Ocho (Secuela De Hoshigaki)

Reputación

Pakkun ... no sabía qué pensar.

Estaba aliviado de que su enemigo solo hubiera sido una especie de clon y no se hubieran enfrentado al verdadero Hoshigaki Kisame, pero él ... bueno, antes que nada, tenía que felicitar su trabajo en equipo; sin problemas a pesar de que pensó que era un poco extraño que Yuuhi no hubiera tomado el mando. Segundo, ¿el mocoso Inuzuka hizo ese sello? ¿Seriamente? ¿Una compleja barrera de cuatro puntas que chisporroteaba como agua sobre aceite caliente pero que se sostenía como un ataúd de hierro? No debería haber sido posible de un cachorro como él.

¿Y no todos los hijos de Yuuhi seguían siendo chuunins?

Se apresuró a regresar al equipo cuando el color desapareció del cadáver y el terreno se secó, el azul cambió a bronceado y el cuerpo disminuyó de tamaño. El cabello azul marino se difuminaba a un marrón lodoso y la cara del muerto no era una que Pakkun reconociera; un ninja de Suna que se alineó contra su propia aldea.

¿No era eso un problema?

Cuando el jutsu se desprendió como una piel de serpiente, la réplica de Samehada se arrugó en pedazos sin forma. El desgarro de una mano desgarrada de Sakura ahora era más visible, goteaba sangre y estaba cubierta de manchas de tierra. Su rostro estaba en blanco mientras lo levantaba para inspeccionar el daño, insensible. Despreocupada.

Su mano izquierda colgaba a su lado y, a través de las vendas rotas, Pakkun vio madera agrietada y el brillo del metal oscuro.

'Maldición.'

Shino frunció el ceño mientras observaba a su amigo y Pakkun pensó que estaba resolviendo la conmoción que seguramente tenía que latir en sus venas, pero el niño dio un paso adelante y golpeó la parte posterior de la cabeza de Sakura.

"¿Qué te he dicho sobre colocarte en situaciones evitables? ¿Hm? Me gustaría pensar que las lesiones pueden evitarse con un mínimo de sentido común, pero tu mano se está cayendo por sí sola. Tu expediente médico no se está reduciendo, y me gustaría que no crezcas tan rápido como lo haces ".

"Ay."

"'Ay', dice ella", se quejó, y Kiba se defendió mientras se agachaba para buscar el cadáver. Shino extendió una de sus manos y Sakura colocó su apéndice mutilado sin dudarlo, su chakra encendió un verde menta brillante mientras comenzaba a reparar el daño. "Le doy otra conferencia sobre su grave falta de autoconservación y ella responde con ay ".

Kiba voltea la bolsa de kunai de la pierna de Mukade. "Ella no usa protector solar, no escucha las reglas. Es un círculo vicioso".

Akamaru se burló.

"¿Ves? Me atrapa".

"Un milagro", comentó Shino secamente.

Kurenai miró por encima de la curación con una preocupación que le recordó a Pakkun a su propia madre antes de ayudar a Kiba a enterrar el cuerpo.

"¿Qué estás haciendo?" preguntó mientras caminaba hacia la tumba improvisada que habían comenzado a sembrar en la tierra. "Mukade, o quienquiera que sea, ¿intentó matarlos a todos y está enterrando su cuerpo?"

Extrañaba la mirada que Sakura y Shino compartían detrás de él y cuando Kiba no dijo nada mientras levantaba la tierra, Kurenai sonrió ante la llamada ninken. Era una sonrisa que estaba más cansada de lo que debería estar, pero no una que intentara ocultar la incomodidad. Estaba abierto, fatigado y resignado, y cuando ella ayudó a bajar el cadáver a la tierra, sus ojos se ensombrecieron con algo que él no pudo distinguir.

(No le gustó)

"Esto se ha convertido en un ... ritual, más o menos", explicó suavemente. "Enterrar los cuerpos de cualquiera atrapado en el fuego cruzado y todos los enemigos que terminan muriendo por nuestras manos. Realmente es más por respeto que por otra cosa".