Cap. 2

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Torpemente moví mis pies en dirección al chico, sin apartar mi mirada de él, estaba locamente desesperada por comprobar si mis ojos no me engañaban.

Cuando me atrevo a cruzar la calle un auto se estaciona abruptamente frente a mí logrando respingarme, creí que era un auto para secuestros, pero la ventana del piloto bajó y vi a Suni con una sonrisa burlona pues le pareció divertido asustarme de esa forma, la muy hija de...

- ¡Suni!- Le regañé

- ¿Qué hay, amiga?- Saludó muy casual aún sin esfumar su actitud de adolescente hormonal.

-¿Qué diablos te pasa? ¿Pensabas arrollar mis pies con ese auto?- Exasperé pareciendome a una loca, más bien, parenciendome a mi mamá cuando quemo  el arroz.

Soltó una fuerte carcajada recargándose perezosamente en su asiento -Sigues siendo muy dramática-

-Y tú muy inmadura, no veo cambios en ti-

La verdad es que sí ha cambiado, y demasiado, ella de por sí tenía una linda y envidiable apariencia, pero también no puedo negar que se ha transformado. Su cabello, que una vez fue corto, le llegaba hacia su cintura, un castaño como la miel y un brillo como el sol. Su piel parecía más blanca, no sabía si era porque se está cuidando mucho... O simplemente está enferma. Antes era un poco esquelética, pero ahora se ha rellenado de carne para ser cazada por los salvajes masculinos, era una presa a la que valía la pena luchar. Su rostro, su rostro seguía siendo delgado y suave, sus labios les permitían ver un carmesí carnoso, sus ojos tan grandes y expresivos, y su nariz, tan delgada y pequeña. No me jodan, ¿Por qué no se metió en la carrera de modelaje? ¡Cumple con todos los atributos!.

Trabó los ojos -¿Entrarás o no?-

-¿Qué haces aquí? Se supone que nos veríamos a las tres-

-Pasé por un café, pero te vi salir furiosa del edificio y supuse que te habían echado-

-¡No me echaron! Soy estúpida pero no tanto-

-¿Entonces?- Arqueó una ceja esperando que admitiera mis errores como empleada novata, a ella siempre le pareció gustoso molestarme por ser despistada y no admitirlo.

Comencé a vacilar mirando a otro lado para ingeniarme algo, pero terminé por desistir de la discusión -Solo llévame a casa-

-¡Buena idea! Porque los choferes del autobús me están corriendo-

-No es mi culpa que te hayas estacionado en su parada- Corrí alrededor del auto llegando a la puerta del copiloto para luego entrar y abrocharme el cinturón pues Suni... Maneja como si fuese un personaje de Rápidos y Furiosos.

Cuando encendió el motor recé por mi vida y le dije que manejara con precaución, ella solo asintió con tal de callarme. Cuando estaba a punto de unirse al carril había perdido de vista al chico, miré con ansias por la ventana y solo había una manada de humanos que seguían caminando por sus rumbos.

Solté un triste suspiro, volví a comportarme como una tonta, ¿Acaso creí que iba a volver encontrarmelo? Prometí superarlo y solo enfocarme en mí misma, ese fue el trato.

Ahora, si me permiten, volveré a deprimirme y pensar en mis errores. Gracias.

***

-¿Y cómo es tu jefe?- Preguntó ella sabiendo a lo que se refería

Respondí con desgana -Es joven, guapo... Y rico-

Le dió un leve golpe a la mesa haciéndome sobresaltar de la silla -¡Eso es! Cumple con todos los elementos de un sexy boss-

Cartas a mi viejo amigo (2da temporada. MYG) [PAUSADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora