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Mientras lo chicos caminaban, a Vita se le ocurrió sacar algún tema de conversación aleatorio.

–Y, ¿qué tipo de Musica escuchas Milo?– preguntó mientras veía el paisaje por el que ambos estaban pasando.

–¿Sabes? Hace mas o menos un año y medio a mi me encantaba el reggaeton, pero con el paso del tiempo lo fuí odiando. Todas las canciones hablan de lo mismo, sexo, alcohol, amor, y cosas así. Luego empeze a escuchar música electrónica y me empezó a gustar.–dijo con calma. –¿Y que me dices tu?–

–Bueno, a mi tambien me gusta mucho la música electrónica, la escucho todo el tiempo.– respondió –y un poco la de banda...– susurró en un todo demasiado bajo, pero lo suficientemente alto para que el de azúl lo escuchara.

–¿Enserio?– preguntó incrédulo.

–¿Ehh? ¡N-no!, Para nada..–

–Esta bien, a mi tambien me gusta– dijo sonriendo de lado mientras soltaba una leve risilla.

Vita se sorprendió un poco, pues pensó que era el único con esa clase de gustos. Pero en fin, no le dió mucha importancia.

Pasaron al menos unos 2 minutos y Milo paro de caminar.

–Llegamos– dijo en un tono tranquilo, pero para nada cortante.

Saco unas llaves de su mochila para luego insertarlas en la cerradura de la manija de la puerta.

–Pasa– habló mientras abría la puerta esperando a que pasara primero.

Vita entró admirando lo grande que era la casa de su.. ¿amigo? No sabemos aún, pero probablemente lo serán.

–¿Nunca habías visto una casa antes?– dijo el castaño en un tono bromista hacía su "amigo".

–No, es solo que...– suspiró –..mi casa es demasiado pequeña, nunca había visto una casa tan grande...–

–Ohh ya veo..– dijo haciendo un silencio un poco incomodo de medio minuto –..¿Quieres ir arriba?–

–Claro, por qué no– respondió serio.

El castaño subió por las escaleras seguido por el de verde, hasta llegar a una habitación que estaba al lado de una mesa de billar.

Milo abrió la puerta y pasó primero, esperando a que pasara Vita.

–Y... ¿Que quieres hacer?–

–Mmh.. no lo se.. ¿Te gusta Five Nights at Freddy's?– preguntó con sarcasmo.

–¡Me encanta! ¡¿A ti tambien te gusta!?– exclamó emocionado.

–¡¿Enserio!? ¡Pensé que era el único! ¡A mi también me encanta!– dijo. Luego soltó una risa por la increíble coincidencia.

–¡¡Ahhh no puedo creerlo!! ¿Quieres jugar?– preguntó alegre.

–¡Obvio!–

Ambos se dirigieron a la computadora del de azúl y comenzaron a jugar.

El tiempo voló para ellos, cuando menos se dieron cuenta ya eran al rededor de las 8pm.

–¿Como rayos eres tan bueno en este juego Vita?– preguntó Milo sonriendo.

–No lo sé, práctica, supongo jeje– comentó –tengo un video pasando en juego completo, mira, te lo enseño– dijo devolviendo la sonrisa.

A continuación sacó su celular y el castaño se acercó para ver, pero cuando Vita encendió su móvil se percató de la hora.

–Jaja, espero no haber borrado aún ese vide...– hizo una pausa por la impresión que tuvo al ver la hora que era –¿¡Las 8pm!? ¡No! ¡No no no no no! ¡Es súper tarde! ¡Mis padres van a matarme, tengo que irme!– estaba preocupado, demasiado. Le hablaba a Milo mientras recogía su mochila –Lo siento Milo, será para la próxima–

–¡E-espera! ¡P-puedo acompañarte si quieres!– dijo un poco nervioso.

–¿E-enserio?–

–Si, eso hacen los amigos, ¿no? Estar ahí para el otro..–

–¿Somos amigos?– preguntó con una tierna sonrisa.

–Claro, Vita Niña– dijo mientras se levantaba sonriendo para acompañar al rubio.

–Tss, no me llames así tonto– contestó riendose y salieron en dirección a la puerta principal.

Ambos chicos salieron de la casa a paso acelerado, el de azúl solo seguía el mismo camino que su amigo, ya que no sabía con exactitud donde estaba su casa.

Llegaron al extremo de un río, y rápidamente el rubio subió a uno de los botes en un movimiento rapido esperando a su amigo.

–¡Vamos Milo!– dijo desesperado, mas no enojado, luego el de azúl subió.

Después de remar un par de minutos, llegaron al extremo del río, y podía verse una casa pequeña.

–Uff, gracias por acompañarme Milo, te debo una– le guineo el ojo y el contrario se puso un poco nervioso.

–E-ehh... d-de nada V-vita, no fue nada jeje...– comentó mientras se rascaba la nuca un poco incómodo.

Como muestra de agradecimiento, el de verde le dio un abrazo no tan prolongado, el cual su amigo tardó un poco en corresponder aquella muestra de afecto.

Vita cortó el abrazo para entrar a su casa antes de tardarse mas.

–Nos vemos mañana en la escuela. Regresa con cuidado, no quiero que le pase nada a mi nuevo amigo.– le dijo con una sonrisa.

–C-claro jeje.. ¡a-adiós!– agitó la mano para despedirse.

Y el contrario hizo lo mismo, luego entró a la casa.

Milo subió de nuevo al bote remando en dirección opuesta a la que había remado la última vez.

Llegó a su casa y entró directamente a su cuarto para dormir y descansar un rato, vaya dia mas genial.

Perdonen por poner eso de que a Vita le gusta un poco la música de Banda, es que a mi también me gusta y pues, me pareció buena idea ponerlo.

Nueva Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora