Ya es hora

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Abro los ojos aún está oscuro, nose que sucede últimamente siempre despierto de mis pesadillas antes de que salga el sol y como prefiero no volver a dormir, pero durante la tarde me da mucho sueño, bajo a la cocina preparo el desayuno, una de las empleadas me dice que vaya al mercado, sin chistar agarro la cesta y me dirijo al mercado del pueblo, compro los alimentos para el almuerzo, unas chicas me miran y se burlan porque bueno, no soy muy, nose, no como ellas a pesar de que son criadas como yo, se ven y comportan mejor que yo supongo por eso soy la asocial, todas chismean y hablan de mi, me enoja?, Si, haré algo? No, continuó mi camino a casa, bueno no es mi casa sólo es donde duermo, al llegar todos hablan, Analise la menor de los hermanos come una comida especial, comida de damas un plato pequeño, lleno de verduras y un pequeño pedazo de carne, me mira de reojo con esperanza yo solo asiento y voy a la cocina.

Loreine olvide decirte que trajeras la carne de pescado para mañana - me dice una de las cocineras-

Déjala iré yo -dice la otra jovencita de la limpieza-

No -contesto tranquila y tomo la canasta antes que ella- prefiero ir al mercado y estar lo más lejos de esta casa -la chica me mira sonríe- algo más?

Tal vez un poco de tu compañía en mesa hermana -apretó la mandíbula, odio que Bruce el mayor de los hermanos me llame así, quizá porque sus insinuaciones han pasado como unas dos veces de los límites-

No me apetece -pasó por su lado, el me sujeta y me detiene sólo para pasar su dedo por mi cuello- suéltame -digo lo más bajo que puedo, conteniendo mi rabia, me suelta y corro fuera de la casa-

Bueno, salí algo librada, pero la niña de la limpieza seguro ya le dijo a la lavandera, la lavandera a la esposa de la panadería y así sucesivamente, cuando yo llego al mercado ya están hablando, de lo resbalosa que soy con mis hermanastros, respiro profundo y voy por el pescado y ahí está la segunda persona que tiene algo de mi cariño, me ve y me abraza se siente cálido, la verdad es que a mi me gusta lo frío, le muestro una sonrisa a Rahul, a el lo trajeron de India, ojos cafés, cabello castaño oscuro y tez morena, a pesar de todo es increíblemente más afortunado que yo, porque lo digo bueno no es mujer no vive con otro del sexo opuesto que vive para acosarlo a pesar de que es su "hermana", odio a ese idiota.

Hola bella -Dice sereno besando mi frente- te estuvieron molestando?

Ya te llegó el chisme? -pregunto cansada- pueblo chico infierno grande

Te equivocas, nose que te hicieron está mañana, además este es el pueblo más cercano al Palacio eso le da categoría -sonríe y vuelve a besar mi frente- Relájate eres mi invitada hoy pide algo y lo compraré

Sabes lo que pediré y dudo que te alcance -lo miro el muestra un semblante algo triste-

Me refería a comida mujer -me miro- aunque ya llegó a la cifra

Quiero un pan dulce de tu panadería -no quería indagar en la cifra que iba para mi libertad, no es justo para el ni para mi- vamos

Llegamos al puesto de la panadería y me compra el más grande de los panes dulces, mientras el otro muchacho de la panadería nos miraba con recelo, pobre chico odiaba a Rahul, era muy simple saber porque, mientras el era tratado como una basura, Rahul era considerado un hijo más, tal vez todo lo debía a sus dotes culinarios y su cara de buen chico, el punto era que el chico nos veía con deseo de nuestra muerte.

Que te pasa Loreine? -me miro preocupado- estas bien? -apretó mis mejillas-

Ese chico te odia, él de la panadería -me miro como si le sorprendiera- te mira deseando tu muerte, es tan triste -me miro confundido-

Eso -volteo comprobando que nos miraba- es aterrador no triste ahora dormiré rezando despertar -sonrió tristemente- porque no escapamos -me toma por sorpresa- ósea así no tendré que comprar tu libertad y ese dinero lo invertimos para sobrevivir

Para que se entienda el es mi mejor amigo desde que tengo 15, bueno es mi único amigo hombre, los demás solo se dejaron llevar por los rumores sobre mí, el sabe la verdad del infierno que vivo y quiso que me liberará "mi padre" pero el dijo que solo me dejaría en libertad si alguien noble pidiera mi mano cosa que no pasará y el lo sabe, o si le pagan 30 000 monedas de oro, lo que obviamente es una cantidad insulsa pero eso pidió, Rahul era aprendiz de panadero eso le daba unas mil monedas de oro cada dos meses, así que tristemente no podía comprar mi libertad.

Yo...-de golpe se oyen un montón de caballos que se paran en medio del camino uno de los hombres habré un pergamino y empieza a leer-

Por medio de la presente se comunica a todas las jóvenes damas solteras se realizará un baile en el cual el príncipe Ryan heredero al trono escogerá esposa, el baile se realizará mañana en la noche están invitadas damas de toda estirpe social, sean puntuales y anden con cuidado
El baile se realizará a las 7:00 pm de mañana
Atentamente vuestra reina

Todas las mujeres empezaron a murmurar y gritar vi a Rahul el sonreía mirándome lo que me hizo sonrojar, me susurró al oído -el principio ese sería afortunado si tu te fijaras en él-

Si no mal me equivoco el baile es para que el escoja no para que yo o alguna otra mujer lo escoja -el sonrió, este chico no se cansaba de sonreír-

Quien sabe mi Lady -vino el chico de hace rato y le dijo algo al oído- debo irme nos vemos después bella

Está bien -el se fue yo tomó al chico del brazo- no lo odies por ser el favorito del panadero

No lo odio por eso -el chico tomó la mano con la que agarraba su brazo y dejó un beso en el dorso- ese bastardo tiene una mejor razón para odiarlo -sin decir más se fue-

Que podrá ser en fin debo ir a casa a preparar a Analise, corro y vuelvo a oír los murmullos seguro piensan que debo tener un romance con el muchacho ya estoy harta de este pueblucho quiero irme, escapar, ser libre, aceptaré la propuesta de huir de Rahul pero mañana, debe estar ocupado ser el mejor panadero del Reino tiene sus consecuencias, corro y al llegar veo un caballo de la Guardia real entro rápido y ahí veo al amor de mi infancia Antony el hermano que le sigue a Bruce junto a los mellizos Martín y Marcos, el me sonríe después de dejar a Analise en el piso me mira y viene a abrazarme, este día comienza mejorar.

Al fin volviste -digo aún abrazada-

Por supuesto pequeña -me apreta más fuerte y yo soy feliz entonces el Señor Damián Hidelson patriarca de la familia aparece en la habitación, entonces nos separamos- Padre que alegría verte después de cuatro años -se abrazan de manera fraternal

Mi señor -digo con voz calma- hay un baile real que se realizará mañana donde el príncipe Ryan heredero al trono escogerá esposa

Lose niña, lose deben ir a recoger los vestidos que hice hacer para ambas -me sorprendo "ambas" sería la primera vez que el Señor Damián me daría un trato igualitario que al de su hija, eso no es bueno-

Ambas señor? -el afirma con la cabeza- esta bien señor

Ahhhh -grita Analise- iremos Bellas deslumbrantes y conquistaremos príncipes y seremos felices por siempre -me toma de las manos y empieza a girar conmigo mientras sus hermanos sonríen por su actitud yo me quedo helada

Como que seremos felices por siempre -yo no planeo casarme con ningún estirado, la hago detenerse- Analise tu serás la que se case yo seré la solterona que cuida los gatos de la calle -ella ríe piensa que bromeó pero el líder de la familia me mira rudamente como si fuera a golpearme por tal comentario-

Ninguna hija mía será la que alimenta a los gatos -lo miró sorprendida, claro soy su hija cuando planea casarme- por más que seas adoptada llevas mi apellido y no permitiré que lo manches de esa manera -dice de forma fría y sin expresión, da media vuelta y se retira a su oficina-

Loreine qué te sucede -decía Analise preocupada- es normal que tengas que casarte

No -la miró después de quedarme buen rato mirando la puerta por la que se fue el Señor Damián- no me encadenare a ningún hombre ni por todo el oro de este Reino, ni por todo el prestigio de la familia Real, ni por todos los diamantes de una tiara.

Me retiro de la habitación siento pasos detrás de mi, tengo que huir de este lugar lo único que yo quiero es mi libertad, nada más, me giran bruscamente es Anthony y me mira triste, yo me libero de su agarré y me dirijo con lágrimas en los ojos a la cocina a dejar el pescado, las empleadas se me quedan mirando, el único pensamiento que tengo es que ya es hora, debo huir de esta casa.

No quiero ser la princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora