Capítulo XVII

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Después del almuerzo junto a SuHo, JinKi se le antojó una taza de café y JunMyeon no pudo negársela. Iban caminando hacia allá, enfrascados en una conversación que había iniciado en el restaurante. Durante el poco tiempo que JunMyeon y él se habían acercado, JinKi pudo notar que charlar con el menor era fácil porque siempre tenían algo de qué hablar. Cada día que pasaba, se sentía más cómodo a su lado, y la idea de tener una relación con él era menos descabellada con el pasar de los días. Estaban ya de regreso a la oficina, JinKi sonriendo divertido y JunMyeon riendo de lo malo que era el chiste que el otro le había contado.

—¡Oye! ¡Tú!

Como no sabían si les estaban hablando a uno de ellos o no, miraron hacia el lugar de donde les llegó la voz y vieron a dos mujeres, cargando unas bolsas. Luego, JunMyeon notó que una de ellas lanzó algo en su dirección. Por reflejo, se puso delante de JinKi, cubriéndolo, y cerrando los ojos con fuerza esperando sentir el duro golpe. Algo chocó con su pecho, algo que no dolió mucho, pero dejó una sustancia viscosa. A ese le siguieron más, no supo cuántos, ni por cuánto tiempo, pero se aseguró de dejar al mayor tras él.  Cuando se detuvieron, una de las mujeres le gritó algo.

—¡Por meterte entre JinKi y JongHyun! —Después huyeron, corriendo por la acera y perdiéndose en la esquina.

JinKi, al escuchar eso, salió de detrás del menor y buscó a las mujeres, un par de jóvenes que tal vez no pasaban de los veinticinco. Suspiró molesto y se giró para ver a SuHo: su camisa estaba llena de restos de huevo.

—Rayos, no debiste quedarte de pie ahí, JunMyeon.

—¿Tú no estás manchado? —quiso saber, revisándolo.

El mayor sonrió de lado, enternecido. Quiso revolverle el cabello, pero le arruinaría el peinado, así que solo acentuó su sonrisa. Lo revisó por completo, notando que incluso su pantalón tenía restos de huevo. Suspiró pesado, sabiendo que era su culpa.

—Hoy en la mañana la tintorería pasó a dejarme un traje que mandé a lavar. Tal vez te quede un poco grande, pero creo que es mejor eso a que andar así por la vida.

JunMyeon rió entre dientes.

—Te lo agradezco, porque me hubiera demorado en ir a mi departamento, sobre todo con este tráfico.

JinKi asintió y caminaron hacia la oficina.

Intentaron ignorar las miradas y las murmuraciones en lo que llegaban, pero fue difícil, sobre todo en el ascensor. En ese tiempo, JinKi se puso a pensar lo que había ocurrido. Habían atacado a JunMyeon. Fueron solo huevos, y le habían ensuciado solo el traje, aunque andaba sin americana lo que fue un alivio, pero era un ataque de todos modos. Y las palabras de una de las mujeres resonaban en su mente.

"Por meterte entre JinKi y JongHyun."

JinKi no reconoció a ninguna de las mujeres, y no creía que JongHyun hubiera mandado a hacer algo como aquello. Tal vez eran fans del escritor, y supieron de la ruptura de los dos, aunque no entendía cómo. JongHyun no había publicado su rompimiento en ningún lado, todavía se seguían en redes sociales y no habían borrado las fotos que tenían juntos. LeeJoon le decía que nada de eso estaba bien porque debía eliminar a JongHyun por completo de su vida.

Fue entonces cuando lo comprendió: debía ser la foto que había subido el día anterior.

JunMyeon lo había invitado a comer a su departamento. El lugar era amplio y ordenado, decorado con colores opacos, pero no por ello aburrido. El menor había cocinado para él, aunque JinKi lo ayudó un poco, y al final, mientras descansaban de la comida, JunMyeon tomó una fotografía, y JinKi la subió. No había un pie de foto, no se le había ocurrido alguno. Tan solo la subió porque le había gustado.

No pensó en que traería consecuencias tan graves.

Una vez que llegaron al piso correcto, y antes de aparecer por el vestíbulo, el mayor le dijo a SuHo que fuera al baño, que enseguida le llevaba el traje. JunMyeon asintió. Al entrar, no hubo nadie que los recibiera, lo cual fue un alivio porque no sabía qué explicación dar cuando preguntaran lo que había ocurrido.

