Capítulo 52 ÚLTIMOS CAPÍTULOS

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KORTNEY
Me estaba por ir a la cama cuando me di cuenta que había dejado mi celular en la cocina cuando estuve cenando con Alex así que fui por él, cuando iba bajando la escalera escuché que Alaia y Alex estaban platicando en la mesa del comedor u me quedé parada escuchando lo que hablaban.
Nunca imaginé que Alex me fuera a pedir matrimonio por tercera vez, y fuera donde fuera yo siempre le diría la misma respuesta y esa sería siempre "SI".

-¡Mamá!
-¡Shh!
-¿Escuchaste?
-Sí.

Alaia iba de regreso a su habitación cuando nos encontramos en la escalera, le pedí que no hablara muy fuerte para que Alex no nos escuchara y subimos a mi habitación para hablar sobre ese tema.

-¿Escuchaste todo?
-Sí mi amor.
-¿Qué piensas?
-No tengo nada que pensar.
-¿Lo vas a rechazar?
-No puedo rechazar al amor de mi vida.
-¿Vas a decir que sí?
-No quiero perder otra vez a tu papá.
-Pero no sabe cómo pedirte matrimonio.
-Hija, cuando amas tanto a una persona como yo amo a Alex no importa la manera en que lo haga, no importa si es un anillo de diamantes o uno de plástico, lo que importa es lo que hay dentro de tu corazón.
-Tienes razón... Me voy a dormir.
-Descansa mi amor.
-Igual.

Alaia se fue a dormir y yo bajé por mi teléfono a la cocina.

-¡Kortney!
-Pensé que ya te habías ido a la cama.
-En eso estaba, solo terminé de enviar unos correos pero ya me iba a la cama.
-Alex.
-Dime.
-¿Quieres dormir conmigo?
-¿Qué?
-Olvidalo, buenas noches.
-¡Kortney espera!
-Alex...
-Vamos a dormir.

Apago la luz del comedor y me tomó de ma mano para subir las escaleras e ir a mi habitación, cerró la puerta y nos fuimos a dormir.

ALAIA
Todo apuntaba a que mis papás estaban mucho mejor cada día, habían pasado 2 días desde que se reconciliaron y parecía que siempre habían sido un matrimonio que nunca se separó, salían juntos, me regañaban en conjunto y casi no discutían.

-¿Alex me puedes prestar tu coche?
-¿Vas a salir?
-Sí, tengo algunas cosas que hacer.
-Si quieres te llevo.
-No, Alaia va conmigo.

-¿Yo?
-Sí, tú.
-Pero...
-Alaia vas conmigo.
-Ok.

-Las llaves están en la mesa junto a la puerta.
-Gracias, nos vemos en la cena.
-¿Esta todo bien cariño?
-Sí, no te preocupes.
-Ok.
-Te amo.
-Yo más.

-Alaia.
-Ya voy mamá.
-Apresurate hija.

-¿Qué pasa con tu mamá?
-No lo sé, pero mejor me apresuro antes de que me grite de nuevo.
-Esta bien.
-Te quiero.
-Yo a ti.

Le di un beso en la mejilla a papá y corrí al coche donde me estaba esperando demasiado ansiosa mi mamá.

-¿A donde vamos?
-A la plaza.
-¿A qué?
-¿Necesito darte explicaciones?
-Mamá estás muy rara dime que te pasa.
-No pasa nada, es solo que quiero hacer algo y necesito de tu ayuda.
-¿De mi ayuda?
-Sí.
-¿En qué quieres que te ayude?
-Haces muchas preguntas hijita.
-Quiero saber que voy a hacer mamá.
-Me vas a ayudar a escoger un anillo para tu papá.
-¿Para mi papá?
-Sí.
-¿¡LE VAS A PEDIR MATRIMONIO!?
-No grites hija, por favor.
-Lo siento... ¿Lo vas a hacer?
-Sí, tu papá siempre hace cosas lindas por mí, ahora soy yo quien quiere sorprenderlo.
-Y lo vas a hacer.
-Ademas necesito que esta noche Max y tu se vayan con tus abuelos a cenar para que pueda hacer algo especial para Alex.
-¿Lo harás esta noche?
-Sí, en dos días nos vamos a Nueva York y quiero hacerlo antes de irnos.
-Esta bien, cuenta conmigo mamá.
-Gracias hija.

EL HERMANASTRO PERFECTO SEGUNDA PARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora