Capítulo 13: Fuga y daño al corazón

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Logré que Georgie se durmiera y luego intenté hacer lo mismo, pero no funcionó para mí. Traté de relajarme, pero algo dentro de mí no me dejaba.

Había algo mal, una pequeña voz dentro de mí dijo eso, me dijo que averiguara qué era. Luego salí de la oficina y comencé a caminar por los pasillos, buscando respuestas.

No tardé mucho y obtuve mis respuestas, vi a Denver corriendo y pronto chocando conmigo, casi tirándome. Lo sostuve y lo miré con preocupación.

- ¿Qué paso? - pregunté temerosa de la respuesta.

- 16 rehenes están huyendo por el área de carga, tenemos que detenerlos. - dijo volviendo a correr mientras lo miré atónita.

Dejé esa información se hundir a mí mente, 16 de nuestros rehenes estaban huyendo. Sentí adrenalina inundarme y corrí en la dirección opuesta del chico de ojos azules, hacia el área de carga.

Tal vez sonó estúpido, después de todo, yo estaba sin un chaleco antibalas y solo con una pistola. Sin embargo, si llegase rápidamente podría detener a los rehenes, tenía que intentarlo.

Con ese pensamiento corrí más rápido, escuché pasos detrás de mí y pronto miré hacia atrás para ver Moscú, ambos intercambiamos una rápida mirada y luego corrimos uno al lado del otro.

Cuando llegamos, pudimos ver un enorme agujero que dejaron los explosivos plásticos que habíamos colocado en esa área. Ambos nos pusimos nuestras máscaras y nos acercamos al agujero, viendo que la policía ya estaba allí. Ambos nos paramos a cada lado del hoyo y esperamos que suceda algo.

De repente, Denver, Río y Helsinki llegaron corriendo con una enorme chapa de metal, llevándola hasta el agujero para cubrirlo. La policía parecía entender lo que queríamos, porque comenzaron a disparar, haciendo que todo fuera más difícil. Moscú, Río, Helsinki y Denver lograron colocar la chapa, pero la policía no se rindió.

Miré a mi alrededor y noté un carrito de metal en una esquina, corrí hacia él y comencé a empujarlo hacia el agujero con Río uniéndose para ayudarme. Los disparos continuaron, Denver le gritó algo a su padre pero no escuché qué era.

Luego, en un abrir y cerrar de ojos, la plancha cayó al suelo y los disparos invadieron el lugar. Escuché los gritos de mis compañeros y me tiré al suelo con Río, fuimos rápidos para no ser golpeados, a diferencia de Helsi, que cayó al suelo después de recibir un disparo.

Denver y Moscú comienzan a intercambiar disparos con la policía. Nairobi comienza a gritar el nombre de Helsinki, mientras miro alrededor y noto la ametralladora olvidada cubierta por un paño. Corro hacia ella mientras los demás cubren a Nairobi para que vaya a Helsi, pronto puedo escucharla decir que la bala golpeó su chaleco.

Suspiré aliviada al escuchar eso y volví a mi tarea actual, me quité la tela que cubría el arma y la volví a cargar rápidamente. Poco después, comencé a empujarla hacia el agujero en la pared.

- Tienen equipos de visión térmica, el humo nos cegará. ¡Sácalo de ahí, Moscú! - oigo gritar a Berlín cuando una bomba de humo cae cerca de ellos. - Van a entrar.

- Tenemos que volver a poner la chapa. - Moscú responde arrojando la bomba nuevamente a la policía.

Berlín da la orden de protección y en el mismo segundo, todos comienzan a disparar contra los guardias blindados, que intentaban llegar al hoyo.

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