Una vez en su oficina, respiró profundamente. No podía ser que eso hubiese pasado por una simple foto. Desde que su relación con JongHyun se hizo pública, tuvo muchos más seguidores de lo normal en algunas de sus redes sociales. En las cuentas que pudo puso su perfil en modo privado, pero no lo hizo para ocultar su noviazgo. Ni él ni JongHyun se avergonzaban por ello, pero prefería ser discreto, aunque a veces no pudiera porque JongHyun solía subir fotos de los dos.

Sin embargo, aunque todos sabían que habían sido pareja, no sabían que habían terminado. Dejó de pensar tanto y tomó el traje colgado en la percha para llevárselo al menor.

Abrió la puerta preguntando al menor dónde estaba, creyendo que estaría en uno de los cubículos, pero lo halló frente a los lavabos, sin camisa y limpiándose el abdomen con la mano húmeda. La pasaba por sus músculos no muy marcados, pero lo suficiente para hacerlos notorios. JinKi tragó saliva al verlo.

—¿Ese es el traje? —El menor lo miró por el espejo, todavía limpiando su cuerpo, ignorante del efecto que estaba causando en JinKi.

El mayor asintió despacio, abriendo la boca para decir algo, pero incapaz de pronunciar algo y de quitar la mirada del abdomen de SuHo. Lo miró a los ojos y vio en los de JunMyeon un brillo travieso, y no supo qué esperar.

—¿Quieres decir algo, hyung?

JinKi parpadeó.

—Camisa sin tú... Toma. —Estiró el traje y desvió la mirada. Sintió los dedos de JunMyeon en los suyos, y le envió un escalofrío por la columna. La respiración se le alteró.

—Hyung, mírame —pidió con la voz una octava más baja.

El mayor tragó saliva y lo miró. Se encontró con la mirada de JunMyeon y sin notarlo bajó despacio el brazo, sus dedos todavía junto con los de SuHo. Debido a que su brazo ya no era una barrera entre ellos, el menor pudo avanzar hacia él, acortando la distancia a un punto en que no habían llegado antes. JinKi no pudo evitar ver los labios del otro, su pulso acelerándose más. El menor se acercó, y JinKi casi sintió la respiración ajena sobre su mejilla.

—¿Con qué te ensuciaste ahora, Jin...? —LeeJoon se quedó a media palabra, con la puerta entreabierta, notando que había llegado en un mal momento.

JinKi al escuchar la puerta, se alejó del menor de prisa, y desvió la mirada. JunMyeon, por su parte, suspiró pesado, y sonrió amable, mirando a ChangSeon, saludándolo y luego entrando a un cubículo.

—¿Qué pasó?

JinKi lo miró suspirando, y le explicó lo que había ocurrido. ChangSeon abrió los ojos, y se sintió molesto al escuchar lo que habían gritado las mujeres.

—Hasta sin mover un dedo te hace daño —masculló, su ceño completamente fruncido.

JinKi suspiró, sabiendo a quién se refería, y estuvo por refutar, pero JunMyeon salió del baño, su ropa doblada en una mano, y la americana del traje en la otra. Los dos mayores lo miraron, LeeJoon haciendo una mueca de agrado al ver lo bien que le quedaba traje, y JinKi asintiendo. JunMyeon sonrió al notar la mirada de los otros dos, y sonrió galán. JinKi desvió la mirada y LeeJoon rodó los ojos, divertido.

—Creo que subir la foto no fue buena idea —comentó, dejando su ropa en el lavabo y poniéndose la americana—. Aunque no pensé que sería tan malo.

—Yo me encargaré de eso —habló JinKi, carraspeando.

LeeJoon notó el nerviosismo en su amigo y sonrió divertido, y algo culpable. Bien sabía que había llegado en un mal momento, pero ya no había nada que pudiera hacer.

—Bueno, yo me iré —habló el mayor de los tres—. Por un momento creí que eras tú quién se había manchado el traje, JinKi, lo cual no me sorprendería. —SuHo rió por lo bajo por el comentario, pero tras la mirada asesina de JinKi sobre él, la disimuló con un carraspeo. ChangSeon se rió a costa de ambos, y salió del baño, no sin antes comentar algo, tan solo para continuar molestando a su amigo.

—Los dejo para que ahora sí se besen, amigos míos.

Y antes de salir, vio a JinKi rojo como tomate y a JunMyeon atragantarse con su propia saliva.

Recuérdame | JongYuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora