No quiero ser la princesa

Trato con Hidelson

Después de las escenas de la tarde no volví a ver a Loreine, por la noche ya acaba la cena me dirijo a la oficina de mi padre cargando un no muy pesado costal, tocó la puerta oigo su "entre" con un tono algo afligido, al entrar lo veo sentado en su sillón de cuero mirando el ventanal su semblante muestra que o estaba pensando en mi madre o estaba pensando si casar o no a Loreine con algún estirado de la corte real.

Padre ya culminado mi servicio militar con honores se me considera un hombre noble muy a parte del apellido tuyo que es de gran prestigio -digo lo mas rápido que puedo- entonces vine a pedirte....

No -Dice tajantemente- esa es mi respuesta a tu propuesta de matrimonio para con mi hija Loreine Hidelson, alguna otra cosa -se levanta y se posiciona en frente mío- que es eso? Algún cadáver? -Dice mirando el saco que está detrás mío-

No, como supuse que no querías entregarla en matrimonio traje algo adicional -tome el saco y lo puse en la mesa- 30 000 monedas de oro puro, todo lo que pediste al aprendiz de panadero aquella vez.

Anthony -me mira con semblante serio- no te daría a Loreine en matrimonio porque ambos son hermanos de apellido sería muy inmoral -mira el saco- su libertad es la que compras pero la pregunta que quizá no te has hecho es que querrá irse contigo? -miró nuevamente el saco saco una moneda y me la puso en la solapa- si ella decide por su propio camino irse contigo te daré su libertad mientras tanto deberías alistarte para el baile y tal vez para el celibato

Porque crees que no me aceptaría -lo detengo del hombro, gira a verme con una sonrisa-

Para empezar no eres el único que quiere llevársela, segundo punto recuerdas lo que dijo esta tarde ni por todo el oro del mundo, ni por los diamantes, ni por el prestigio -lo miro con sorpresa el no estaba ahí cuando ella dijo eso- mira hijo hagamos un trato para que no sufras, si ella mañana no huye puedes llevarla la mañana siguiente si quieres en costal, no diré nada y si quieres puedes llevarte ese dinero -lo miro con rabia-

Yo no la llevaría en contra su voluntad -me mira y vuelve a sonreír-

Entonces asegúrate de convencerla o de que no tenga otra opción -vuelve a su sillón- que esperas?

Salgo de la habitación, un toque de ira recorre mi cuerpo y no es porque mi padre haya dicho, sino que solo tengo un hombre en mente que le ofreció la Libertad, el panadero, fui a paso apresurado a la panadería al llegar aún estaba abierto pero no estaba Rahul por ningún lado, entonces un muchacho se me acerco con semblante serio me dijo -esta en aquella casa- señaló una casa no muy lejos por la escasees de la gente podía ver excelente que era la casa de la casa Roling, le agradecí y fui hasta allí mis pasos eran más apresurados al tocar la puerta nadie me abrió entonces entre dando una patada a esta, seguro la familia habría viajado un muchacho sin camiseta sale de una habitación muy alterado nadie más que Rahul al mirarme trata de endurecerse pero es evidente su impresión de verme ahí.

Veo que es cierto llegaste -me dirijo al segundo piso donde el está- pensé que solo un mal chiste que hubieras llegado justo ahora

Te molesta mucho? -lo miro directamente ahora estando frente a frente- mira Rahul debo dejar en claro a lo que volví? O aún lo recuerdas? Esa noche que me fui mi advertencia o más bien mi promesa

Más vale que te la lleves antes de que vuelva o no volverás a tener oportunidad de ni siquiera acercarte le -imita mis exactas palabras- vienes a eso pero....

Rahul, Rahul mi querido que pasa? -una voz femenina se oye de dentro de la habitación de donde el salió lo empujó y entro a la habitación por un momento pensé que era Loreine pero no es una de las hijas de los Roling en una desnudez que al verme cubre- Señor Hidelson -Dice en susurró-