Ocho (Secuela De Hoshigaki)

Donde terminan los cielos

Noviembre retrocede y ha pasado más de un año

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El tatuaje lo sorprendió la primera vez que lo vio.

Ella y Bee habían regresado a la isla al final de las dos semanas como siempre lo hacían, solo que él no esperaba que ella lo saludara con cuernos azules entintados en su rostro como una clara señal de su guía bajo Killer Bee. Lo primero que pensó fue que era un lugar audaz para un tatuaje de aprendiz , y el segundo había sido , en realidad, está aprendiendo con Bee .

Bee con un estudiante no era algo inusual en Kumo. Nii Yugito había sido estudiante en un momento u otro y también Darui, uno para el control de bijuu y otro para genjutsu, respectivamente. Pero Sakura era un poco diferente de lo que un estudiante Bee normalmente asumiría. Es cierto, ella era una mano natural con espadas y por algún talento había logrado lo imposible y lo había igualado por golpe, por resistencia, por perseverancia.

Pero ella también tenía un regalo con genjutsu con el talento para detectarlos y disiparlos en un minuto, y fue capaz de sacar uno de los sellos con una sola mano, que había pasado demasiadas semanas sin dormir por poder dominarlo. Bee no tenía una aptitud para cosas como esa, por eso Motoi supuso que había llenado ese lugar bastante bien, y ambos se habían enfrentado a la chica fría con el pelo rosa eléctrico a solo unos centímetros menos de seis pies de altura porque allí había algo en ella que era tan... curiosa.

Motoi miró a Sakura que se dedicó a completar una serie de tramos cercanos.

"¿Sabes- ", comenzó, y ella se paró en una curva lateral para encontrarse con su mirada, "-que siempre miras a los árboles cuando estás atrapada en un genjutsu?"

Se sumergió en una estocada lateral. No podía ver su rostro desde donde estaba parado, pero supo evitar cuando vio uno. "¿Lo hago?"

"No importa si es inducido por el contacto visual o de otra manera, tu cabeza siempre se eleva", dice. "Es extraño, pero mientras puedas salir de lo que sea que estés atrapado, no debería afectar nada". Motoi sacudió la cabeza. "De todos modos, hoy te pondré a prueba con un genjutsu de alto nivel y veremos qué tal te va con eso".

Sakura asintió y se movió directamente a través del campo frente a él y dejó su gruesa chaqueta negra al margen, revelando una camisa negra y su brazalete azul. Hoy estaba enérgico en el océano con la amenaza de nevadas en el horizonte, Genbu nadaba mucho más despacio de lo habitual.

Él frunció el ceño. "¿No quieres ponerte la chaqueta?"

"Será más fácil así".

"Podría resfriarse".

"Motoi-san".

"Ah, está bien, está bien", accedió. Debería saberlo mejor que tratar de elegir ese obstinado cerebro suyo. "¿Lista?"

Se hundió en una posición defensiva, con el brazo derecho extendido y el bíceps izquierdo apretado contra su costado. Ella asintió una vez, y él también, y luego sus manos volaron a través de cuatro sellos que sus ojos pudieron rastrear rápidamente. "¡Raiton: Raigen Raikochu!"

Una luz blanca y resplandeciente se descargó por todo su cuerpo y en la totalidad de los campos de entrenamiento, y desde su posición privilegiada vio que el cuerpo de Sakura se cerraba y sus ojos se abrían de par en par, su cabeza se inclinaba ligeramente hacia atrás y miraba fijamente la línea de árboles a lo ancho, con sus guardas no había forma de que no la hubieran atrapado.

Él se lanzó hacia ella en el mismo momento con un tanto a punto de golpear su lado izquierdo. Era la más débil, la más desprotegida, y era el lado al que siempre iría para asegurarse de que ella supiera que era el lugar donde sus enemigos tenderían a atacar primero.