Atlanta | La Casa de Papel

Capítulo 19: Día de campo

Toledo 14:30
2 semanas antes del atraco

Siempre me gustaron los lugares abiertos, sentir el viento golpear mi cara. Siempre me dio una sensación de calma, protección, me hizo sentir viva. Tuve que admitir que cuando el profesor nos trajo a Georgie y a mí aquí, realmente pensé que era un asesino extraño, pero al final, no lo fue.

En cierto modo, ahora incluso le agradecía en silencio. Este lugar es genial para tomarse un tiempo para pensar, él realmente pensó en todo. Hablando de eso, él hombre y los demás estaban discutiendo sobre un partido de fútbol que estaban a jugar.

Era gracioso verlos, la forma en que cada uno gesticulaba de manera diferente, el nerviosismo del profesor que le hacía ajustarse las gafas todo el tiempo, la forma en que Berlín parecía mirar la discusión más que participar en ella. Miro al cielo por encima de nosotros de nuevo y dejo escapar un suspiro, pongo una mano en mi estómago y luego noto una flor de margarita en la hierba.

Tomo la flor con cuidado y la miro, sonrío y la huelo entrando en mis fosas nasales. Escucho pasos y luego veo a mi pequeño caminar hacia mí, el me mira con un puchero en los labios y me río.

- ¿Has cansado de jugar, mi ángel? - pregunto en un tono juguetón y lo veo negar con la cabeza.

- Mami, creo que la tía Tokio está distraída. ¿Cómo atrapo la pelota? - el pregunta en un susurro y yo abro mucho los ojos.

- Ay, hijo mío. ¿Quieres hacer trampa? Oh Dios, creo que mi dulce niño se está convirtiendo en un pequeño monstruo. - digo dramáticamente y veo al pequeño encogerse de hombros. - Está bien, te ayudaré solo porque será gracioso.

Me levanto y coloco la flor en mi otra mano, camino detrás de Georgie y comienzo a dictarle lo que debe hacer en su oído. El pequeño sonríe y salta de emoción, entonces me detengo a su lado y lo miro con seriedad.

- Está bien. ¿Listo? - pregunto con una ceja levantada y lo veo asentir.

- Sí definitivamente. - el responde con seguridad y yo suspiro.

- De acuerdo, 1 ... 2 ... 3 y ya! - grito fuerte y el pequeño sale corriendo.

Mi pequeño toma la pelota de las manos de Tokio y pasa por debajo de sus piernas, Río, Oslo y la chica de pelo corto corren detrás de él mientras el profesor trata de advertirles que tengan cuidado, al final, los tres chocan entre sí y cayen al suelo. El pequeño aprovecha eso y marca un gol, Helsi abraza a Nairobi mientras Denver corre hacia mi pequeño y lo levanta en su regazo celebrando.

Tokio se sienta con una expresión de incredulidad mientras Moscú y Berlín se unen a la dupla que celebra, me acerco a la mesa y tomo una cámara que el profesor había comprado en uno de sus viajes a la ciudad. Tomo una foto de la chica de pelo corto entre el desorden de los cuerpos de Río y Oslo, y luego veo a los tres mirarme.

- ¿Qué coño pasó? - la chica pregunta y me encojo de hombros.

- Una foto para la posteridad, un momento como este hay que recordarlo. - le explico con calma y la veo resoplar.

Georgie se baja de los brazos de Denver y corre hacia mí, el pequeño me abraza con fuerza y ​​se ríe con entusiasmo.

- Mami, ¿me viste? ¡Yo acerté! - dice emocionado y yo sonrío.

- Sí, lo acertaste. Buen trabajo, mi angelito. - respondo despeinando su pelo.