- Bueno, entremos a mi casa, os daré el ingrediente después de haberme cambiado. - la vendedora, les observó un momento más antes de dirigirse a su casa.
Sin esperar a que estuvieran de acuerdo, la mujer se encaminó a su casa. Tras intercambiar unas miradas, los tres siguieron a la mujer a la vivienda, una vez dentro, la mujer les señaló un sofá de tres plazas que estaba cerca de la puerta de entrada y tenía en frente una mesita de café. Los tres tomaron asiento y por suerte, no tuvieron que esperar demasiado, ya que a penas se sentaron en el sofá, la mujer ya estaba de vuelta sin el disfraz.
- ¿Que estaba haciendo ahí fuera vestida de animal? - Jack, la miró inclinando la cabeza de la misma forma que lo hacía Castiel.
Sam le miró alarmado y Zadkiel puso cara de curiosidad, mirando a la mujer él también.
- Estoy haciendo un estudio sobre danzas de lluvia. Muchas culturas durante la historia de la humanidad las han realizado, - Mientras daba su explicación, la mujer se puso a rebuscar en una habitación adyacente - ésta, en concreto, requiere que te vistas de pájaro. Pero en realidad no invoca a la lluvia, hace crecer a las plantas.
La mujer volvió a la sala con un gran frasco lleno de un líquido amarillento y el cerebro flotando en él.
- Pues aquí está. Espero que tengáis el precio. - dijo depositando el bote en la mesita de café y observando atentamente a los tres hombres.
Sam se levantó y sacó de los bolsillos de su chaqueta los dos frascos que Zadkiel había llenado y se los tendió a la mujer. Ella los tomó con sumo cuidado y los examinó detenidamente. Tras unos minutos de silencioso análisis, sonrió triunfante.
- Impresionante, no pensé que Rowena pudiera conseguir gracia y sangre de un arcángel de verdad. Me encantaría conocer a uno... Pero son muy escasos.
Jack estuvo a punto de hablar, pero se abstuvo al ver las miradas de Sam y Zadkiel.
- Podéis llevaros el cerebro, todo vuestro. Saludad a Rowena de mi parte. - dijo volviendo a examinar la gracia con la mirada.
Sam tomó el recipiente del cerebro con cuidado y tras un "gracias, adiós" grupal, salieron de la casa y se alejaron de vuelta al coche.
- ¿Cómo sabe que es gracia y sangre de arcángel? - preguntó Jack a nadie en particular.
- No lo sé, pero tampoco necesitamos darle pistas de donde la hemos sacado. - le explicó Sam.
- Y ¿Por qué nos miraba tan fijamente? Dean me explicó que es de mala educación. - Jack miró hacia atrás con el ceño fruncido.
- Honestamente, no quiero- Sam se vio interrumpido por su propio teléfono móvil. - ¿Que ocurre, Dean?
- ¡Traed al arcángel aquí, ahora mismo, Cass y lo estamos sosteniendo como podemos! - La llamada se cortó
Sam palideció, se paró en seco y miró a Zadkiel y Jack.
- Tenemos que volver, ¡Ahora!
Sam echó a correr hacia el coche a toda velocidad y Jack y Zadkiel, algo confundidos, lo siguieron en cuanto lo vieron correr. Sin brindarles explicación alguna, Sam se metió en el asiento del conductor y arrancó el coche, dejando en la parte trasera del vehículo el cerebro de dragón. Cuando había empezado a emprender la marcha, Zadkiel y Jack lograron sentarse ambos en la parte trasera.
- ¿Qué pasa? - preguntó Jack mientras sostenía el tarro para que no se dañara.
- Gabriel está convulsionando.
- ¿Y por qué no lo dijiste antes? - le regañó Zadkiel - Agarraos bien.
Los ojos de Zadkiel empezaron a brillar intensamente azules y sus alas de desplegaron proyectando sombras detrás de él en el interior del vehículo, un pitido ensordecedor empezó a ser emitido por el arcángel y unos segundos después, el coche apareció en el aparcamiento del búnker.
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La mision de Jack : sabriel.
RandomJack tuvo éxito en su primera misión como Celestina, aunque hubo problemas que casi destrozan la misión. Así que... podría hacer otra vez lo mismo pero con otra pareja ¿a qué sí?