Gorrión Extraordinario.

Al son de sus pasos

"Si no escucha tu voz, vuela a mi, yo quiero ser tú único espectador, quiero ser el único que vea tus defectos, los cuales para mi son tan perfectos, quiero ser el único que admire lo común de tu belleza, que para mi es tan extraordinaria. Vuela a mi pequeño gorrión extraordinario".

Abrí mis ojos, desperté de un hermoso sueño, la estaba admirando y la terminé besando... ah verdad, no fue un sueño.

Corrí tan pronto salió el sol, me dirigí hacia la Academia de artes en la que estudio, estoy más emocionado que los demás días, pero llegué tarde, no pude escuchar su voz en las bocinas de los pasillos, hoy toca clase de música, no creo que me encuentre con ella hoy.
Después de clases me quedé en el salón de música y seguí tocando, recordando el sentimiento de cuando la vi por última vez, el grosor de sus labios, la sensación de estar elevado al besarla... de momento, siento que alguien me observa, es normal, estoy tocando en un área concurrida, muchos estudiantes se quedan a verme tocar, abrí mis ojos, Amber estaba recostada de la mesa de en frente, me asustó, en verdad no soporto verla, siempre me ha molestado su presencia, me levanté de la silla, tomé mis pertenencias y salí, vi a Valeria pasar por la Facultad de danza, corrí para alcanzarla pero la perdí.

Cansado me senté en el suelo y respiré, de pronto escucho esa música la cual era tan conocida, me asomé por una ventana, el salón de baile estaba vacío, o eso pensé.
Un salto, varios pasos, los pies y las manos conectados con sus caderas, al compás de la música, su gruesa silueta, el sudor corriendo por sus brazos y cuello, la expresión en su rostro, estaba cantando con su cuerpo la letra de su canción, aquella que me cantó.
No podía apartar la mirada de ella, Valeria estaba tan concentrada que no sé había percatado de que alguien la observaba, o eso era lo que yo pensaba, quise dejarla bailar y me aparté de la ventana, "no te vayas" me dijo con su voz agitada pero dulce.
Caminó hacia mi, me tomó las manos y me invitó a bailar, yo no sé bailar, pero me dejé llevar.
Me miraba fijamente a los ojos, el ambiente se tornó muy hermoso, la música fue interrumpida, pero seguimos bailando, como si la estuviésemos escuchando, no me había enterado, pero al salón de baile algunas personas estaban llegando, algunos grabaron, y otros se molestaron, cuando volvimos en sí, escuchamos un os aplausos, ella estaba sorprendida y asustada y dijo con voz temblorosa: "Desde cuando es tan aquí". Corrió fuera a mucha prisa.
Intenté ir tras ella pero Amber me tomó de un brazo, no sé qué rayos hacia Amber en aquel lugar, le dije que me soltara y corrí para alcanzar a Valeria.

La alcancé a ver al cruzar la calle fuera de la academia, cuando por fin llegué donde ella, estaba llorando, "¿por qué huyes y te asustas?" Le pregunté, y ella me respondió: "es que, mira quién soy" "¿acaso no te avergüenza que te vean conmigo?".
Me acerqué a ella y cequé sus lágrimas, la abracé y le dije: "no sé a qué te refieres, pero ya no temas a nadie, te dije que volaras a mi, pero tu me arrastras con tus pasos. En realidad creo que me he enamorado".
Ella no dijo nada y sólo me abrazó.

Una vez más atrapó mi corazón el cual comenzó a latir al son de sus pasos.