CAPITULO 49:"MALDICIÓN POTTER"

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La mañana del sábado para la familia Potter era cálida pero la risa o los reclamos de una chica hacían falta para que las mañanas de los padres de cierta niña fueran completos.

—extraño a mi bebé –lloriqueaba Fleamont. –no debimos dejar la con ese chico cabellos de.

Euphemia que preparaba el desayuno,dejo de hacer lo y  volteo a ver a su esposo al ver lo que iba a decir.

—también tengo el cabello como él,querido –le recordó su esposa algo molesta,mientras se cruzaba de brazos. –ademas eso viene por parte de tu familia.

De nuevo le recordó a su esposo y este sonrió preparado para responder le,pero la voz de Sirius lo interrumpió.

—eso mamá Potter,enseña quien manda –dijo Sirius alegre y algo adormilado, mientras entraba a la cocina para desayunar, seguido de un Peter del mismo modo que su amigo.

La mujer de cabellos rojos intensos sonrió alegre por lo que el chico decía,era una alegría tenerlos en casa cuándo su hija no estaba,aunque no eran el remplazo de nadie y los quería a todos por igual,a pesar de que no eran sus hijos.

—tambien extrañamos a ____,señor Potter –le dijo Peter mientras se acercaba a la señora Potter para ayudar la a servir el desayuno.

—¿donde están Remus y James? –pregunto el hombre algo preocupado y extrañado por la presencia de sus hijos.

—ya venían,los tuvimos que despertar y para el humor que se carga Remus es mejor que ni siquiera me le acerque –dijo Sirius totalmente seguro.

Los jóvenes rieron al igual que Fleamont y fue cuando la mujer pelirroja vio entrar a su hijo y a Remus un poco decaídos ante la falta de su hija. Fue cuando recordó lo que le había dicho aquella mujer.

—¨solo uno cumplirá la maldición y los otros tendrá que vivir con el peso de su ausencia¨

La mujer pelirroja tembló un poco, tenia miedo; miedo de todo lo que pasaría,no quería que sus hijos sufrieran por nada del mundo pero era imposible que eso pasara,su esposo se lo decía todos los días para que no pensara en eso,pero se le hacía imposible.

—¿estas bien,mamá? –pregunto James preocupado junto a las miradas de los demás. Ya que la mujer pelirroja se había quedado mirando un punto fijo.

—si –contesto la mujer con una sonrisa,que salio totalmente falsa.

—¿segura? –pregunto su esposo. –deberiamos a ir a un doctor,querida.

—no,no pasada nada –sonrio su mujer falsamente finalizando todo lo que pasaba.

Los hombres asintieron y siguieron platicando,pero Euphemia se quedo pensado,tenia que hacer algo,no siempre lo mantendría en secreto lo de la maldición y la enfermedad que empezaban a tener, en algún punto de sus pensamientos su cuerpo se sintió ligero y fue cuando poco a poco todo se volvió negro.

—¡mamá! –alcanzo a escuchar la mujer a lo lejos antes de quedar inconsciente.

La noción del tiempo paso demasiado rápido para Euphemia,lo que para ella fueron minutos,para los otros fueron horas para las personas preocupadas por ella. La mujer pelirroja abrió sus ojos poco a poco para adaptarse a la luz y para analizar donde estaba,para cuando analizo todo varias caras estaban viendo la a ella.

—¡mamá! –exclamo su hija algo agitada junto a un joven alto a lado de ella.

—¿qué haces aquí,querida? –pregunto la mujer de cabellos rojos sorprendida.

La chica sonrió acercándose a ella. La pequeña azabache de ojos avellanas cuando su padre le aviso lo sucedido no se puso analizar su forma más rápida de llegar a su casa,solo se despidió y salio corriendo junto a su novio preocupado detrás de ella.

La Melliza de James Potter (Remus Lupin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora