La mision de Jack : sabriel.

¡No hay un genio tan genial!

Me está costando horrores escribir esto y Lost, lo lamento, será que la creatividad se me ha ido por el desagüe. Esto está tal cual me venía a la cabeza, no os asustéis.

Al día siguiente, después de desayunar, los cuatro se fueron a buscar al supuesto Zeus. Y como dijo Sam, Dean y Cass fueron en el Impala y él y Jack en otro vehículo, de hecho la camioneta que solía usar Castiel de soltero. Sorpresivamente, Castiel ahora tenía el derecho de conducir a baby, eso sorprendió a todos, de hecho Castiel aún no se lo cree. Cuando Dean se sentía cansado, cambiaban posiciones y Castiel conducía mientras Dean dormía en el lado del copiloto, la primera vez que esto ocurrió Castiel estaba muy nervioso por poder conducir el Impala, estaba tan nervioso que estuvo tieso hasta que llegaron a su destino y pudo dejar de conducir. Se bajó del coche riéndose nerviosamente y Dean se despertó extrañado.

Ese día, fue distinto. Castiel ya se había acostumbrado a conducir el Impala y Dean confiaba en que el coche estaría a salvo. Llegaron siguiendo a Sam y Jack, quienes pararon al lado de un motel. Sam pidió una habitación para él y Jack y dejó que Dean pudiera otra para él y Castiel. Esto lo hacían así por qué a veces Dean o Castiel se ponían más cariñosos de la cuenta y Sam no quería saber nada de eso.

Se juntaron en la habitación de Dean y Castiel. Y empezaron a estudiar el caso.

- Al parecer, - comenzó Castiel - hay mucha gente que dice haber visto a Zeus, aunque no sé por qué, unos dicen que tiene la piel azul, los ojos amarillos y el cabello azul otros que se parece a ¿Liam Neeson? Otros dicen que tiene el pelo blanco y los ojos totalmente blancos. - Castiel miró a los demás confundido.

- ¿Un metamórfico puede hacer eso? - preguntó Dean mirando a los demás - Normalmente se convierten en alguien que ven, y dudo que exista un pitufo tamaño humano.

- No, los metamórficos se tienen que convertir en alguien. - dijo Sam.

- Un demonio no creo. A lo mejor es alguien maldito o un bromista. - dijo Dean mirando uno de los artículos con el ceño fruncido.

- Yo creo que lo mejor es echar un vistazo. - dijo Jack mirando a Sam. - Con suerte nos lo encontraremos.

- A mí me parece perfecto. - dijo Dean levantándose.- De paseo estupendo.

Los cuatro se levantaron y salieron de la habitación, no había ningún sitio especial donde "Zeus" o como Dean había empezado a llamarle "pitufo toma esteroides", ya que aparecía en cualquier sitio cuando nadie se lo esperaba y había poca gente. No es que hiciera daño a nadie, como mucho te daba una reacción alérgica si decidía tirarte una tarta a la cara, pero seguía siendo raro y si era un bromista podía empezar a matar gente en cualquier momento.

Pasearon y pasearon, compraron perritos calientes para los cuatro en un puesto y siguieron deambulando sin rumbo fijo, procurando visitar los lugares donde Zeus había aparecido. Dean estaba convencido de que era un bromista por que cada vez que hacía acto de presencia, gritaba "¡ZEUS! Laraila lairala" con música incluida, luego te hacía algo inofensivo para después desaparecer con un "puf".

Siguieron paseando hasta que Dean se cansó de no hacer nada y arrastró a Castiel y a Jack a la terraza de un bar de la mano. Los cuatro se sentaron en una mesa donde un camarero les tomó nota: tres cervezas y una Coca cola. Al final cenaron allí también, Dean no tuvo que insistir a Castiel para pedir ya que el ángel ya estaba más que acostumbrado a pedir algo para que alguien más se lo comiera. Pero últimamente Dean estaba muy insistente con que Castiel se comiera su comida, lo que desencadenaba que todos en la mesa mirarán atentamente cada movimiento del ángel, ya que él solo decía que sabía a moléculas y ni si quiera el nefilim entendía que significaba eso.