Era fin de semana, un sábado. Jungkook se despertó temprano, demasiado temprano, y eso que él era de no madrugar.
Los gritos de sus padres peleando lo habían despertado, estremeciéndolo por completo.
Por suerte Junghyun también se despertó, y fue directo a la habitación del más joven, el cuál estaba hecho bolita sobre su cama llorando, y lentamente fue elevando su mirada hasta encontrarse con la del Jeon mayor.
–– Hyung... ––murmuró con su voz algo entrecortada debido a lo fuerte que intentaba contener su llanto. –– Perdón. Perdón por ser tan débil, por no ser de ayuda para nada. ––remató pegando su cabeza a la almohada para ahogar su llanto.
El mayor hizo una mueca de tristeza y acarició su cabello, intentando calmarlo.
–– Jungkook... No digas eso, bobo. Eres literalmente la alegría de la casa.
El menor negó con su cabeza sin mirarlo. De hecho, aquella era su mayor debilidad, no poder hacer feliz a la gente.
Aunque realmente, era todo lo contrario.
Su amigo Jimin, quien vivía tan miserablemente en secreto, era feliz al lado de Jungkook, quien le sacaba una infinidad de sonrisas y lo hacía sentirse un poquito mejor, aunque sea sólo por un rato.
Por otro lado, Taehyung. A penas se conocían, pero cada vez que veía al más joven no podía evitar sonreír. Simplemente le transmitía una sensación de felicidad inmensa.
Incluso su ídolo, Hoseok, podía sentir aquella sensación cada vez que veía la pequeña sonrisa del más joven.
Era un don más increíble de lo que parece aquel que poseía Jungkook, y cualquiera que lo veía podía aceptarlo.
Excepto él mismo.
–– Jungkook, tu habilidad es hacer feliz a la gente. ¿En verdad aún no te has dado cuenta?
Su hermanito negó con su cabeza.
–– De verdad... ¿De verdad crees eso? ––preguntó alzando una ceja, calmando su llanto un instante.
El mayor asintió al instante.
Jungkook esbozó una sonrisa. Si se lo decía su tan honesto hermano que se la pasaba molestando, de algún modo u otro, le creía. Al menos esta vez, le creería.
Al ver más calmado al menor, el mayor suspiró, listo para hablarle acerca de la situación de sus padres.
––Ya lo sabía.
Fue la respuesta de parte de Jungkook, quien se había enterado hace ya tiempo atrás a causa de la conversación de sus padres que por accidente escuchó.
––Ya veo... Sabes, estaba pensando en conseguir un trabajo. No beneficiará en absoluto a mis estudios, pero aún así...
Jungkook rápidamente negó con su cabeza.
Sus notas estaban bastante bien comparadas a las de su hermano, y a diferencia del más grande, él podía retener la información muy rápido, por lo que a penas estudiaba antes de un examen.
Si aprovechara más su habilidad y estudiase lo que es debido, podría convertirse en aquel chico diez amado por todo el salón.
Pero a Jungkook no le gustaba sobresalir. Prefería no llamar la atención en absoluto.
––Hyung... Yo puedo encargarme del trabajo si quieres. ––Dijo el más bajito entre ambos, sonríendo.
––¿De verdad? Pero Jungkook... Aún eres demasiado joven. No hay tantos trabajos por ahí que paguen bien para alguien sin experiencia como tú.
––Bueno, una vez un amigo me habló acerca de... Vender mi cuerpo.
El mayor hizo una mueca de espanto y le pegó con fuerza en el hombro a Jungkook.
––¿Eres idiota?
El más jovencito río y negó con su cabeza.
––Sólo bromeaba.~ ––de a poco fue calmando su risa, tranquilizándose para continuar con su idea. ––De hecho ya averigüé respecto a ello. En la escuela hay un cartel dando vueltas diciendo que están en busca de staff para un-
––Un... ¿café? ––Lo interrumpió su hermano, preocupándose lentamente.
––¡Sí! ¡Así es! Se llama Tokki Coffee, ¡Mira! ¡Tengo el cartel!
El más joven se paró y corrió hasta su mochila, la cual estaba a unos pocos pasos de su cama. La abrió, sacó el colorido cartel y se lo mostró a su hermano sonríente mientras sus orbes emitían un potente brillo.
––De ninguna manera. ––Dijo el mayor con seriedad.
Jungkook alzó una ceja y puso una mueca de súplica, la cual siempre servía.
––Jungkook eso no servirá de nada, no trabajarás allí.
––Pero hyung... Yo puedo trabajar por ti, de verdad, estaré bien trabajando, lo juro, seré un muy buen empleado. ––Dijo con una sonrisita en el rostro.
––Eso me da igual. Yo no permitiré que trabajes en un lugar que le pertenece al estúpido de Kim Seokjin y punto.
El Jeon menor bajó su cabeza. Aún no dejaba de oír a su madre llorando en medio de la pelea con su padre. Era tiempo de ser más fuerte que nunca.
––Sabes, me da igual. Iré de todas formas. ––Habló Jungkook, rebelándose de cierto modo.
El mayor apretó con fuerzs su dentadura y se acercó al menor, arrebatando frenéticamente su cartel, y rompiéndolo en trozos muy, muy pequeños y con un enorme enojo.
El contrario, por más que segundos antes prometió ser fuerte, ahora no sabía cómo reaccionar. Miraba la escena indignado, boquiabierto, incapaz de moverse. Lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas. Ni siquiera le había sacado una foto a la dirección o al número de teléfono. No podía rearmar el cartel de tan roto que se encontraba.
La furia lo terminó dominando por completo.
––¿¡Qué mierda hiciste!? ––Le gritó con fuerza a su hermano mientras lloraba.
––¡Te saco de ese lugar de mierda! ¿¡Acaso quieres terminar como esclavo de ese payaso de clase alta!? ––Cuestionó el compañero de clase de Seokjin.
Sus padres gritando en una habitación.
Ellos dós gritando en otra.
Ni siquiera tenían mucho dinero. No aguantarían allí por más tiempo.
Tendrían que volver a Busan con aún menos dinero del que ya tenían.
Para Jungkook, eso significaba volver a su vida aburrida, sin emoción.
Sin su mejor amigo, Jimin.
Sin su ídolo, Hoseok.
Sin su primer amor, Taehyung.
El sólo pensarlo, y saber que no era capaz de hacer nada le provocaba un gran remordimiento dentro de su corazón.
Pero no, sí que podía hacer algo esta vez.
Dejaría su vergüenza a un lado y encontraría a aquel chico, Kim Seokjin, quien podría salvarle la vida.
Digamos.
[~]
ADIVINEN QUIÉN VOLVIÓ.
AAAAAAA, PASÓ MUCHO TIEMPO. ):
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO, VOY A CONTINUAR ACTUALIZANDO, ESPERO QUE LES GUSTE. ♡
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Tokki Coffee | VKook
Fanfiction❝ᴛᴏᴋᴋɪ ᴄᴏꜰꜰᴇᴇ: Café localizado en Seúl, Sur Corea. Se necesita como personal a chicos jóvenes dispuestos a brindar su alegría a los clientes, quienes en general vienen a nosotros en momentos tristes donde necesiten un poco de felicidad. Tan sólo deb...