Capítulo 4.- Tribu Juini

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Tras algunos meses Jachi salió de la montaña con una gran fuerza de murciélagos acompañándolo, por su cuenta era incapaz de caminar bajo el sol, pero con casi diez mil murciélagos haciendo sombra a su alrededor, podía moverse tranquilo y a gran velocidad.

Frente a Jachi una tribu kugala, los juini, Jachi cargaba en cada una de sus manos un hacha de piedra, que personalmente había hecho para esta misión.

Los kugala vieron aterrorizados lo que se avecinaba, encendieron sus antorchas y prepararon sus lanzas, y hachas, para pelear y defenderse, mientras niños y mujeres se preparaban para abandonar el campamento, al temer no poder hacer nada contra lo que se avecinaba.

Vieron a Jachi, un imponente hombre de piel blanquecina, era delgado pero alto y tenía dos gigantescas alas, cada una más grande que su cuerpo, y hechas de una piel membranosa, extendida por cinco amplios dedos como en los murciélagos.

Esta criatura parecía no tener sangre en su piel por lo pálida que era, su color era casi totalmente blanco, recordando el color de los huesos.

-¿Doki joari ki tin? -(¿Cómo se llama su tribu?) preguntó con parte lo murciélagos ya posándose sobre las chozas y extendiendo su alas.

-Juini, ¿ki doko kin? -(Juini, ¿Tú que eres?), preguntó el líder de la tribu, retándolo.

-Da doara doko in col is ak jakin -(La sombra que le pondrá fin a los suyos), respondió Jachi y dio una señal a sus vampiros, para matar a todos los hombres y mujeres, pero dejar vivos a dos de los niños y a dos de las niñas. Aunque también exigió que no las dejaran irse.

Atacó personalmente al líder de la tribu, no le tomó demasiado matarlo, para él los reflejo humanos eran lentos y predecibles.

Cuándo la masacre acabó observó a los que seguían vivos, los dos mayores tenían su lanzas para defenderse, pero en un rápido movimiento los desarmó. Observó al menor de los niños y a la menor de las niñas y les dio una de sus hachas a cada uno, hachas bañadas con la sangre de sus padres y les dijo.

-Jin ak tinir o nikir hachi cor, kalan nacun i alon nismi inri goki ak tur -(Corran a las tribus cercanas y denles mi mensaje, abandonen nacun o esto mismo les pasará a todos) fue la advertencia que les dio a los niños para luego hacer un chirrido para llamar a cuatro de los murciélagos-. Haci bunkir ki mais o gair, ago itir nasco gako-(Ellos los protegerán en su viaje y los guiarán, pero si intentan engañarme los mataran) .

Ambos niños asintieron y salieron corriendo, los otros niños eran una niña llamada Arisa y un niño llamado Asió.

Se acercó a la espalda de estos y los mordió con sus cuatro colmillos, para luego inyectarles un potente líquido, los niños lloraron por el dolor pero Jachi les dijo.

-No ko mosir, doko kir osar hachi lugarir-(No me teman, que ustedes serán mis herederos).

Uso el idioma de los murciélagos para que a ellos también les dieran sombra y los obligaran a avanzar. Estos murciélagos los rodearon por los lados y por atrás de modo que el miedo obligó a ambos niños a seguirlo. Dejó a los jóvenes en la caverna hambrientos cuándo volvió a salir volando.

Tierras Salvajes.- Bajo la Oscuridad de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora