Él solo observaba sus manos entrelazadas, y los ojos cerrados de su acompañante, que al abrirlos solo miro hacia arriba, a la espera de un nuevo estruendo.
— Espero vengan pronto. Le dije a Jeremy que se apuraran — se expresó frustrada, soltando lentamente la mano de Chris y levantándose.
— Nueva cosa, eres impaciente — se anotó mentalmente en voz alta.
— Anota también a tu lista mental, que amo comer. — le señaló. — Y hablando de comida, tengo hambre — su estómago gruñó, causando una risita en ambos. — O salimos de aquí o te comeré — ella solo sonrió, pero no pudo evitar que sus mejillas se pusieran rojas ante su comentario.
El castaño se levantó suavemente, sujetándose de los barrotes, debía de admitir que de vez en cuando el aire le faltaba, pero recordaba lo que la chica a su lado le había ensañado hace unos minutos. Era su sustento en esos momentos.
— Déjame decirte que después de hoy, seremos buenos compañeros — admitió, haciendo que ella se volteara a verlo.
— No lo dudes, así será — sonrió. — ¿Sabes que papel harás? — se dio media vuelta a seguir mirando la puerta.
— Mon-el de Daxam — expresó en un susurro, él sabía lo que conllevaba tener ese papel.
— Así que el nuevo interés amoroso de Kara, déjeme decirle que hasta ahora, le está cayendo muy bien — se carcajeo, tomándoselo con gracia, aunque sus mejillas reflejaban un pequeño rubor.
No sabía si la falta de aire le estaba afectando, pero el castaño se acercó a ella, poniendo ambas manos en sus hombros y volteandola.
— Soy un chico respetuoso, soy carismático y me encanta el chocolate. Soy sensible, prefiero regalarle a una chica flores antes que joyeria, amo mi trabajo y no lo cambiaría por nada. Mi sueño es casarme en un bosque. Mi secreto más oscuro es que leí la saga de Crepúsculo cuando era más joven. Friends es un clásico y nada lo supera. Tengo la manía de poner los billetes todos con la cara al mismo lado y en orden de mayor a menor. — relato él, mirándola a los ojos en todo momento.
— Me encanta hacer reír a la gente, bailo y canto en la ducha, tengo tres tatuajes. Amo pero amo el chocolate, me gusta mirar el cielo estrellado y si estoy de mal humor, solo cuento las estrellas, eso me relaja. Me encantan los tulipanes azules y rojos. Amo las donas y los dinosaurios. Me estoy divorciando. Mi cabello es castaño, no rubio. No me llevo bien con mi padre y admiro a mi madre. Quiero hijos y casarme. Y deseo que ningún otro animal sea dañado. — sonrió, también mirándolo a los ojos. Intentaban conocerse.
— Deseo besarte en estos momentos — se acercó lentamente.
— Hazlo — aceptó ella.
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Sin Destino
Short StoryUn poco de claustrofobia puede cambiar el destino de dos personas