/5\

352 16 4
                                    

[Vita]

Hoy es un día muy especial, no es el cumpleaños de nadie o un día festivo, pero hoy es el día en el que le pediré a Milo acompañarme al nuevo parque de diversiones que acaban de abrir.

Se que dije "acompañar" pero realmente lo consideraré como una cita si acepta ir conmigo. Lo se, soy un iluso, pero ¿qué puedo decir? El amor nos hace tontos...

Espera... ¿amor? ¿cita? ¿estoy aceptando estar enamorado de él?...

Al parecer si...

Bueno, ¿qué se le puede hacer? tendré que lidiar con esto.

[///]

Era un día cualquiera de clases, de hecho, ya era hora de salida.

Vita estaba buscando a Milo para preguntarle aquello que quería, y de paso acompañarlo a su casa.

Milo de hecho estaba haciendo lo mismo, estaba a punto de llegar a la puerta principal del colegio para buscar a su amigo por allí.

Al estar a unos cuantos pasos por llegar, vió al rubio doblar por uno de los pasillos justo en la misma dirección que él.

–¡Hey, Vita!– exclamó no tan alto para no llamar la atención.

–Hola Milo– dijo sonriente mientras agitaba una mano en forma de saludo.

–Te estaba esperando, ¿nos vamos ya?–

El castaño esperaba a su amigo con una sonrisa que le puso la piel de gallina de la emoción; y es que como no hacerlo, cuando estas enamorado cualquier gesto de aquella persona te pone nervioso.

–S-si, vamos hehe..– contestó caminando a su lado.

En el camino hablaron de como pasaron el día, algo normal entre ellos; cuando estaban por llegar a la casa de Milo, este decidió hablar.

–Oye Vita, ehhh.. ¿sabes? Abrieron un parque de diversiones cerca y pues.. se ve que esta genial y me preguntaba si... ¿quisieras ir conmigo este fin de semana? Ya sabes, para pasar algo de tiempo juntos hehe..– se puso nervioso, algunas gotas de sudor bajaban por su frente, pero el contrario no lo notó.

El de verde soltó unas pequeñas risas que pusieron aún mas nervioso al de azúl.

–Te juro que estaba a punto de preguntarte lo mismo– dijo para luego volver a reír, esto tranquilizó a su amigo.

Ambos rieron por la extraña coincidencia.

Ya estaban por llegar a la casa del mayor, pero éste no iba a entrar sin tener una respuesta concreta.

–¿Entonces es un si?– preguntó sonriendo mientras arqueaba una ceja.

–Hehe, claro– le contestó su amigo mientras le devolvía la sonrisa.

Ambos se despidieron agitando las manos, pero Vita se despidió de una manera que no se esperó el contrario.

Lo abrazó por el cuello para despedirse, el mayor se quedó paralizado pero alcanzó a devolverle en abrazo.

–Adios– dijo feliz el de verde.

–¡A-adios Vita! Hehe..– contestó nervioso.

Luego Vita caminó hacia su casa, y Milo entró a la suya.

(•×=+•×=+)

Al día siguiente ambos chicos fueron al colegio; a la hora de receso ambos se sentaron a comer juntos con Adri, el amigo de Vita.

Este notó la mirada de confusión del de azúl como diciendo "¿quién es éste tipo? ¿lo conozco?" Entonces decidió hablar.

–Oh Milo, no recuerdo si ya te lo había presentado, pero él es Adri– sonrió mientras pasaba uno de sus brazos alrededor del cuello del de amarillo –es mi amigo desde que somos pequeños hehe–

–H-hola– dijo algo nervioso, nunca había visto antes al de azúl.

El contrario lo miró desafiante, sintiendo celos de aquel chico. Dudoso, levantó la mano dispuesto a darle un apretón de manos.

–Hola– dijo neutro mientras seguía viéndolo con esa mirada penetrante como si le estuviera viendo el alma, el de amarillo solo le dió la mano y rápido regresó a su postura anterior.

El resto del receso los tres hablaron sobre temas aleatorios, gustos, opiniones, etc.

Para cuando menos se dieron cuenta el receso terminó y cada quién tenía que regresar a su respectivo salón.

Para los enamorados el resto del día voló muy rápido, estuvieron pensando uno en el otro, y sabiendo que era Viernes, estaban emocionados por el día siguiente.

Llegó la hora de salida, y como siempre se iban juntos a sus hogares.

Ya estaban por llegar a la casa del mayor, pero a este mismo se le ocurrió una idea para ser "educado" según él.

–Oye Vita– el nombrado volteó a verlo –¿Qué te parece si esta vez vamos primero a tu casa?– le preguntó sonriente esperando que aceptara.

El preguntado pensó su respuesta un rato, pero sin tomar decisión.

–No lo sé, no quiero que des doble vuelta yendo a mi casa y luego regresando a la tuya–

–Nah, no te preocupes por eso, es lo de menos ¿Si o no? Dilo antes de que cambie de opinión tonto– respondió fingiendo molestia, pero se notaba su sarcasmo a leguas.

–Está bien, vamos– le dedicó una tierna sonrisa mientras movía su cabeza en dirección a su casa.

El contrario le respondió con una sonrisa igual a la suya, y de nuevo juntos, fueron en esa dirección.

Al llegar, se despidieron como siempre lo hacian y con un abrazo, algo nuevo que agregaron a su despedida. Pero antes de que el menor abriera la puerta, Milo recordó que no le había dicho a que hora pasar por él, porqué si, tenía planeado ir a recogerlo para que no tuviera que ir solo y lucir mas educado.

–¡Oye Vita, Vita!– le detuvo antes de tocar la manija de la puerta, y volteó a verle –No me dijiste a que hora pasaré por ti para ir al parque mañana, tonto– dijo con una sonrisa esperando una respuesta.

"¿Pasar por mi?" Se preguntó el rubio mentalmente, pues no habían hablado de eso cuando se pusieron de acuerdo.

–¿Vas a pasar por mi?–

–Claro, si quieres hehe–

–Oh, por su puesto. Solo que no había pensado la hora, que te parece ammmhh.. a las... ¿seis? Si, a las seis de la tarde–

–De acuerdo– contestó con una sonrisa –pero recuerda estar listo a tiempo, porque soy muy puntual con la hora– dijo soltando una risa.

–Oh claro, no te preocupes por eso hehe– contestó sin nervios –bueno, nos vemos mañana, tengo algunas cosillas que hacer. Ya sabes regresa con cuidado– dijo para luego abrazarlo, decir un último "adiós" y entrando a su casa.

El castaño hizo lo mismo y regresó a su casa con mucha emoción por el día siguiente.

Perdón por hacerlo tan corto, se me agotó la inspiración :/

Nueva Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora