Cap. 1

652 39 7
                                    

(Capítulo dedicado a FernCev, feliz cumpleaños)

Mi reloj de mesa aún no marcaba las cinco, la noche no se teñía del típico amarillo mañanero, no he pegado un ojo, ¿Pero cómo podría dormir si asistiré a mi primer empleo?.

Puedo decir que ahora mi mente ha madurado, mi perspectiva hacia al mundo ha cambiado, solamente puedo guardar mi inocencia y pretender que soy una chica de vida mundana.

Como cualquier joven adulto he conseguido un departamento, viviendo sola con toda la madurez del mundo

- ¿Pero qué haces ahí desparramada en la cama? SON LAS 6 DE LA MAÑANA-

¿Dije departamento? Quise decir, vivo sola... En mi habitación, el resto de la casa le pertenece a mi madre

Di un brinco en la cama al ver a mi mamá lista para asistir a su trabajo, incluso ya se encontraba con su típico peinado de media cola y un poco de crema dejando brillo en la parte de su cabeza.

- ¡Pero ni han dado las cinco!- Grité asustada sin pensar en la opción de levantarme de la cama y alistarme como cualquier humano racional haría, pero vamos, soy un burro andante.

-¡Te dije que ajustaras ese reloj, tn ta!-

-¡¿Qué?!- Iba a reclamarle pero una voz como eco resonó en mi cabeza recordando las palabras "tn, no olvides modificar la hora de tu reloj para que no cometas el error de ir tarde a tu primer día de trabajo" - Ah...-

- Querida, te sugiero una cosa- fingió voz candorosa al igual que una sonrisa que pretendía inocencia - ¿Por qué no mejor meditas tus errores... MIENTRAS TE CAMBIAS?- A veces mi madre usa un tono de voz muy explosivo para mis oídos.

Así es, primer día viviendo como joven adulta y parece que sigo siendo una niña que aún está aprendiendo a atarse las agujetas. Como si incendiaran mi trasero corrí hacia el baño cumpliendo con mis necesidades y arreglarme... y secarme la baba seca de mi quijada. Como principio de un acontecimiento importante y laboral todos dan por hecho que la primera impresión es lo que importa, y estoy dispuesta a verme presentable.

***

Apenas tenía contacto con mis viejos amigos de la universidad, me enteré que muchos de ellos habían conseguido empleo, otros siguen en búsqueda, y los últimos, pues prefieren quedarse a vivir en el sótano de sus padres. En mi caso, todo fue una buena e insólita suerte, pues encontré la disponibilidad de empleos donde podía ejercer totalmente mi carrera, y para acabarla, el supervisor de obras era amigo de mi madre. Estaba asustada al principio, pero me di cuenta que ya no era una niña ingenua cuyos moños se habían desilachado, además, en este largo periodo de "vacaciones" después de la graduación me sirvió de mucho para madurar, incluso Min YoonGi... se estaba convirtiendo en pasado. No lo he vuelto a ver y eso aplaca a mi corazón, aunque no puedo disfrutar de la gloria ya que no niego que aún me duele su partida, nuestros caminos están muy distanciados que ahora desconozco del lugar de donde vive. Claro, no es para volver a correr hacia sus brazos como una niña estúpida. 

- Tn - Me nombró la voz de mi madre que me miraba desconcertada, había vuelto a soñar despierta.

- ¿Si? -

- Que no olvides tu bolso en el trabajo, te la pasaste toda la noche preparando tus cosas- Dijo dirigiendo su mirada hacia el periódico mientras se llevaba la taza de café a su boca

- Sí, mamá- Tomé otra cucharada de mi cereal cuya caja aún tenía aquellas figurillas monstruosas y mimosas que tanto me divertían.

- Espero que te vaya tan bien que tu jefe se enamorará de tu dedicación... ¡Oh, y luego se enamorará de ti!- aplaudió sacando su lado jovial, como si se tratara de la típica amiga simpática y loca.

Cartas a mi viejo amigo (2da temporada. MYG) [PAUSADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora