~ Señora ~

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La joven Blaine, nuevamente con una inmensa energía, estaba lista para su nuevo día de trabajo, aunque básicamente no había hecho gran cosa.

Con todo lo necesario para el día, fue feliz a su trabajo y se dirigió al azabache.

- ¡Ya llegué!  -Dijo con una dulce sonrisa.

- Si... ya lo noté -Dijo un poco incómodo- Fritz está en la cocina, en todo el día estarás con él -No retiraba la mirada de su teléfono.

La joven hizo un puchero, tomó una fotografía sin que el de ojos avellana se diera cuenta y fue con rumbo a la cocina.

(.)

- ¡¿Otra vez tu?! -Se quejó el pelinaranja- ¡Ya te dije que no soy tu niñera! -Dijo molesto.

- ¿Tu crees que quiero estar aquí? -Respondió también molesta- Scott me obligó a venir, y dijo que todo el día estaría contigo -Suspiró frustrada.

El de ojos esmeralda suspiró pesadamente y aceptó la idea con pesar.

- Si la secretaria lo dice... -Miró a la castaña- ¿Recuerdas lo que hicimos ayer? Pues vamos a cocinar eso.

La joven aceptó de igual forma y ambos se enfocaron en cocinar.

(.)

Más tarde la castaña se encontraba haciendo de mesera entregando los cupcakes.

De pronto, del par de puertas, entró al local una castaña oscura de ojos obsidiana, llegó con dirección al azabache. Fue cuando Blaine estuvo atenta a lo que haría esa mujer, así que se dirigió con ellos.

- Telefonista... ¿Quién es esta mocosa? -Dijo seria aquella.

- Señora Doll, por favor, no le falte el respeto a los empleados -Le desagradaba el momento- Ella es la señorita Black y es nueva en el local -Presentó a la menor.

- ¡Mucho gusto señora! -Sonrió falsamente la castaña.

- Scott, nunca te he juzgado pero ¿Desde cuando contratan personal femenino? -Cuestionó- Digo, ¿No tienen suficiente con Jeremy, Fritz, el morado y Mikey? -Mencionó- A menos que esta niña tenga otras razones...

Ambas damas se miraron retadoramente.

- Señora Doll, desde siempre se ha aceptado a nuevo personal, toda aquella dama que lo desee también puede unirse -Aclaró el azabache sin notar la rivalidad de ambas.

- En ese caso~ -Sonrió maliciosamente- ¡Me encantaría trabajar aquí! Soy una gran cocinera de hecho, además de una excelente ama de casa -Agregó- Y les seré más útil -Dijo refiriéndose a Blaine.

La menor ya estaba molesta.

- Supongo que está contratada -Rio nervioso- Acompañeme a firmar algunos papeles entonces... -El azabache se dirigió a su oficina con sumo desagrado.

Ambas damas compartieron un breve momento.

- Créeme niña, no pasas desapercibida, tus ojos muestran otras intenciones - La fulminó con la mirada.

- ¿Acaso no son los suyos? -Respondió con el ceño fruncido.

¿Y por qué No? | FnaFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora