, en mis planes nunca estuvo el hecho de enamorarme de Gianna, no cabía ni la más mínima posibilidad de que ella ocupará un lugar en mi vida, utilizarla siempre fue mi meta pero ahora estaba en medio de la sala, con una copa de vino en mi mano mientras que la luz de la luna se asomaba por el gran ventanal de mi departamento. Era lo único que me hacía compañía dentro de ese lugar tan sombrío.

Todo estaba perdido, ¡debí esperar un poco más!, si, debí esperar, es más que claro que la confianza que me tenía ya no existe, ni existirá, lo pude ver en sus hermosos ojos azules. ¡soy un idiota!, ¡vaya que lo soy!, debería no importarme, debería tomar esta situación a la ligera y pensar en otro plan que me ayude a destruir a Laura porque ese es mi objetivo y nunca debí perderlo de vista.

5,4,3... esos malditos números resonaban en mi cabeza una y otra vez, había perdido la noción del tiempo, y lo que comenzó con una copa termino por ser la botella completa, ¡necesitaba verla! Y es que... estaba demás negar que no me importa su indiferencia, cuando Gianna se ha convertido en todo lo que necesito para llenar la vida de mierda que siempre he llevado, revise el último mensaje que le había mandado disculpándome una vez más por lo ocurrido, pero no había respondido aun, verifique su conexión la cual señalaba que estaba en línea así que debía ser valiente y llamarle, quizá fallaría en el intento pero era un riesgo que sería justificado por una botella de vino que tenía en mi organismo.

Por un momento llegue a imaginar que no insistiría tanto y que al final Gianna respondería pero no fue así, llego un punto en que me di por vencido y apague el celular pero un fuerte presentimiento me ínsito a que volviera a insistir, pasado un minuto y cuando mi paciencia estaba por arruinarse escuche su voz, mi corazón se aceleró descontroladamente y solo pensaba en encontrar las palabras adecuadas y no arruinarlo otra vez...

-Gianna...- arrastre cada una de las letras con mi voz entre cortada- no fue mi intención, ¡te aseguro que no lo fue!-

-Carlo, no es el momento, Laura se pude dar cuenta, no lo hagas tan difícil ¿quieres?-

Sus palabras terminaron por destrozarme, ¿por qué tenía que existir Laura?, ¿por qué siempre se ha interpuesto en mi felicidad?, ¿por qué siempre termina por tener lo que más quiero?

-Gianna, no cuelgues, por favor no lo hagas-

Esta vez mi voz término por quebrarse, el llanto me invadió y el miedo se apodero de mí.

-Gianna, tengo muchas voces en la cabeza, pero la tuya... es la única sin la que no puedo vivir... ¡lo siento!, perdóname...-

De pronto lo que tanto temía ocurrió, Gianna colgó dejándome un poco más roto, solo colgó sin decir nada...

-Narra Gianna-

En cuanto colgué, sentí la mano de Laura sobre mi hombro, pronto el nerviosismo se apodero de mí, cerré los ojos y respire profundo...

-¿te sucede algo, gianna?-

Esta vez volteé y le dedique una sonrisa, quizá eso evadiría mi inquietud

-amm... no sucede nada-

Me levante de la cama y me dispuse a desvestirme pero el error más grave que pude haber hecho en ese momento, fue dejar mi celular sobre la cama, encendido y con el mensaje de Carlo abierto así que al percatarme de lo ocurrido quise desviar la atención de Laura pero fue demasiado tarde, ya se había dado cuenta del mensaje.

-no quiero entrometerme en tu privacidad, pero no entiendo porque tienes muchas llamadas de mi hermano y este mensaje que dice que lo ¿perdones?-

Laura se encamino a donde estaba ya que le daba la espalda y trataba de evadir lo que estaba pasando